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Después de 15 años de amarguras, Deportivo Maldonado lloró de felicidad

El regreso del Depor estuvo marcado por una historia de sufrimiento por la pérdida de su estadio, la desafiliación y funcionarios cobrando con ticket alimentación hasta llegar al anhelado ascenso celebrado con llantos de emoción
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09 de noviembre de 2019 a las 05:04

Corría el año 2003 cuando un hijo pródigo de la ciudad recibía una puñalada al alma. Su estadio, Ginés Cairo Medina, el que albergó innumerables partidos de la selección del departamento, iba a remate.

Las deudas ponían a Deportivo Maldonado contra la espada y la pared. Un año después el equipo descendió a Segunda División Profesional. Los problemas económicos eran angustiantes. El plantel se movía dentro de un marco de amateurismo alarmante. Y ocurrió lo que se visualizaba. Terminada la temporada 2005, Deportivo Maldonado comunicó a la AUF su desafiliación por no poder hacer frente a las deudas. Por extraño que resulte, dejar de competir a nivel profesional era un simple detalle ante el riesgo de desaparecer.

“¡Pufff! De aquellos tiempos no me olvido. Con los compañeros hacíamos de todo: la comida, manejar los traslados del equipo. ¡Las pasamos…! No había lugar para entrenar, no teníamos vestuario para cambiarnos. ¡No cobrábamos!”, rememoró Ignacio Borjas a Referí. Nacho, que a pesar de haber formado parte de la historia de Peñarol ganando el segundo Quinquenio, no abandonó su cuadro de origen. Se quedó a pelearla. Borjas había llegado al Depor en 2002. Las vivió todas. El descenso, jugar en Segunda, el remate del Ginés Cairo Medina, la desafiliación y el ascenso.

De aquellos tiempos de crisis hay dos sobrevivientes más: el delegado Jorge López y el utilero Damián Da Costa, Chincha para los jugadores y el mundo Depor.

Chincha llegó al club hace 19 años. Comenzó a trabajar en el año 2000, en las inferiores del elenco fernandino. Llegó a ser utilero y delegado. Pero un día faltó el utilero del primer equipo y el técnico Antonio Alzamendi le pidió si podía dar una mano. Allá fue. Al otro día el propio entrenador habló con el presidente del club, después llamó a Chincha y le dijo: "Mirá, hay esta plata, ¿te sirve?". El hombre no lo dudó. Estaba sin trabajo y aceptó hacerse cargo de la ropa del plantel principal.

La base se armó en la sede sobre la avenida España esquina Ginés Cairo Medina. Vaya paradoja del destino, la calle que lleva el mismo nombre que el estadio que le fue rematado por las deudas.

Para el utilero del club, perder el viejo estadio fue un dolor en el alma. “Iba todos los días caminando por la calle con un carro de supermercado cargado de ropa y pelotas al Ginés Cairo Medina para atender al plantel principal”, rememoró.

El remate del estadio

“¡Pahhh…! Para mí fue una tristeza enorme el remate del estadio. Entrenábamos ahí, la primera jugaba ahí, era el día a día. Fue un golpe duro”, admitió con un dejo de nostalgia el utilero de Deportivo Maldonado sobre el remate de la cancha.

En esos tiempos, un vecino de la zona llamado Francisco Palladino despuntaba su pasión por el fútbol dirigiendo niños en el baby fútbol. Un día, como todos, salió a trabajar y se sorprendió al ver máquinas tirando todo abajo. Lo embargó el dolor.

“El mismo dolor con que lo vivió toda la gente de Maldonado porque cuando un estadio se va, se van con él un montón de historias, anécdotas y sentimientos. Ahí jugaba la selección de Maldonado. Era algo muy típico del lugar. Hoy hay un complejo habitacional”, expresó Palladino a Referí.

Aquellos años fueron duros. Los jugadores no percibían sus salarios. Los funcionarios menos. “Estuve seis meses sin cobrar. Me daban ticket alimentación. Y con eso ayudaba en mi casa”, rememoró Chincha, el utilero.

Pero aquello no fue lo único. Bajo ese panorama el club se encaminaba a la desaparición. “La autosustentabilidad era imposible, Los recursos tenían que salir del bolsillo de los directivos y no tenían esa chance. Había riesgos de desaparecer”, dijo el entonces jugador Borjas.

En el año 2006, a influjo de nuevos dirigentes y gracias a la buena voluntad de los jugadores que aceptaron refinanciar la deuda, se generó una especie de cooperativa para que el club arrancara a jugar nuevamente con el objetivo de tener estabilidad económica”, contó Borjas que compartía su actividad futbolística con la de encargado y crupier en el casino del Conrad.

