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"Dame la plata o vas a ver": años de violencia intrafamiliar terminaron con un atrincherado y su muerte
El sonido de dos disparos no les fueron ajenos a los vecinos de la calle Blandengues en el barrio Reus. Eran los mismos que habían escuchado un tiempo atrás, cuando habían copado uno de los negocios de en frente. El ejecutor era un viejo conocido: el hermano del dueño del negocio de en frente, que cada pocos días iba y causaba desmanes menores reclamándole dinero. Este miércoles entró con el arma escondida y disparó dos veces. Hirió a su hermana, a su cuñada y a un empleado.
El hombre, que finalmente murió en el Hospital Español tras ser baleado por la policía, tenía un tendal de antecedentes por problemas con el dinero. Arrastraba varias deudas que nunca saldó en un local del que era dueño en la calle Arenal Grande y prendió fuego otro que tenía en Parque Roosevelt para poder cobrar el dinero del seguro, dijeron fuentes del caso a El Observador. Además, pagaba mercadería con cheques sin fondos.
El último episodio con sus hermanos era un insistente reclamo del ahora fallecido por US$ 300 mil. Sus "aprietes" eran un calvario para sus hermanos, que durante años recibieron mensajes como "te voy a matar" o "dame plata o vas a ver". Eso los llevó a denunciarlo en la Justicia por violencia doméstica y amenazas, aunque nunca los había agredido físicamente. Por la primera causa estuvo 10 meses preso en Cárcel Campanario.
Fuentes cercanas a la familia afirmaron a El Observador que ellos aducían este comportamiento a problemas psiquiátricos, razón por la que, sobre todo su hermana, quiso hacer todo lo posible para que no vaya preso. Su hermano –a quien el hombre que se atrincheró buscaba insistentemente– se encontraba en Miami y llegará a Uruguay este jueves.
Durante cuatro horas, el atrincherado le hizo creer a la Policía, Bomberos, Guardia Republicana y Grupo GEO que tenía a un rehén secuestrado. Ya había liberado a los tres heridos, pero él se mantenía dentro y "no deponía de su actitud", según dijo Santiago González a Subrayado (canal 10). Las autoridades sospechaban que estaba solo –habían hecho un conteo de personal varias veces–, pero en estos casos prefieren esperar a estar totalmente seguros antes de ingresar para reducir al mínimo las posibilidades de dañar a un inocente.
Cuando pudieron constatarlo, ingresaron e hirieron al agresor con un arma de fuego, quien falleció una hora después en el Hospital Español. El fiscal de Homicidios Carlos Negro investiga el caso como una tentativa de homicidio.
Antonio, vecino del lugar, quería pasar a hablar con las autoridades porque sabía un poco más sobre el problema del dinero. Uno "hizo la plata", el otro "derrochó", aseguró. La policía le tomó la declaración.
En el segundo, importador de bebidas, artículos de limpieza y perfumería, había cinco trabajadores que empacaban varias cajas y pasaban por las cintas como si nada, porque "hay que laburar", dijo uno de ellos con una sonrisa mientras esquivaba periodistas y vecinos, agolpados a la espera de que pase algo, hablando por celular con sus amigos sobre que están en una escena de película y grabando para que les crean.
Un helicóptero policial no paró de sobrevolar la zona, lo acompañaba un dron. De repente, el atrincherado pidió un abogado, un fiscal y comida. La Policía permitió el ingreso de su novia y dos familiares más para tranquilizarlo.
Santiago González no paró de hablar por el celular, luego dijo que hablaba con el ministro Luis Alberto Heber. "Esperemos que en las próximas horas esto termine bien", dijo entonces el jerarca del Ministerio del Interior. Luego, ya con la noticia del hombre sin vida, afirmó que "el operativo fue exitoso" y "brillante".
