El jesuita a cargo de la lucha contra los abusos de infancias en la iglesia renuncia a su cargo

Hans Zollner, nacido en Alemania y jesuita igual que Francisco, integró la comisión desde el inicio porque era considerado uno de los mayores expertos en la lucha contra los abusos. Además de su formación teológica, es psicólogo y dirige el Instituto de Antropología de la Universidad Gregoriana.

Zollner, quien fue ratificado en 2022 en esa comisión para permanecer hasta 2025, decidió dejar ese organismo a través de un comunicado en el que deja planteadas sus disidencias: “Falta claridad sobre el proceso de selección de los miembros y del personal, sobre sus respectivas funciones y responsabilidades; y otra área de preocupación es la responsabilidad financiera y la rendición de cuentas, que creo que es inadecuada. Es crucial que la Comisión muestre claramente el uso de los fondos en su trabajo”.

“Debería haber transparencia sobre cómo se toman las decisiones dentro de la comisión”, consigna quien ahora se aleja del organismo que tiene la responsabilidad de evaluar los casos de abuso infantil dentro de la iglesia católica. El papa Francisco “aceptó su pedido agradeciéndole profundamente sus muchos años de servicio”, según dice un comunicado del cardenal Sean O’Malley, presidente de esta comisión desde su fundación, dado a conocer el jueves, antes de que se supiera que el Papa debía ser internado.

El presidente de esa comisión dice que Zollner “ha ayudado a dar forma e implementar muchos de los proyectos y programas que tuvieron su origen en las deliberaciones de la Comisión”. El texto firmado por O’Malley agrega que Zollner “ha tomado esta decisión tras reflexionar sobre su reciente nombramiento como consultor para la Protección de menores en la Diócesis de Roma y, en vista de ello y de sus otras responsabilidades, ha pedido ser excusado de su puesto en la Comisión”.

Sin embargo, Zollner se mostró en desacuerdo, entre otras cosas, con la estructura que fue modificada para que la comisión dependa de otro organismo. El ahora renunciante dice textualmente: “No conozco ninguna norma que regule la relación entre la comisión y el Dicasterio (organismo vaticano) para la Doctrina de la Fe, desde que la comisión se incorporó al Dicasterio el pasado mes de junio. Debido a estos problemas estructurales y prácticos, he decidido desvincularme de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores”.

En una reciente entrevista a la cadena de radio española COPE, Zollner mostró su desacuerdo respecto de cómo estaba procediendo la comisión con el jesuita esloveno Marko Ivan Rupnik, acusado de abusos a religiosas. “Es muy frustrante darse cuenta de que, a pesar de todo lo que ha sucedido, lo que se ha discutido, debatido y reflexionado en términos de abuso y su prevención, todavía no hemos avanzado”, dijo Zollner en la entrevista radial.

El pasado 5 de diciembre, la Compañía de Jesús –el organismo al que pertenecen los jesuitas- informó que Rupnik había sido denunciado por varias monjas de la Comunidad de Loyola en Liubliana, de la que había sido padre espiritual.

Las víctimas recurrieron al organismo de la Doctrina de la Fe para denunciar casos sucedidos en la década del noventa y la comisión de la que ahora renuncia Zollner, entendió que por el tiempo transcurrido, las denuncias habían prescripto. No obstante, apartaron a Rupnik de algunas funciones, tales como la confesión de fieles.

La comisión de la que formaba Zollner ya sufrió dos bajas en 2016 y 2017. Se trataba de dos personas que habían sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes, el británico Peter Saunders y la irlandesa Marie Collins. Ambos renunciaron por considerar que no había colaboración por parte de las autoridades del Vaticano.

El 30 de setiembre, Francisco renovó la Comisión con nuevos miembros y con paridad de género. Ahora tiene 10 mujeres y 10 hombres. Los nuevos miembros son los obispos Peter Karam y Thibault Verny, el padre Tim Brennan, las religiosas Mary Niluka Perera y Annah Nyadombo; la profesora mexicana Irma Patricia Espinosa Hernández y otras profesionales, como Maud de Boer-Buquicchio, Anne-Marie Emilie Rivet-Duval, Teresa Devlin y Ewa Kusz. Se mantiene como miembro el chileno Juan Carlos Cruz, uno de los tres sobrevivientes de los abusos del cura también chileno Fernando Karadima, a quien Francisco expulsó de la iglesia tras conocerse los abusos cometidos años anteriores. Karadima murió en 2021.