Hasta 2002, el básquetbol de Biguá sostenía un plantel profesional con el respaldo de la institución y de socios que aportaban dinero para construir un reinado en un club que históricamente, entre su fundación en 1931 y 1984, anduvo en el anonimato de Segunda, Tercera y Cuarta de Ascenso. El tricampeonato Federal de Primera de 1988 a 1990 y el Sudamericano de Clubes de 1992 con Víctor Hugo Berardi como entrenador, le había dado otro vuelo. Sin embargo, la crisis económica de comienzos de la década pasada lo había vuelto a su condición de club de barrio.
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