El regreso a casa no era fácil para Ulises, pero pudo ser menos complejo gracias a los tres consejos de la maga Circe. Primero debía evitar chocar entre rocas, distraído por el canto de las sirenas, para lo cual debía tomar sus previsiones; poner cera en los oídos de su tripulación, y en caso de que él quisiera oírlas, atarse al mástil para no sucumbir ante el hechizante canto.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá