El dilema de Peñarol y Viatri: ¿lo espera?

Dos días faltaban para fin de año cuando el teléfono de cada uno de los dirigentes de Peñarol explotó con una noticia fuera de lo común. El argentino Lucas Viatri estaba internado en Buenos Aires por un accidente con pirotecnia y tenía comprometida parte de su visión.

Las especulaciones, versiones y diagnósticos se multiplicaron y el club tomó la sana postura de llamarse a silencio y cerrar filas hasta tener datos certeros sobre la recuperación del argentino.

El lunes al mediodía, cuando la atención estaba puesta en el clásico que Peñarol terminó ganando ante Nacional en el Estadio Centenario, la Comisión Directiva del club aurinegro recibió al jefe de la sanidad Edgardo Rienzi para escuchar su diagnóstico.

Desde el 24 de diciembre Viatri fue tratado por un oftalmólogo argentino, uno uruguayo y un retinólogo especializado en enfermedades, accidentes y cirugías que afecten el sistema visual. Los profesionales médicos trabajaron en coordinación permanente con Rienzi, pero la zona afectada aún permanece hinchada y eso no permite evaluar en profundidad el alcance de las heridas, por lo que la incertidumbre es total.

En paralelo, Peñarol a través de sus dirigentes y de la estructura deportiva quiere saber si podrá contar con el jugador, que aún tiene seis meses más de contrato con el club. La incertidumbre en cuanto a los plazos de recuperación motivó, entre otras cosas, que el club negociara la llegada de Gabriel Fernández y dejara en suspenso las consultas de equipos extranjeros por Cristian Palacios.

El informe sanitario presentado el lunes por Rienzi sobre la situación del delantero fue fichado como confidencial y todos los actores se llamaron a silencio hasta la públicación de un nuevo informe, que demandará al menos un mes. Sin embargo, Referí accedió a datos importantes en cuanto al plazo de recuperación y el estado de situación.

La sanidad estima un plazo de cuatro meses, aunque la incertidumbre con respecto a la evolución es total y es imposible dar diagnósticos finales. Si baja la inflamación y no hay mayores lesiones, Viatri podría volver a jugar en cuatro meses, según se desprende del informe médico. Si la zona marca una involución luego de que baje la inflamación, el argentino corre riesgos de que su visión disminuya.

O sea que, en el mejor escenario, Viatri podría volver cuando falten dos meses para terminar su contrato, lo que le deja muy pocos partidos para jugar antes de que quede libre.

"Lucas es un jugador que nos dio mucho el semestre pasado y nosotros tenemos que cuidarlo. Primero está la persona y luego el jugador", dijo Leonardo Ramos luego de la victoria ante Delfín de Ecuador en Maldonado. El delantero es tratado además por los psicólogos del club, que están al tanto de su lesión y lo acompañan día a día en la recuperación.

Lo mismo piensan los dirigentes puertas adentro. Referí consultó a cinco directivos de las tres plataformas políticas con representación en el club y todos coincidieron en lo mismo: Viatri es un jugador muy bien conceptuado por el cuerpo técnico, siempre rindió bien y se ganó el cariño de los hinchas.

Rescindirle el contrato nunca se llegó a tratar y es una opción que quedó desactivada. Desde el accidente y hasta el final del contrato, Viatri deberá cobrar US$ 300 mil por concepto de salario, ya que es uno de los mejor pagados del plantel. Si bien Peñarol no romperá el vínculo contractual con el argentino, en la interna del club algunos esperan que tenga un gesto de grandeza y decida reducir su salario mientras se encuentre inactivo, aunque no hubo charlas formales al respecto.

En definitiva, Viatri quiere volver pero los plazos y el éxito de su recuperación son una incógnita. Mientras tanto, Peñarol lo tendrá en Los Aromos esperando un gesto de buena voluntad.