Ing. Santiago Rivas, Director de División Logística del Banco de Seguros del Estado
La gestión de las edificaciones tiene un alto impacto en el medio ambiente. En un breve artículo es intención presentar algunas ideas para disminuir lo ambientalmente negativo de las actividades empresariales. Una edificación es más que una estructura material: tiene una vida muy intensa, nutrida por quienes la ocupan. Como cualquier organismo vivo, las edificaciones necesitan energía para funcionar y a su vez generan emisiones y residuos. Todo esto debe ser administrado integralmente y para eso existen los “Facility Managers”, que son responsables de dichos procesos. Para realizar un uso eficiente se requiere del empoderamiento de la gente y quien lidera la gestión debe tener un rol catalizador y de impulso a la concientización permanente. Como toda transformación cultural, necesita un proceso sostenido en el tiempo.
Si nos enfocamos en lo edilicio, un aspecto a tener en cuenta en la gestión es el tratamiento especial de las construcciones existentes y de las que se están proyectando o son nuevas. Nuestra experiencia como empresa estatal que funciona desde 1914 y que cuenta con ambas situaciones es que, por un lado, se debe asumir el desafío de adecuar el funcionamiento en base a lineamientos de protección del medioambiente y accesibilidad y por otro, coordinar procedimientos adecuados a un edificio de construcción reciente. En particular nos referimos al Hospital BSE, cuyo proyecto original fue concebido en base a una vida saludable, a minimizar la degradación del medio ambiente y defenderlo.
Tomando como referencia la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, ONU, 2015-2030) en la que se reafirman metas que trascienden a las generaciones, nos enfocamos a dos metas que articulan esfuerzos institucionales para su implementación.
El compromiso con el ODS 7, implica “Garantizar acceso a energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos” y en particular la meta 7.3: “De aquí a 2020 duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética.”. El BSE lleva casi 20 años trabajando en esa línea y los resultados se pueden ver tanto en sus edificios más antiguos como en el más reciente (calentamiento de agua con paneles solares, acondicionamiento térmico central, eliminación de más del 90 % de las fuentes de energía fósiles, iluminación LED, entre otras).
Por otro lado, la alineación con el Objetivo 9 que nos lleva a “Construir infraestructuras resilientes, promover industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación” En la meta 9.1: Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad…”. En particular nuestro Hospital se ha proyectado priorizando la iluminación exterior, el uso de la energía solar y el vínculo entre los espacios internos y externos.
En todos los casos, en la concepción amigable con el medio ambiente de los edificios, los aspectos centrales a tener en cuenta son los siguientes:
En definitiva, crear infraestructuras eficientes genera impactos positivos en términos de sostenibilidad: ambientales, disminuyendo el consumo de combustibles fósiles, emisiones de CO2 y disposición adecuada de residuos. Económicos, en cuanto a ahorros generados. La influencia de estos dos factores (ambienta y económico), favorece desde el punto de vista social, al desarrollo del entorno y la comunidad.
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