La vuelta a la actividad no resultó sencilla. Había un solo juego de camisetas. No había una cancha fija para entrenar. “Íbamos en la camioneta de algún dirigente y llevábamos la ropa”, dijo el equipier. El tema es que las canchas donde entrenaban no disponían de un vestuario para cambiarse. “Terminabas de entrenar y volvías a tu casa a bañarte”, acotó Borjas.

Unos parten, otros llegan

Y mientras Borjas perfilaba su retiro como futbolistas en el club, un joven entrenador llegaba al baby fútbol del club con la ilusión a flor de piel. Ninguno de los dos siquiera imaginó que el destino les tendría reservado un lugar en la historia recorriendo el camino juntos.

Corría el año 2007 cuando Jorge Luis Manganiel le propuso a su compañero del curso de entrenadores, Francisco Palladino, tomar las categorías más grandes del baby fútbol de Deportivo Maldonado.

Pancho, como lo conocen en el Depor, tenía experiencia trabajando con niños tras su pasaje por Racing y Central Molino.Manganiel, que había jugado en el baby y las formativas del Depor hasta llegar a Primera, dejaba el club.Palladino estuvo tres años en el baby y luego lo derivaron a la cancha grande para que asumiera la conducción de las categorías Sexta y Séptima.

Pancho se encontró con un mundo al que no estaba habituado. Pasó de la organización del mundo Depor del baby a las carencias de las nóveles divisiones juveniles del club.

“Empezamos a armar cosas desde cero, las primeras captaciones se hicieron con mi llegada y uno guarda gratos recuerdos de los sacrificios y las colaboraciones de gente que posibilitaba presentarse en cancha. No había ómnibus en ese momento, las pelotas me acuerdo que las llevaba el actual presidente Federico Alvira, o Diego García con su auto. Se entrenaba en canteros y cuando había cancha eran dos categorías juntas, más de 50 chicos en la misma cancha”, rememoró Palladino en charla con Referí.

Tiempos de cambio

Terminaba el año 2009 cuando a las autoridades de Deportivo Maldonado les llegó el dato de que un grupo inversor inglés tenía la intención de invertir en Uruguay.

Los dirigentes lograron acercarse a los ingleses a quienes invitaron al departamento y les mostraron las instalaciones del club y, a pesar de que podían optar por otros clubes, se formó la SAD (Sociedad Anónima Deportiva) con el Depor.

Los ingleses contrataron a Borjas como gerente deportivo y el proyecto se puso en marcha.

“Con diferentes etapas, la primera fue de supervivencia para que el club no desapareciera hasta que llegó la nueva estructura social donde se empezó una segunda etapa de conocimiento de los directores de la SAD con nosotros, el entorno. Los primeros cinco años fueron con presupuestos acotados lo que hizo difícil aspirar a un ascenso y la última etapa es donde deciden apostar a subir”, contó Borjas a Referí.

El equipo se puso en marcha. En alguna oportunidad quedó en la puerta del ascenso, pero los años pasaban y no se concretaba.

En setiembre de 2017 se da un detalle que fue el preludio de la historia. Nelson Abeijón se alejó del Deportivo y los dirigentes recurrieron interinamente a Francisco Palladino para que asumiera la responsabilidad del primer equipo en un partido contra Miramar Misiones.

“Lo tomé claramente como un interinato porque antes del partido ya lo habían designado a Hugo Parga. Lo tomé como un premio, como un privilegio, poder colaborar en un momento complicado”, contó Palladino a Referí.

Jamás imaginó que al finalizar la temporada de 2018, luego de dirigir por cuarto año consecutivo al equipo de Cuarta división, su nombre se encontraría en una terna de candidatos para tomar el primer equipo.

Palladino “la peleaba” con entrenadores con mayor recorrido como Alejandro Apud y Martín García.

Los gerenciadores terminaron optando por el hombre de la casa, con sentido de pertenencia.

El armado del plantel

En la SAD de Deportivo la elección del entrenador es un tema que maneja el gerente deportivo Borjas pero la decisión final pasa por los empresarios que están a cargo del club. “La última palabra la tiene el presidente de la SAD, Malcolm Caine”, reveló Borjas.

A la hora de la conformación del plantel, en Deportivo Maldonado se tienen determinadas normas que no se negocian como que los jugadores deben radicarse en el departamento.

“Que viajen todos los días no lo permitimos. No hay chance de que vivan en Montevideo y vengan todos los días a entrenar. Lo impedimos por una cuestión de desgaste físico”, reveló Borjas.

Otra prioridad a la hora del armado del plantel es que la primera opción apunta a jugadores oriundos del departamento. Y lentamente se fue realizando una tarea de hormiga en procura de contar con un plantel competitivo.

