El salario universal, eje del tramo final de la campaña en Italia para las elecciones del domingo

Junto al alineamiento internacional, el tema ha dominado el debate en los días previos a los comicios en que se renovará la totalidad del Parlamento como primer paso para la formación de un nuevo gobierno.

Instituido en 2018 durante el gobierno del entonces premier Giuseppe Conte, el ingreso otorga hasta 780 euros al mes a desocupados, según una escala variable de acuerdo con la edad y núcleo familiar.

Establece la inscripción en un registro nacional para recibir ofertas de trabajo, de las que solo puede rechazarse una para no perder el beneficio.

Con más de 2,6 millones de beneficiarios, y1,5 millón sólo en el sur del país, el subsidio es una preocupación central para buena parte del electorado.

Su continuidad o eliminación encuentra posiciones de todo tipo entre los principales partidos, desde la promesa de mantenerlo y ampliarlo hasta la abolición.

La favorita en las encuestas, la líder del ultraderechista partido Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, plantea lisa y llanamente su eliminación y su reemplazo por lo que promete como "medidas más eficaces de inclusión social y políticas activas de formación e integración en el mundo del trabajo", sin dar mayor detalle.

"Quien está en condiciones de trabajar será ayudado a encontrar un empleo. El instrumento debe estar disponible solo para quien esté imposibilitado de trabajar", planteó Meloni.

Para otro de los integrantes de la coalición derechista, la Liga de Matteo Salvini, se debe fortalecer el ingreso para las personas no aptas para el trabajo, pero rediseñarlo con mayor participación de entes privados en el caso de los desocupados aptos para ser empleados.

La tercera pata es Fuerza Italia, el también partido conservador del ex primer ministro Silvio Berlusconi, quien propone la sustitución del ingreso por medidas más eficaces de inclusión social y políticas activas de formación e integración en el mundo del trabajo, aunque sin demasiado detalle de cuáles serían.

"Estamos hablando de un sistema de protección social que existe en todos los países. Nosotros, incluso, lo introdujimos tarde. Hay que reforzarlo", planteó durante la campaña el líder del partido Cinco Estrellas, del mismo Conte que estableció el programa durante su primer gobierno.

De la mano de sus repetidas idas al sur del país a explicar las virtudes del ingreso, la intención de voto para Conte creció en las encuestas de los últimos días, según analistas.

El Ingreso de Ciudadanía ayudó el año pasado a que un millón de personas no cayeran en la pobreza, según publicó en julio el instituto oficial de estadísticas Istat.

Ello explica que sea uno de los temas centrales para definir el voto, en un electorado aun con muchos indecisos y cruzado por el rol de Italia en Europa, con el telón de fondo de la guerra en Ucrania.

En ese marco, según el progresista Partido Democrático (PD), el Ingreso Ciudadano debería ser "adecuadamente recalibrado" para dar más participación a las familias numerosas y con menores.

"El Ingreso de Ciudadanía es parte de nuestro programa electoral. Estamos por el fortalecimiento del programa en la parte que no funcionó, que es la que la vincula al mercado laboral y las posibilidades de empleo”, prometió esta semana el secretario general del PD, Enrico Letta esta semana.

El dirigente visitó el lunes al canciller socialdemócrata alemán Olaf Scholtz para diferenciarse del “atlantismo” sobreactuado que proclamó Meloni.

"La centroderecha es atlantista y no hay prejuicios con Washington. La postura occidental y el cumplimiento de los compromisos asumidos en la Alianza Atlántica están claramente escritos en el programa común de la centroderecha", planteó la líder de Hermanos de Italia en declaraciones al diario il Giornale.

Lo hizo luego de que tanto ella como su socio Matteo Salvini de la Liga fueran cuestionados porque sus representantes en el Parlamento Europeo no votaron una condena al premier húngaro Viktor Orban en tema de derechos humanos.

"Es un error empujar a Orban hacia Putin", planteó Meloni, que, según el líder de las Cinco Estrellas, el ex premier Conte, “no es apta para gobernar”.

Pese a ello, Conte descartó un acuerdo con los demócratas de Letta como el que mantuvieron hasta la caída del gobierno del primer ministro Mario Draghi, en julio pasado.

Volviendo al salario universal, Letta se manifestó “a favor de mantenerlo en lo que refiere a combatir la pobreza y la marginalidad

También lo apoya desde la centroizquierda la Alianza Verde e Izquierda, aunque pide que esa herramienta sea fortalecida con el objetivo estratégico de alcanzar una verdadera renta básica universal.

En su versión actual, el "Reddito dI Cittadinanza" se otorga por 18 meses, con la posibilidad de ser prorrogado por un período tras una pausa de un mes.

 Además de a los italianos y europeos residentes en Italia, alcanza también a todos los extracomunitarios con presencia regular en el país.

Para el  "tercer polo" que forman Italia Viva y Acción y postula al ex premier Mateo Renzi, la herramienta debe ser eliminada después del primer rechazo de una oferta adecuada de empleo, y no después de la segunda como sucede ahora.

Los dos partidos proponen un plazo de dos años para encontrar trabajo, transcurridos los cuales el importe de la prestación debe reducirse al menos en un tercio y el beneficiario debe ser asumido por los servicios sociales del Municipio.

"Es un instrumento pensado mal, que quiso alcanzar demasiados objetivos con un solo instrumento y que ha demostrado sus límites, dado que mucha gente sigue sin encontrar trabajo porque no se ha formado profesionalmente", criticó esta semana el líder de Acción, Carlo Calenda.

Italia votará el domingo 400 diputados y 200 senadores que deberán luego elegir un nuevo Gobierno, en unos comicios en que la coalición de derecha que forman Fuerza Italia, Liga y Hermanos de Italia encabeza todas las encuestas.

En ese marco, el Partido Democrático (PD) aparece como la segunda fuerza con más intención de voto, según los sondeos, con el Cinco Estrellas (M5E) en tercer lugar.

Una vez conocido el resultado de las elecciones, el presidente Sergio Mattarella encargará la formación de un nuevo Gobierno al dirigente que tenga más posibilidades de lograr un voto de confianza de la mayoría simple del parlamento.

En caso de confirmarse la tendencia de las encuestas, la coalición de derecha podría superar la mitad de los escaños en juego en todo el país y la líder de Hermanos de Italia, la posfascista Giorgia Meloni podría ser la primera premier mujer de la historia italiana si se confirma que su fuerza es la más votada de la alianza de derechas.