Cuando Daniel Salinas aceptó ser ministro de Salud Pública, mucho antes de asumir el cargo, ni se imaginaba que sería el capitán de una tormenta inédita que lo paralizaría todo. Pero ahora, con el diario de lunes, dice que si le volvieran a ofrecer el cargo, lo aceptaría de nuevo porque es un hombre que “nació para el estrés”. Si bien dice que más allá de la visibilidad política que le dio la pandemia, cree que es una “estrella fugaz” que se puede apagar pronto, destaca la formación que tiene y el “don de mando y de gerenciamiento”.
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