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El perfil del empresario uruguayo imputado por el embarque de 4,5 toneladas de cocaína
A principios de agosto la Fiscalía General de la Nación inició una investigación luego de que se incautaran 4.5 toneladas de cocaína dentro de un contenedor de soja provenientes del puerto de Montevideo. El contenedor detenido a principios de agosto por autoridades del puerto de Hamburgo, en Alemania, había salido el 11 de junio desde Montevideo por una empresa de iniciales C SA, dirigida por dos hombres, que luego se supo eran testaferros del empresario Martín Mutio, de 31 años.
Según el documento adunero (DUA) de la importación el contenedor transportaba semillas de soja a granel con destino a Amberes, Bélgica.
El programa Así nos va de Radio Carve, informó que Mutio había puesto la empresa a nombre de testaferros por estar embargado "por tener deudas con todos los bancos de plaza", según declaró ante la fiscalía. La investigación detectó que tenía otras cinco empresas y cuentas en bancarias en Estados Unidos y España.
Este, a su vez, los utilizaba de “pantalla” como titulares de la compañía exportadora ya que él se encontraba “embargado por mantener deudas con todos los bancos de plaza”. Justamente por esa deudas tiene un antecedente. Mutio fue procesado sin prisión en 2015 por un delito de falsificación y por estafa.
De acuerdo a la información manejada por Así nos va, en 2011 Mutio instaló la empresa CGM Global. “Movemos carne de Nicaragua a San Petersburgo o leche en polvo de Australia a Egipto. Nadie en Uruguay hace esto”, declaró el empresario a El País en 2013.
Además, el empresario era asesor de la empresa BCBD, productora de la yerba con cannabis Cosentina, según dijo en una entrevista con el programa De fogón en fogón.
Cuando la yerba Consentina se puso a la venta, las autoridades obligaron a retirar el producto, a hacer el trámite que le corresponde a las yerbas compuestas –que implica un estudio de sus componentes– y a cambiar su presentación. Recién un año después obtuvo los permisos para que pudiera ser comercializada y salió a la venta con el siguiente aviso: “yerba mate con agregado de cannabis de uso no psicoactivo (cáñamo)”.
El director técnico de la empresa BCBD Medicinal, Rodrigo Puente, explicó que los beneficios de la yerba no tienen que ver con la psicoactividad, sino con el cannabidiol (CBD), un compuesto que se suele usar para fabricar productos medicinales. Por cada kilo de yerba que uno compra –por alrededor de $ 220– obtiene 98% de yerba mate y 2% de cáñamo, que serían unos 20 gramos.
Expertos consultados cuestionaron que la yerba pueda tener “propiedades terapéuticas” y explicaron que, sin saber los porcentajes de CBD y la forma en que las sustancias llegarán al organismo del consumidor, es muy difícil prever un efecto. “Tenés muchas variables: cómo toma el mate la gente, si lo toma fuerte, si lo usa por el día, si lo cambia cada tres horas o si lo da vuelta”, dijo entonces Julia Galzerano, especialista en cannabis medicinal y vicepresidenta de la Sociedad Uruguaya de Endocannabinología.
En 2018, Mutio declaró en el programa De fogón en fogón, de radio Cooperativa, que “no fue nada fácil" llegar a producir la yerba. "Gracias a (el diputado del Frente Amplio) Julio Batistoni, Sebastián Sabini (legislador oficialista) Marlene Sica (actual vicepresidenta de ASSE y (la directora general de Salud Pública) Raquel Rosa pudimos sacar el primer producto uruguayo de yerba con cannabis. Nos costó más de 20 meses”, sostuvo.
