Delgado dijo que "Uruguay actuó en el marco del derecho" cuando decidió no habilitar el aterrizaje del Boeing 747-3B3 para una escala técnica en Montevideo, para luego dirigirse a Caracas. "Quienes firman el documento están en el gobierno, en otra circunstancia. Para nosotros, Venezuela está lejos de ser una democracia", agregó.
Cuando el avión con tripulación venezolana-iraní despegó del Aeropuerto de Ezeiza, autoridades uruguayas recibieron el pedido de acceso, que fue rechazado por el ministro de Defensa, Javier García.
El gobierno uruguayo tomó la decisión "asegurando que además (la aeronave) tenía el combustible suficiente para que no hubiera otro tipo de riesgo, nada más", dijo Delgado ante la prensa.
"Ningún otro de afuera, con menos legalidad que la nuestra, va a poder endosarnos cualquier tipo de responsabilidad", apuntó.
Pedido de explicaciones
El gobierno de
Nicolás Maduro consideró "inaceptable" lo sucedido y
exhortó a las autoridades uruguayas a "velar por los principios de seguridad, fraternidad y hermandad". Así lo hizo saber este jueves cuando emitió un
comunicado y denunció "ante la comunidad aeronáutica internacional esta lamentable acción que pudo haber ocasionado una
tragedia,
pérdidas humanas y daños para ambas naciones", en referencia a la negativa uruguaya. Para las autoridades venezolanas hubo un "irresponsable manejo" de la situación, y fue un "terrible hecho".
La tripulación –cinco iraníes y 14 venezolanos que están demorados en un hotel de la capital argentina– tenían intención de volar a Caracas, Venezuela, el 11 de junio. Sin embargo, tanto YPF como Shell se negaron a abastecer de combustible a la aeronave, por lo que decidieron realizar una parada técnica en Uruguay.
El país aprobó en primera instancia el vuelo, según confirmó El Observador, pero una llamada del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, a su par de Defensa, Javier García, generó que García negara la llegada del avión al país.