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El Senado aprobó la incorporación del país a la Asociación Transpacífico
El Senado de Chile otorgó la media sanción que restaba al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido como TPP11 y considerado el tercer acuerdo comercial de libre comercio más grande del mundo, una iniciativa que generó rechazos y cuestionamientos en el país y que logró el visto bueno dos años después de su aprobación en la Cámara de Diputados.
La particularidad del debate fue que la oposición votó a favor, mientras un sector de la coalición gobernante lo hizo en contra, razón por la que lo analistas locales especulan que el presidente Gabriel Boric demorará su promulgación a la espera de introducir algunas modificaciones negociando con los otros países firmantes.
"El presidente ha decidido, en virtud de sus facultades exclusivas, esperar el avance de las 'side letters' (cartas bilaterales) antes de ratificar el acuerdo. Para esto el gobierno ha desplegado sus esfuerzos para negociar en los distintos foros en los que participa", explicó la canciller Antonia Urrejola, en referencia a las "side letters" que apuntan a excluir el capítulo referente al mecanismo de solución internacional de controversias.
El bloque Apruebo Dignidad, una de las coaliciones que integran el oficialismo, había logrado postergar durante dos semanas la votación en el Senado. Sin embargo, la oposición logró avanzar con el tratamiento y, finalmente, en una sesión que contó con la presencia de Urrejola y el ministro de Hacienda, Mario Marcel, los senadores votaron el polémico tratado aprobándolo con 27 votos a favor, 10 en contra y 1 abstención.
El TPP11 es un tratado que procura eliminar o bien reducir las barreras arancelarias entre los 11 países miembros (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam), abarca un mercado de casi 500 millones de personas, cercano al 13% del PIB mundial, y es una nueva versión del original TPP, que incluía a Estados Unidos hasta que el entonces presidente Donald Trump anunció la retirada de su país poco después de llegar a la Casa Blanca, en 2017.
La oposición chilena argumentó que el acuerdo fomentará las exportaciones sin aranceles de más de 3.000 “líneas arancelarias”, o subproductos, lo que generaría ingresos anuales importantes para el país. En oficialismo, en cambio, sostiene que el acuerdo atenta contra la soberanía económica de los países porque otorga a las trasnacionales derechos a demandar a los Estados en instancias arbitrales internacionales.
Con el objetivo de promulgarlo y ponerlo en vigencia, el presidente Boric, quien cuando era diputado votó en contra del proyecto que en ese momento tuvo media sanción por escaso margen, está negociando con varios países algunos cambios en el mecanismo de resolución de controversias. En esa línea de acción, 10 senadores oficialistas presentaron la sugerencia al mandatario de introducir dos “declaraciones interpretativas”, según informaron los medios locales El Mercurio y radio BioBio.
Lo hicieron en sintonía con el artículo 54 de la Constitución chilena, donde se establece que "el Congreso podrá sugerir la formulación de reservas y declaraciones interpretativas a un tratado internacional, en el curso del trámite de su aprobación, siempre que ellas procedan de conformidad a lo previsto en el propio tratado o en las normas generales de derecho internacional".
Las declaraciones, sin embargo, fueron rechazadas por 22 votos y apoyadas solo por 8, por lo que el TPP11 quedó aprobado y ahora corresponderá que la Cámara de Diputados, el cuerpo de origen, informe al Poder Ejecutivo que el tratado está listo para su promulgación, más allá del plan del Ejecutivo de demorar la firma hasta renegociar los aspectos referidos al mecanismo de resolución de controversias.
