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Dos años después se mantiene la foto electoral de 2019: ¿cómo lo analizan los politólogos?
Pasaron más de dos años desde que Luis Lacalle Pou ganó el balotaje que lo convirtió en presidente. Pasaron dos años de gestión. Pasó –o está pasando– una pandemia, volvieron a aparecer ollas populares, se desató la guerra en Europa y se dispararon los precios. Y, a pesar de todo eso, el electorado se mantiene casi incambiado desde noviembre de 2019.
"Después de todo lo que pasó en el mundo, en la región, en Uruguay: pandemia, problemas económicos, problemas sociales, es extraordinario que se mantenga prácticamente incambiada la foto de noviembre de 2019", dijo a El Observador, el politólogo Adolfo Garcé, tras los resultados del referéndum por 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC).
"Eso habla de la solidez de las identidades partidarias y de la estabilidad de las preferencias políticas en este país", aseguró. "En última instancia de la solidez del sistema de partidos", añadió Garcé.
Rafael Porzecanski, director de Opción Consultores, indicó que ellos desde hace meses denominaron la contienda "balotaje a medio término". "Un modo donde el oficialismo concurrió con todo su bloque de partidos en pos de un objetivo común", afirmó mientras hacía referencia a los primeros datos el domingo en Telenoche. Porzecanski aludió a ver "al Partido Independiente, a Cabildo Abierto, al Partido Nacional, al Partido Colorado en un mismo estrado, levantando las mismas banderas".
Eduardo Bottinelli, director de Factum, también hizo referencia a las elecciones anteriores. Este lunes en radio Sarandí recordó que cuando los partidos votaron separados tuvieron mayor éxito que juntos: 54% en las legislativas y 49% en el balotaje, de 2019. Luego, en las departamentales tuvieron 50% de votos sumados, pero en el referéndum por la LUC el 48%.
Bottinelli apuntó que el voto en blanco tuvo casi 30 mil votos, y el voto anulado tuvo casi la misma cantidad que "la suma del voto en blanco y anulado del balotaje y de la primera vuelta". De esta manera, Bottinelli interpretó que quienes votaron en blanco durante esta ocasión lo hicieron para dar el mensaje de "quiero que la ley se mantenga, pero no darle el apoyo explícito al gobierno".
Subrayó también que "ninguna opción logró por sí misma más del 50%, ni en votos válidos ni en el conjunto total de votantes", pero se refirió a que desde 1999 el país está dividido en dos. Señaló que antes había un bipartidismo, pero no era “tan ajustado” como actualmente. "Estamos hablando de distancias muy pequeñas", arguyó.
Incluso, según recordó Bottinelli, Lacalle Pou fue electo "por menos de la mitad de los votantes, porque ganó con el 49%". Con la baja en la participación (de casi 134 mil personas menos) y el aumento de los votos anulados (28 mil votos más), ambas opciones perdieron votos respecto a noviembre de 2019. Mientras que el NO perdió 101 mil votos respecto a la votación de Lacalle en 2019, el Sí perdió 87 mil comparado con los que habían recibido Daniel Martínez y Graciela Villar.
Los discursos
Al respecto del discurso del presidente en Torre Ejecutiva, el director de Factum señaló que Lacalle Pou volvió a hacer referencia al proceder del gobierno en la pandemia, como había hecho el miércoles pasado en la conferencia que cerró la campaña del oficialismo. Este domingo, el jerarca explicó el formato de la conferencia con la vicepresidenta, el secretario, el prosecretario y los ministros presentes, “tal como se hizo cuando se daban las conferencias de prensa en la pandemia", recordó Bottinelli sobre lo que expresara Lacalle Pou.
"Hay una referencia permanente a eso” como un recordatorio de “esto fue lo que hicimos, esto es lo que la gente valora”, aseguró.
Sobre la participación del presidente en campaña, afirmó que “jugó todas las cartas, estando en el límite”. “Más allá del límite en algunas cosas”, añadió.
Por su parte, Adolfo Garcé calificó al discurso del presidente de sereno y medido sobre "un resultado que probablemente no terminó de conformar al gobierno porque fue extraordinariamente ajustado". Aunque se reafirmó que "el gobierno lejos de bajar los brazos va a redoblar los esfuerzos para cumplir con su programa".
En el discurso del presidente del Frente Amplio (FA) y expresidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, Garcé distinguió que "aun en la derrota había cierto clima de alegría, de entusiasmo". “A nadie le alegra perder, pero hay formas y formas de perder, y esta fue una derrota muy honorable dentro de todo”, subrayó.
Porzecanski consideró que hubo "una demostración de fuerza de la oposición"; porque recurrió a "a un mecanismo de democracia directa que contemplaba dos vías", lograron "el primer objetivo (las firmas para el referéndum) con buen margen" y estaban "muy cerca" de la derogación; afirmó el domingo mientras llegaban los primeros resultados que indicaban un empate técnico y el Sí no alcanzaba el porcentaje para la derogación.
Para Bottinelli, el movimiento iniciado por la comisión por el Sí “terminó siendo una buena jugada para la izquierda”, porque el nivel de votación fue "muy importante". "Se abrieron los comités de bases, se logró una movilización muy importante", después de que el FA perdiera el gobierno nacional y varias intendencias.
