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Un audio de WhatsApp los delató: así dieron con los homicidas del cantinero en Lezica
La Justicia imputó este miércoles a dos adolescentes por el homicidio de un cantinero en Lezica el pasado 29 de abril. Según dijeron fuentes del caso a El Observador los menores se dedicaban a robar celulares, y por esas indagatorias es que los investigadores lograron vincularlos con el crimen que ocurrió hace cinco meses.
Las denuncias por el robo de celulares caían una y otra vez ante las seccionales policiales. Hasta que uno de los denunciantes aportó al Ministerio del Interior información en tiempo real acerca de dónde estaba su celular, gracias a la opción “Find my iPhone” (en español, “encuentra mi iPhone”). Era un punto en el mapa de Montevideo que permitió a los policías saber en cada instante donde estaba la persona con el aparato robado.
Tras un allanamiento reciente, la policía incautó varios celulares: los robados pero también los que eran propiedad de los ahora imputados. Los jóvenes habían tenido una conversación acerca del homicidio que habían cometido. Los mensajes y un audio de WhatsApp pasaron a formar parte de la investigación del fiscal para la acusación que terminaría con sus imputaciones.
El audio los situaba en el lugar del homicidio del cantinero, en las calles Lezica y Niña, sobre la hora 21:40 de aquel viernes cuando se habían hecho pasar por clientes.
Si bien los dos adolescentes habían sido detenidos la mañana siguiente al homicidio tras un primer allanamiento en su vivienda del barrio Conciliación, no se los había podido vincular. Con las nuevas pruebas es que este miércoles fueron imputados por homicidio y la Justicia los envió al Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), informó Telemundo (canal 12) y confirmaron fuentes oficiales a El Observador. También les imputaron tenencia ilícita de armas, que estaban donde la policía incautó los celulares.
Dos condenas
Avanzada la investigación, en mayo de este año la Justicia condenó a dos adolescentes por porte de armas en situación irregular, consignó entonces Montevideo Portal. Se comprobó que participaron del hecho y se les incautó dos armas de fuego, municiones, una picana eléctrica, celulares y dinero. En ese momento, no se pudo vincular a esos menores con el homicidio. Por entonces se dispuso libertad asistida por seis meses con control del Inisa.
Más personas fueron investigadas durante este tiempo por la fiscalía, porque fue un grupo de delincuentes que actuó aquella noche del 29 de abril que se tornó violenta. La víctima recibió dos disparos que le ocasionaron la muerte. Amenazaron con gas pimienta y armas a su dueño. El propietario del local intentó desarmar a uno de los delincuentes, pero fue atacado por otro que le dio dos disparos, uno ellos, cerca del corazón.
El comerciante fue asistido y trasladado al hospital Saint Bois, pero murió por la gravedad de las heridas. Un cliente de la cantina fue herido de bala en la cara, y logró recuperarse más tarde tras ser internado en el Hospital de Clínicas. Ambos fueron quienes se trabaron en lucha con los delincuentes, que eran cinco.
En consecuencia, un grupo de vecinos de Lezica, Villa Colón, Colón y Melilla se congregó ese sábado a la tarde para reclamar más presencia policial en la zona.
Había varios testigos que luego declararon ante el fiscal Ricardo Chiecchi. Los atacantes escaparon con pertenencias de los clientes y un vehículo, que más tarde fue encontrada en un descampado cercano al arroyo Pantanoso.
