Defensor se sacó la espina de Fénix

Iban apenas cuatro minutos cuando el tanteador se movió producto de una notable ejecución de tiro libre de Leonardo Fernández. Y tuvo que salir a remar.

El pequeño volante zurdo le dio por afuera de la barrera –su tiro más mortífero, igual que en el debut ante Rampla Juniors– y Guillermo Reyes llegó tarde porque se tiró hacia adentro del arco.

Nuevamente Fénix se presentaba en el Franzini para amargarle la vida a Defensor. El recuerdo de la última fecha del Clausura pasado donde el violeta cayó 2-1 y permitió que Peñarol lo igualara en la Tabla Anual estaba fresco, latente y doliente.

Los de Capurro se habían presentado con las mismas intenciones que aquella tarde en la que Darío Denis atajó hasta lo imposible.

Cinco defensores, tres volantes bien pegados a esa zaga ancha y bien poblada, Fernández por delante para aportar la cuota de talento y un delantero punzante y combativo –Mathías Acuña– para luchar en inferioridad numérica.

El violeta cambió con respecto a lo que mostró entresemana ante Gremio. Ahí fue Fénix. Pero ahora le tocaba ser lo que es en el ámbito doméstico: protagonista.

Encontró el empate con la fortuna que careció en aquel partido maldito con Fénix. Tiró un centro el Zorrito Suárez y a Denis se le metió sobre el primer palo.

Y después siguió de largo con dos incidencias de pelota quieta. En una hubo un descuido imperdonable del equipo de Nathaniel Revetria y Carlos Benavídez entró solo en un córner para conectar de cabeza en modo ejecución. Después, Nicolás Olivera cometió un penal por desinteresarse de la pelota e ir al bulto en la marca. Germán Rivero lo cambió por gol.

Fue muy superior el violeta en ese primer tiempo. La pelota se jugó al ritmo y con la precisión que le imprimió Matías Cabrera mientras que Pablo López y Facundo Castro jugando como punteros fueron una amenaza constante para una defensa mucho más permeable de lo que se vio el domingo pasado con Nacional.

Hasta el lateral Ernesto Goñi se transformó en un arma ofensiva con su pegada de media distancia –metió una bomba en el travesaño– y su agresividad para ir en busca de las pelotas quietas.

Pero cambió el viento en el segundo tiempo cuando entraron Cristian Cruz y Luis Urruti. Fernández –que descontó de penal– encontró socios y su talento tuvo al violeta en vilo hasta el final obligando a Eduardo Acevedo a meter cambios defensivos (Santiago Carrera y Claudio Rivero).

Resistió el violeta hasta el límete del sufrimiento, más allá de que Castro en contragolpe fue imparable. Ganó y ahora está a tres puntos de Peñarol y Danubio.