Luego de perder el apoyo de los partidos de la derecha, Forza Italia y la Liga, y del Movimiento 5 Estrellas (M5S), el primer ministro italiano Mario Dragh, renunció este jueves, ahora en forma irrevocable, ante el presidente Sergio Mattarella.
El primer mandatario lo invitó a quedarse a cargo del manejo de los asuntos administrativos hasta que surja un nuevo gobierno de las elecciones anticipadas, que tendrán lugar entre fines de septiembre y octubre, aunque aún debía decidirse la fecha exacta.
Un comunicado de la oficina presidencial informó la aceptación de la renuncia. "El presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha recibido hoy (jueves) en el Palacio del Quirinal al presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi, que (...) volvió a presentar su dimisión y la del Gobierno que dirige", dice el texto.
“El Presidente de la República ha tomado nota. El Gobierno se mantiene en el cargo para encargarse de los asuntos corrientes”, concluye el documento, sin anunciar los pasos que seguirán ni la convocatoria de elecciones anticipadas.
Los comicios adelantados podrían celebrarse a finales de septiembre o principios de octubre y es probable que el anuncio de la disolución de las Cámaras tarde unos días en llegar, posiblemente durante el fin de semana, para adecuar los plazos que establece la Constitución, especulan hoy analistas políticos y medios de comunicación italianos.
La dimisión del primer ministro se produjo luego de que ayer, miércoles, ganara una moción de confianza en el Senado por 95 votos a favor y 38 en contra, pero fue una victoria insuficiente porque tres partidos que forman parte de la coalición (Movimiento 5 Estrellas, Forza Italia y la Liga), se rehusaron a participar en la votación.
Draghi encabezaba una coalición de unidad nacional desde febrero de 2021 en la que estaban casi todos los partidos del hemiciclo, excepto los ultras Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.
El ahora exprimer ministro ya había presentado una primera carta de renuncia la semana pasada, dado que consideraba que había llegado el fin de su coalición después de que el Movimiento 5 Estrellas (M5S) no participara en una votación de confianza en el Gobierno. En esa ocasión el presidente Mattarella no aceptó la dimisión de Draghi y le invitó a informar al Legislativo sobre la situación política interna.
Hoy, en cambio, con la Bolsa de Milán derrumbándose y el “spread” –el diferencial entre los bonos alemanes e italianos, termómetro de la situación- en una disparada vertiginosa, Draghi dimitió de manera irrevocable después de un brevísimo paso, a las 9 de la mañana (hora italiana, cinco horas menos en Uruguay), por la Cámara de Diputados, donde su anuncio fue recibido con aplausos.
“Gracias, incluso los banqueros tienen corazón. Gracias por esto y por lo que hemos hecho juntos”, dijo esta mañana antes de acudir al Quirinal un Draghi emocionado después de los aplausos de los diputados. Y comunicó, con cierta emoción, que se aprestaba a “subir” al Quirinal para comunicar sus “determinaciones” al presidente, “a la luz del voto de ayer a la noche”.
Aunque Italia está habituada a un recambio de gobiernos incesante -67 en los últimos 76 años- probablemente esta nueva crisis impacte seriamente en el país.
La actual guerra de Rusia-Ucrania y las consecuencias que está teniendo en Europa, sumado al acuciante panorama económico, más las grietas políticas domésticas que continúan sin perspectivas de solución, complican el panorama.
(Con información de agencias)
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