El Partido Comunista chileno renunció a presidir la Cámara de Diputados

“Por motivos ajenos a nuestra voluntad, hoy no están las condiciones para que un militante o una militante comunista asuma la presidencia de la cámara de Diputados y Diputadas. Se ha impuesto en los hechos, con diversos argumentos, un veto a nuestro partido que, como ya habíamos señalado, no es sano para la convivencia política ni para la democracia de nuestro país”, expresó el partido en un comunicado.

Las bancadas oficialistas, la Democracia Cristiana (DC), el Partido Ecologista (PEV), el Partido de la Gente (PDG) e independientes habían suscripto un pacto administrativo de rotación de la presidencia de la Cámara Baja, en el que acordaron dividir en seis períodos de siete y ocho meses los cuatro años que dura la legislatura parlamentaria para que un miembro de cada fuerza ocupara la presidencia.

Pero el resultado del plebiscito del 4 de septiembre, en el que la propuesta de nueva Constitución fue rechazada por una mayoría abrumadora, puso la candidatura comunista en duda por parte de algunos sectores, ya que la diputada Cariola ejerció como coordinadora de la campaña del "Apruebo".

Para encontrar una solución, se iniciaron negociaciones encabezadas por la secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte a fin de poder cumplir con el pacto administrativo, pero no tuvieron resultado positivo.

El Partido Comunista afirmó que "quienes comprometieron su palabra frente a Chile confirman que no cumplirán”, en referencia a la negativa de la Democracia Cristiana (DC) y el Partido de la Gente (PDG) a respaldar a Cariola.

A partir de ahora se abre el debate para elegir un nuevo nombre que sustituya al actual presidente de la corporación, Raúl Soto, quien abandonará el cargo el próximo 7 de noviembre.

Por su parte, la legisladora expresó a través de su cuenta de Instagram que agradecía “todas las demostraciones de cariño y apoyo” y sostuvo que la determinación del PC fue una respuesta “a los ataques cargados de misoginia, anticomunismo y violencia política que han buscado denostar mi imagen como parlamentaria”.

“Una vez más nos toca vivir las consecuencias de la persecución y asedio por defender nuestras ideas y convicciones (…) No es democrático pretender hacernos desaparecer como opción política ni proyectar el futuro del país como si sólo quienes apoyaron la opción del rechazo hubieran continuado habitando Chile”, aseveró.

La legisladora agregó que “espero que las fuerzas políticas logren un acuerdo para dar conducción a la Cámara, en base al respeto mutuo, sin vetos y que contribuya al cumplimiento del programa de gobierno”.

“Pese a todo lo ocurrido mi voto estará disponible para ello, porque mi principal motivación para estar en política es generar avances y transformaciones que cambien y mejoren la vida de las personas en nuestro país”, añadió.