Desde el arco, con el argentino Danilo Lerda que se incorporó al club a principio de 2017. Cuando pasó a Deportivo Maldonado viajó durante los primeros tres meses todos los días desde Montevideo hacia el Este para entrenar, pero el desgaste fue mucho y, junto a su esposa y su hijo, se instaló en Punta Ballena. Vive a 15 minutos del Campus.

“Hay una tranquilidad que no se compara. Debe ser una de las ciudades más lindas de Uruguay para vivir, y para criar a mi hijo”, describió en charla con Referí.

En pleno proceso de conformación del grupo a Borjas le llegó el dato de que Mariano Bogliacino estaba radicaba en Maldonado. No lo dudó un instante. Lo fue a ver. “Me reuní con él y pudimos generar el vínculo y a pesar de sus 39 años está intacto. Fue fundamental”, destacó el gerente deportivo.

Bogliacino contó su historia a Referí. “Tenía la chance de seguir jugando en Colonia, pero decidí venirme para estar con mi familia y para que mi esposa pudiera ejercer lo que ella estudió, y lo que le gusta. Y yo podía dar una mano con los nenes”, contó Bogliacino.

Su esposa abrió un estudio de abogados en Maldonado y viaja dos veces por semana a Montevideo. Él, en tanto, tenía la esperanza de seguir siendo profesional. “El año pasado me sentí bien, terminé jugando muchos partidos, y pensé: si me llaman voy a seguir”, comentó el jugador que se vinculó al club fernandino.

Pero acaso la contratación de mayor relieve fue la del Picante César Pereyra, el jugador argentino que patentizó el festejo de sus goles como una ranita.

“Fue la contratación estrella, fue el goleador del equipo, el que nos dio el gol del ascenso y un poco el emblema del año deportivo. César tiene una vinculación familiar con el departamento por intermedio de su madre. En enero empezamos a hablar para ver si le interesaba venir, se mostró entusiasmado y sellamos el acuerdo”, contó Borjas.

Había un detalle más. El legado familiar en el cuerpo técnico. La abuela de Jorge Manganiel, ayudante técnico de Palladino, nació el mismo día en que fundó el club. La señora, de 91 años, estuvo presente en todo el camino con videos o mensajes.

A la cancha

El pasaje del Depor en el campeonato tuvo sus idas y vueltas. Pero si algo marcó la campaña del equipo de Palladino fue la regularidad.

Tal vez los momentos más complicados los vivieron en la primera fecha de la segunda rueda cuando perdieron 3-2 contra Bella Vista como locales. El partido estaba igualado 2-2 hasta que apareció Lemos a los 73 minutos para marcar el gol de la victoria papal.

Otra derrota que dolió fue la del clásico contra Atenas de San Carlos, el 31 de agosto en el Campus. El Depor ganaba 1-0 pero al inicio del segundo tiempo, y en apenas cuatro minutos, se lo dieron vuelta.

Acaso la más dura de todas ocurrió el 15 de octubre cuando a tres fechas del final del torneo perdieron 4-3 contra Villa Española en el Obdulio Varela. El Depor manejaba el partido. A los 61 minutos Bogliacino puso el 3-2 a favor. Y cuando no quedaba nada, y el cuarto árbitro había marcado los minutos de descuento, Bigote López puso el empate. Dos minutos después Puglia le dio la victoria al Villa. Fue un golpe al corazón. Un impacto que trasladaba dudas para concretar la aspiración de terminar con 15 años de larga espera.

Sin embargo, el técnico Palladino nunca dudó del regreso a Primera. “En la segunda rueda fuimos más irregulares pero la señal más fuerte que tuvimos de que no nos caíamos fue ver que el trabajo y el compromiso no decaían”, expresó.

En la fecha siguiente el equipo venció 3-1 a Tacuarembó y quedó perfilado para la definición con el ya ascendido Torque. Al Depor le alcazaba con un empate para terminar con los años de permanencia en Segunda.

La arenga de Ravecca

La última fecha movilizó al cuadro. El club puso 11 ómnibus gratuitos para que la gente viajara a la capital a alentar al equipo. En la tarea se embarcaron todos. No quedó nadie afuera. Los chicos de las formativas y hasta las categorías del baby fútbol se subieron al ómnibus que los dejó en el Centenario.

En uno de ellos iban tres históricos que eran los únicos sobrevivientes de los años difícilies como Borjas, el utilero Da Costa y el delegado López. En el viaje surgieron un montón de recuerdos y las bromas sobre la cantidad de kilómetros recorridos en ómnibus a lo largo de los últimos 15 años.

Antes de salir al campo de juego se reiteró un hecho que se dio a lo largo del año, la arenga de Andrés Ravecca. Esta vez dedicada al tercer golero, Valentín Fernández. El día previo a la fecha final el chico de 21 años perdió a su abuela pero pidió para estar en el plantel. El grupo le dijo que se ocupara del tema familiar.

