El Gobierno de Biden demanda al gobernador de Arizona que retire un muro de contenedores con alambre de púas

En efecto, tras ocho años al frente de la gobernación estatal, Ducey dejó una barrera de unos 3.000 contenedores con alambres de púa en la parte superior en la localidad de Yuma, lindante con México.

El debate sobre esa medida, una bandera republicana frente a la inmigración, lleva meses por dos motivos. El primero es que los ambientalistas demandaron a Ducey por asentar esa masa metálica sobre una reserva natural, cosa que va contra la legislación estatal y federal. El segundo tema es que la frontera es responsabilidad de Washington y no de Phoenix, la capital de Arizona.

El Departamento de Justicia demandó a Ducey tras varios meses de conversaciones entre ambas jurisdicciones.

El empresario y dos veces gobernador estatal termina su mandato el próximo 5 de enero. Lo reemplazará alguien que parece la cara opuesta de Ducey. En efecto, quien ganó las elecciones estatales es Katie Hobbs, mujer, demócrata y trabajadora social que el pasado 8 de noviembre se impuso al candidato republicano.  

La gobernadora entrante, que todavía ocupa un cargo en el Senado por los demócratas, no está de acuerdo con la barrera de contenedores para abordar el difícil tema del aumento de migrantes ilegales desde México a través de Arizona.

Hobbs dijo que esos contenedores podrían tener otro destino una vez que, desde el 5 de enero, asuma las riendas del Estado. Dijo que los contenedores pueden servir como vivienda temporal para los sin techo en ciudades que han registrado un aumento del problema, como Phoenix, la propia capital de Arizona.

Washington dio un ultimátum el lunes pasado a Ducey, advirtiendo que emprendería acciones legales en un tribunal de distrito federal porque el muro de contenedores representa “serios riesgos a la seguridad pública y daño ambiental”. El gobernador respondió el martes asegurando que la crisis que motiva la construcción del muro fue la inacción del gobierno de Joe Biden para combatir la inmigración ilegal.

Doucey, sin embargo, dijo que ayudará a retirar los contenedores, que planea extender a lo largo de 16 kilómetros hasta que termine su mandato, una vez que la Administración Biden termine de construir el muro levantado por Donald Trump.

“El Departamento de Seguridad Interior dijo en diciembre de 2021 que completaría las obras del muro. Hace un año, y no lo hizo”, contestó Ducey pese a que solo le quedan menos de tres semanas al frente del Estado.

En un comunicado, el saliente gobernador de Arizona dijo: “No hay información de cuándo la administración Biden podría iniciar la construcción, a pesar de que varias agencias de Arizona han solicitado actualizaciones a sus contrapartes federales. Así que no ha quedado otra opción más que atender a la crisis en la frontera con una barrera temporal”.

A pesar de lo que sostiene Ducey, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, dependiente del gobierno federal, señaló que en enero de 2023 comenzarán a bloquear los huecos en el muro con mallas para evitar el paso de personas y que además pondrán más vehículos de la Patrulla Fronteriza para evitar la migración ilegal.

El parque nacional es una estrecha franja como la Reserva Roosevelt, creada en 1907 para tener el control de Washington en la lucha contra el comercio ilegal. Esa jurisdicción federal es cuestionada por Ducey quien argumenta que esa reserva nunca fue avalada por el Congreso.

Cabe recordar que el gobernador republicano, antes de las elecciones, envió migrantes ilegales en autobuses a Washington. No menos de 2.000 personas que cruzaron la frontera de modo clandestino fueron enviadas por la fuerza a la capital en abierto desafío a lo que Ducey, como muchos republicanos, creen que Biden es “blando” en este tema.

Esa modalidad fue llevada a cabo también por los gobernadores de Texas, que tiene frontera terrestre con México; y de Florida, a cuyos aeropuertos llegan también muchas personas con permiso de turista y se quedan vencidas las autorizaciones.

Lo cierto es que la creciente pobreza en países centro y sudamericanos, más la salida de la pandemia, hizo que la migración ilegal creciera en 2022 a cifras que batieron todos los registros. La propia Administración Biden reportó, en octubre pasado, un total de 2.3 millones de “encuentros” con inmigrantes ilegales entre setiembre de 2021 y el mismo mes de 2022, como se toman los años fiscales en Estados Unidos. Esto representa, según cifras oficiales, un incremento anual de 37%. El mayor flujo fue de migrantes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

La demanda de Washington llega el mismo día en que los medios estadounidenses han publicaron artículos y fotos de la localidad de El Paso, Texas, donde decenas de personas están cruzando la frontera, pocos días antes de que el gobierno federal ponga en marcha una medida drástica, como es devolver a los migrantes al lado mexicano no bien crucen la frontera.