Por Pablo Benítez, enviado a La Plata, Argentina
Uruguay se metió este jueves en la final del Mundial sub 20 al ganarle 1-0 a Israel en otra emotiva actuación que combinó un fútbol propositivo, mucha entrega, reaparición de jugadores que se daban por descartados y una defensa aguerrida del área en los últimos minutos.
Referí te presenta 10 hechos que no se pudieron ver por televisión y que desde las tribunas del estadio se vivieron en una tarde repleta de emociones.
La previa del partido fue muy emotiva para los jugadores. Con 28.700 personas en las tribunas y ampliua mayoría de uruguayos, más de 15 mil, la localía se hizo sentir cuando salieron a hacer los calentamientos tanto Israel como Uruguay.
Los goleros fueron los primeros en salir a calentar.
Cuando Randall Rodríguez ocupó el arco, el Ruso Diego Pérez, ayudante técnico de Marcelo Broli, lo fusiló con varios pelotazos desde dentro del área.
El Ruso no se anda con miramientos cuando tiene una pelota adelante. Pero Randall no se le achicó. Volvó y voló para quedar a punto para hacer un partidazo.
El golero de Peñarol tiene una técnica de atrape maravillosa, no da rebotes, va al pie con fuerza, velocidad y determinación y cada vez que lo llaman a intervenir, responde con atajadas salvadoras. Qué joya que tiene Peñarol. ¿No estará para dar ya el salto a Primera?
Desplegaron una bandera gigante, cuando lhubo hinchas de Uruguay a los que la Policía les sacó banderas que eran 10 veces más chicas que esa.
Encendieron bengalas y tiraron bombas de humo en dos colores, elementos prohibidos por parte de FIFA.
Además, entraron con un arsenal de elementos de percusión e instrumentos de viento, mientras que en todo el resto del estadio, en los más de 15 mil hinchas uruguayos que concurrieron, solo se escuhó un bombo. Un bombo.
El aliento que desplegaron fue constante y dirigido por cinco elementos que estuvieron todo el partido de espaldas y de torsos desnudos. ¿De dónde salió esa barra?
Inmediatamente el jugador pidió cambio de botines. Dio la impresión de que necesitaba un calzado con tapones más altos por el estado del campo de juego, demasiado blando y con mucho pozo.
Sin embargo, en zona mixta, el jugador de Fénix contó lo ocurrido: "Cuando cometo la falta se rompió uno de los zapatos. Por eso pedí el cambio de botines".
El presidente de la delegación de Uruguay, Marcelo García, los acomodó en una zona de la tribuna oficial junto a autoridades de FIFA.
En las gradas de encima estaban las autoridades de la AUF encabezadas por Ignacio Alonso y Sebastián Bauzá.
Los hinchas más cercanos los saludaron a distancia, les sacaron fotos y les tomaron videos.
Algún periodista intentó sacarles fotos pero rápidamente los voluntarios se movieron: "No se puede sacar fotos al palco oficial".
"Los palcos VIP no están habilitados para nadie en el estadio, por eso los tuvimos que ubicar en esa zona neutra", dijo a Referí García.
Los jugadores bajaron al vestuario después para felicitar a los sub 20.
Sin embargo, para sus compañeros, la jugada más festajada se dio sobre el final, en un desborde de Israel por banda derecha. Parecía que el extremo de Israel le ganaba la raya para tirtar un centro, pero Matturro se le plantó a último momento y forzó un córner.
Parecía una incidencia más. Pero Facundo González primero y Randall Rodríguez después, se acercaron para abrazarlo. Como si hubiera hecho otro gol.
Hace unos días, el periodista Nicolás Mussetti publicó goles de Matturro en formativas de Defensor Sporting, encarando desde atrás. Todo un vaticinio.
Después del calentamiento, tres encargados de campo saltaron a la cancha a arreglar los panes sueltos.
Pero en el entretiempo fueron 10 los que trataron de arreglarlo. Imposible.
¿Se harán gestiones para cambiarlo? No. FIFA ya fijó las sedes y de ahí no se mueve.
Y de última, los jugadores de Uruguay saben cómo adaptarse a esos campos de juego.
Así lo hicieron saber Ignacio Sosa y Fabricio Díaz en diálogo con Referí.
Sin embargo, a la cancha fueron muchos hinchas con camiseta de Argentina a ver el partido. Algunos hincharon por Uruguay por la hermandad de los dos países y otros, por sus raíces, a Israel.
Luis Alberto Mulnedharer, popularmente conocido como el Colorado de Omar Gutiérrez, dijo presente en La Plata.
Cuando el equipo de Referí grababa un video pasó por atrás de cámaras, levantó los brazos y gritó "Uruguay nomá".
Luego se acercó y se ganó su propia grabación: "Hoy ganamos 2 a 0", dijo.
Al rato reapareció por atrás y aoltó de la nada: "Un argentino me regaló la entrada, se pasó, y le di una propina, 1.000 argentinos". Cada cinco pasos que daba, un hincha uruguayo le pedía una selfie. Justo en ese momento se apareció uno y le dijo: "Colo, ¿precisás entrada? Tengo una si querés". "No, ya tengo, gracias", le respondió. Todo un personaje.
Al final, surgió del fondo un aplauso de los presentes, periodistas uruguayos y argentinos, y el entrenador, sorprendido, los devolvió.
Varios jugadores, como Juan Cruz De los Santos, Santiago Homenchenko, Mathías De Ritis, Alan Matturro y Facundo Machado estaban acompañados por famiiares y algunos por sus novias.
Cuando el reloj llegó a las 9 todo se disipó. Los futbolistas se despidieron de sus allegados y todos tomaron el ascensor rumbo a sus habitaciones para descansar adecuadamente.
En el primer piso, Marcelo Broli cenaba.
En el lobby del hotel, DSports montó su estudio y Jorge Casales, Marcelo García e Ignacio Alonso charlaban. Este último lo hizo con el Tola Julio Antúnez, al fondo del lobby.
Mucho movimiento en el hotel. Pero los jugadores, con el reloj alerta para respetar los descansos.
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