"El rey y su hija llegarán en dos aviones a la terminal (...) Tienen tres vías de salida", alertan los hackers independentistas de Anonymous Catalonia que libran un pulso digital contra Madrid, que decretó en urgencia un controvertido control de internet.
El mensaje fue enviado el domingo a la llegada de Felipe VI al aeropuerto de Barcelona. El destinatario eran los 255.000 suscritos a su grupo en la aplicación de mensajería cifrada Telegram para coordinar las manifestaciones contra el monarca, detestado entre los separatistas.
Al día siguiente, miles de activistas abuchearon a la monarquía y complicaron el acceso de los invitados a una ceremonia presidida por el rey. Antes y durante el evento, ese grupo de Telegram difundía informaciones a los manifestantes sobre qué puertas bloquear y qué calles cortar.
Reivindicándose como miembros de la organización de piratas informáticos Anonymous, considerada una "amenaza" por la OTAN, estos activistas catalanes desarrollaron un programa que analiza y difunde fotos y coordenadas GPS suministradas por sus simpatizantes para localizar objetivos políticos y seguir los movimientos de la policía.
También piratearon recientemente las bandejas de correo de magistrados del Tribunal Supremo español que condenó a mediados de octubre a nueve dirigentes separatistas a altas penas de prisión, desencadenando numerosas manifestaciones en la región, algunas de inusitada violencia.
La mensajería cifrada y algunas aplicaciones específicas amplificaron la movilización, como en el caso del bloqueo al aeropuerto de Barcelona convocado por la plataforma "Tsunami Democrático", otra organización que inquieta a Madrid.
La justicia española abrió una investigación contra esta organización acusada de "terrorismo" y envió a Microsoft una orden "para solicitar la retención del contenido y los datos" albergados por Tsunami en la plataforma GitHub del gigante estadounidense.
Según Microsoft, sólo China y Rusia habían formulado hasta ahora solicitudes simiares.
El martes, además, el gobierno español publicó un decreto de urgencia autorizándolo a cerrar sitios web o intervenir las redes de comunicación sin autorización judicial en caso de "amenaza grave e inmediata al orden público".
De momento, sin embargo, Tsunami Democrático sigue en internet, gracias a sitios alojados en servidores extranjeros, y la aplicación creada para organizar sus movilizaciones continúa activa.
A partir del lunes, anunciaron su acción "más ambiciosa" hasta la fecha en la que debe ser clave esta aplicación, que necesita un código QR exclusivo para funcionar.
El decreto ley del gobierno no apunta sólo a los activistas, también a un proyecto del gobierno regional catalán de construir en la nube una "republica digital" presentada como "la mejor herramienta para controlar el territorio y hacer efectiva la república catalana" tras el fracaso de su intento de secesión en 2017.
Inspirada por la administración digital de Estonia, este proyecto aspira a crear una "identidad digital catalana" para que los ciudadanos de la región puedan votar o tener un documento de identidad catalán.
"No va a haber independencia ni online ni offline", dijo a finales de octubre el jefe de gobierno socialista Pedro Sánchez.
Pero su decreto genera controversia más allá del separatismo.
La presidenta de la Asociación de internautas españoles, Ofelia Tejernia, denunció su carácter "muy genérico", que "supone una limitación del ejercicio de derechos fundamentales como la libertad de expresión, la libertad de información o el secreto de las comunicaciones".
En un correo a la AFP, Tsunami Democrático criticó "una medida extraordinaria" tomada "sin pasar por el Congreso" y "para recortar derechos fundamentales".
"No se trata de cerrar internet", se defendió Sánchez, sino de "poner un punto final a este proyecto del independentismo", que plantea "la utilización de datos de los catalanes para potenciar referendos digitales" o la creación de instituciones paralelas.
Para esquivar el bloqueo, los independentistas utilizan servidores fuera de la Unión Europea, en países considerados "paraísos digitales".
Tsunami emplea la mensajería electrónica suiza ProtonMail, que afirma estar "fuera de la jurisdicción de Estados Unidos y la UE" y que sólo está obligada a divulgar informaciones por "una decisión judicial" suiza.
Según documentos consultados por la AFP, la primera web de la plataforma fue albergada por una empresa domiciliada en el país antillano San Cristóbal y Nieves, también utilizadas por el "Consejo de la República Catalana", una especie de gobierno en el exilio catalán lanzado por el expresidente regional Carles Puigdemont, fugado a Bélgica.
Fuente: AFP
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