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El papa Francisco se refirió al conflicto entre la Iglesia y el gobierno de Nicaragua
Este domingo, el Papa Francisco llamó a un diálogo “abierto y sincero” para resolver la crisis entre la Iglesia católica y el gobierno de Nicaragua, ahondada a partir del arresto domiciliario impuesto al obispo de Matagalpa.
Las declaraciones de Francisco, realizadas durante su bendición semanal a turistas y peregrinos en la plaza de San Pedro, son las primeras que emite con respecto a la situación en el país centroamericano donde en los últimos meses las autoridades vienen llevando adelante una campaña de detenciones de religiosos y expulsiones de religiosos.
El Papa no mencionó explícitamente al obispo Álvarez, pero afirmó que viene siguiendo atentamente la situación en Nicaragua con “preocupación y pena” y pidió que rezaran por el país.
El obispo Álvarez que fue retenido varios días en la Curia apostólica, fue finalmente puesto bajo arresto domiciliario, acusado de “promover acciones de odio”. El religioso es una figura de peso entre quienes se oponen al gobierno sandinista y ha tenido un rol preponderante como negociador luego de los incidentes de 2018 en los que una violenta represión dejó un saldo de más de 300 personas muertas y miles de heridos.
En 2019, el obispo Silvio Báez debió partir al exilio, presionado por el gobierno y en marzo de este año, fue expulsado sin aviso previo ni fundamentación el nuncio apostólico arzobispo Waldemar Sommertag, lo que fue condenado por la Santa Sede por injustificado e incomprensible.
Otras acciones del gobierno que tensaron aún más las relaciones con la Iglesia fueron la expulsión de las Hermanas de Caridad, orden fundada por la madre Teresa de Calcuta y el cierre de numerosas emisoras de radio ligadas a la Iglesia.