Aquella tarde, en el túnel del Centenario, Ravecca se paró delante del grupo y arrancó: “Muchachos muchas veces acá yo vengo y digo lo que tenemos que jugar, lo que tenemos que hacer, que tenemos esto y lo otro. Hoy les voy a hablar de la vida, muchachos. Por ejemplo tenemos un compañero que ayer pidió para estar con nosotros. Hay cosas que nos exceden, muchas veces nos exceden, pero en determinados momentos la vida te da la oportunidad de valorar esos momentos, esos momentos que a nosotros nos hicieron pasar mal, nos hicieron poner en un lugar donde no queríamos, en el lugar de la tristeza, muchachos. Hoy tenemos la oportunidad que un día que dura 90 minutos, porque hoy es nuestro día de 90 minutos, nos pueda dar la alegría que jamás tuvimos. Porque este día no se va a igualar por otro, porque este día somos unos privilegiados que podemos hacer historia. Porque la historia ya se ha marcado muchísimo en el camino, pero nuestra historia, muchachos, nuestra historia de todos los partidos, de todos los días, de sufrimiento, de nuestros hijos, de nuestras madres, de nuestros hermanos, nuestra familia, hoy somos una familia ahí, hermano. Hoy marcamos nuestra historia. ¿Está bien? Bueno, vamo ahí y marquemos nuestra historia”.

A Chincha, el utilero que estaba ahí abrazado a los jugadores, se le empezaron a caer las lágrimas. “Lloré, no pude contener la emoción. Y cuando pitó el juez se me pasaron los 15 años en la B en un flash”. Chincha lloró como debe haber llorado Manganiel abrazado de Palladino, recordando a su abuela que con 91 años pudo sentir la felicidad del regreso del Depor.

El plan del Complejo Deportivo
Deportivo Maldonado, que perdió su estadio Ginés Cairo Medina por deudas, está embarcado en la construcción de un complejo deportivo. El gerente deportivo de la institución, Ignacio Borjas, reveló a Referí que “en una zona rural, a cuatro o cinco kilómetros de Maldonado, está proyecto disponer de tres canchas y el desarrollo de una infraestructura que permita al primer equipo y los juveniles entrenar”.
¿Cómo fueron estos años sin cancha para entrenar? Duros y con ingenio. Se alquilaban canchas hasta que se logró conseguir un predio lindero a la sede social.
“Con los años hemos generado estructuras, en un predio lindero al club donde juegan los juveniles y la primera puede entrenar de manera eventual. Y luego alquilamos algunos lugares parta los entrenamientos y estamos en vías de construcción de un complejo deportivo”, reveló Borjas a Referí.
El gerente deportivo agregó: “El predio donde entrenamos es de un particular que lo cedió. Allí se hizo una cancha donde juegan las juveniles. Nos queda cómodo porque está integrado a la sede y allí disponemos de los vestuarios, la lavandería. Allí entrena la primera división también. Pero el tema es que se le da tanto palo a esa cancha que a veces el piso no es bueno”.

LA CAMPAÑA DE DEPORTIVO MALDONADO EN SU REGRESO A PRIMERA

4/5/19         Bella Vista 0 – Dep. Maldonado 3

11/5/19       Dep. Maldonado 1 – Central Español 0

18/5/19       Dep. Maldonado 0 – Albion 0

26/5/19       Atenas 0 – Dep. Maldonado 1

1/6/19         Dep. Maldonado 2 – Sud América 0

9/6/19         Villa Teresa 1 – Dep. Maldonado 2

22/6/19       Dep. Maldonado 1 – Rentistas 0

2/7/19         Cerrito 2 – Dep. Maldonado 1

6/7/19         Dep. Maldonado 1 – Villa Española 1

13/7/19       Tacuarembó 0 – Dep. Maldonado 0

20/7/19       Dep. Maldonado 2 – Torque 0

11/8/19       Dep. Maldonado 2 – Bella Vista 3

20/8/19       Central Esp. 0 – Dep. Maldonado 1

25/8/19       Albion 1 – Dep. Maldonado 2

31/8/19       Dep. Maldonado 1 – Atenas 3

8/9/19         Sud América 2 – Dep. Maldonado 0

15/9/19       Dep. Maldonado 2 – Villa Teresa 0

21/9/19       Rentistas 1 – Dep. Maldonado 0

5/10/19       Dep. Maldonado 1 – Cerrito 0

15/10/19     Villa Español 4 – Dep. Maldonado 3

19/10/19     Dep. Maldonado 3 – Tacuarembó 1

3/11/19       Torque 1 – Dep. Maldonado 1

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