El Parlamento viene siendo el "menos productivo" de los últimos 20 años: ¿a qué se debe?

El Parlamento es un poder cuya función va más allá de presentar proyectos y aprobarlos. De hecho, en su rol de “contralor” de los otros poderes, la actual Legislatura fue muy activa: hubo 45% más pedidos de informes. Pero la “productividad”, medida como la literatura politológica lo indica, se basa en los proyectos y las nuevas normas.

La última actualización del Monitor Legislativo que elabora el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de la República, con datos que van hasta el 31 de diciembre, muestra que parte de la baja de productividad está asociada a la caída de los proyectos que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento. Porque si bien la tasa de efectividad del Ejecutivo se mantuvo en los niveles de legislaturas anteriores —casi dos de cada tres proyectos son aprobados—, en tres años se presentaron 28% menos proyectos.

“La baja observada no es alarmante: el Parlamento en términos generales sigue siendo productivo y también lo viene siendo el gobierno”, aclara el profesor titular de Ciencias Políticas Daniel Chasquetti, coordinador del proyecto. Pero la caída sí dice mucho sobre las características del actual Legislativo.

La ley de urgente consideración marcó parte de la gimnasia parlamentaria. Esta ley de más de 400 artículos podría haberse desglosado en decenas de leyes independientes. Es similar a lo que ocurre con cambios de normativas que muchas veces incluyen las rendiciones de cuenta o los proyectos de presupuesto. “La LUC fue clave en la dinámica no solo por esa magnitud, sino que implicó la formación de una comisión de parlamentarios que dejó casi sin funcionar al Senado para abocarse por completo a esto”, explica Chasquetti.

En ese sentido, la LUC incluyó buena parte de los intereses que eran comunes a los distintos socios de la coalición multicolor. Porque esta coalición, como lo dice su adjetivación, cuenta con un amplio abanico de opciones que “demora las negociaciones de cada proyecto”, complementa el magíster en Ciencias Políticas Alejandro Guedes. Ejemplos de estas demoras son los proyectos de Tenencia Compartida o la ley de Medios. Este último está a estudio del Parlamento desde abril de 2020. 

Para evitarse esa tensión a la interna del gobierno, “el Ejecutivo mide muy bien qué proyecto envía al Parlamento y opta por una serie de consultas previas que reducen la productividad”, dice Chasquetti.

A diferencia de las anteriores alianzas entre blancos y colorados, la irrupción de Cabildo Abierto —con suficiente caudal de votos como para inclinar las decisiones a la interna de los socios— “hace que los acuerdos tengan que ser hipernegociados y que muchas veces se llegue a una exposición de voluntades, pero no de instrumentación”, dice el coordinador del Monitor. Por eso, según él, “es probable que el gobierno tenga como prioridad legislativa la aprobación de la reforma de la seguridad social, y para ello es probable que los socios de la coalición deban convencer a Cabildo (Abierto) y canjear su voto para la aprobación de algún proyecto de interés de los cabildantes”.

Pese a estos acuerdos, ninguno de los expertos —y mucho menos la evidencia de legislaturas anteriores— hace prever un incremento de la productividad. Porque los cuartos años de legislaturas coinciden con el inicio de la campaña electoral y una baja del trabajo en las cámaras.

Eso sí: la tendencia histórica también indica que sobre los finales de cada gobierno crece el trabajo de contralor de la oposición. En concreto, en el cuarto año de la legislatura suele haber un aumento de las interpelaciones.

En los tres primeros años de esta Legislatura hubo 10 interpelaciones, cuando en períodos anteriores se alcanzaron las 15 en la misma cantidad de años.

Según Chasquetti, “es probable que esta cifra se incremente considerablemente”. Porque así lo marca la tendencia y porque “la oposición tiene pocas posibilidades de crear comisiones investigadoras que son otro mecanismo de ejercer el contralor y acaparar la agenda”.

Cuando el Frente Amplio perdió la mayoría parlamentaria, en el tercer año de su tercer gobierno, la entonces oposición trabajó en tres “investigadoras” que le permitieron mantener la agenda mediática y envitarse el llamado a sala o interpelaciones. “Esa dinámica es poco probable que se dé ahora, así que habrá que esperar la tendencia histórica de aumento de interpelaciones en el cuarto año”.