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El provocador Yerry Mina lo volvió a hacer: se enfrentó con Havertz y le hizo sacar tarjeta
Después de que Burnley (17º) ganara el sábado y que Leeds (16º) perdiera, Everton estaba obligado a ganar en la 35ª jornada para acercarse a los que parece serán sus dos rivales en lo que resta de temporada. El calendario no beneficia a los de Frank Lampard y Chelsea, exequipo del entrenador, era el primer gran escollo a superar y Everton venció 1-0.
En un Goodison Park completamente entregado a la gesta, Everton logró que el solitario gol de Richarlison (57'), anotado justo después del descanso, sirviera para sumar tres puntos que pueden ser decisivos.
"Los hinchas están involucrados en esto", concedió Lampard ante los micrófonos de Sky Sports. "Estoy satisfecho, los jugadores han visto qué significa esto para los fans", subrayó.
En los últimos cuatro partidos en casa, los Toffees han logrado 10 de 12 puntos posibles, una dinámica positiva muy importante para lograr el objetivo de la permanencia. De los restantes cinco partidos, Everton jugará dos como local (Brentford y Crystal Palace), y seguir sumando en casa podría ser suficiente para garantizar la permanencia.
"Este sitio (Goodison Park) tiene que ser un lugar difícil al que venir", analizó Lampard sobre el factor campo.
La derrota de Chelsea, que tiene prácticamente asegurada su presencia en Liga de Campeones la próxima temporada, no es grave a nivel deportivo pero sigue afectando a su imagen de equipo irregular.
Sobre el final del encuentro, el colombiano Yerry Mina hizo amonestar al alemán Kai Havertz: le amagó a tirar un cabezazo y el rival reaccionó empujándolo. El zaguero se mandó flor de piscinazo.
