Jair Bolsonaro en el cierre de su campaña

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En las legislativas y estaduales de Brasil hubo ventaja conservadora, que tendrá fuertes minorías

El Partido Liberal de Jair Bolsonaro tendrá minorías fuertes en las cámaras de Diputados y de Senadores. En varios estados claves, como San Pablo, el bolsonarismo hizo una buena elección. El próximo presidente deberá convivir con la polarización que surge de los resultados del domingo 2
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03 de octubre de 2022 a las 13:00

Por Eduardo Anguita

El próximo presidente de Brasil será electo el domingo 30 de octubre. Suficiente tiempo para que Jair Bolsonaro y Lula mediten no sólo como encarar sus campañas sino cómo logrará que sus proyectos de ley sean votados.

Habrá un Congreso Nacional de sesgo conservador. Si el punto de partida es que Lula logró 6.200.000 más votos que Bolsonaro y que le falta solo apenas más que un punto y medio para imponerse en el segundo turno, podría decirse que Brasil le dio un respaldo importante al líder metalúrgico.

Sin embargo, a la hora de tramitar las leyes las cosas serán más complicadas. En la jerga política brasileña se dice que el Congreso tiene siempre la mayoría de las Tres B: Biblia, Buey y Balas. Es demasiado gráfico, pero los lobbies de las confesiones religiosas, especialmente el peso de los evangelistas, es fuerte y mayoritariamente pro-Bolsonaro. Buey remite a la producción agropecuaria y la extensión de la soja y crecimiento del complejo cárnico también es conservador y de derecha. Por último y muy importante, la presencia de ex militares en la nueva composición del Congreso es fuerte, además del peso que tuvieron las Fuerzas Armadas en los cuatro años del todavía presidente.

El Partido Liberal (PL), tendrá 99 bancas y será la mayor formación política en Diputados. La Cámara baja tiene 513 escaños y el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula deberá, en caso de llegar al Ejecutivo, negociar con decenas de partidos que miran más las Tres B que el color político de quien se siente en el Palacio del Planalto, la sede del gobierno.

La izquierda en esta campaña logró cosas históricas, como la elección de las primeras diputadas trans y la única diputada indígena hasta la fecha, Joênia Wapichana. Pero el Congreso será fundamentalmente blanco y masculino, en un país con fuertísima discriminación hacia las mujeres y las minorías de la diversidad sexual así como con la amplísima comunidad afrodescendiente e indígenas.

Entre los nuevos diputados estará el exministro de Salud Eduardo Pazuello, un general retirado de malísima gestión en la pandemia, sin embargo fue el más votado en Río de Janeiro. Otro que obtuvo amplia votación fue el exministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, promotor de la deforestación y criticado por desmantelar los organismos de control ambiental.

El Senado renovó un tercio de las bancas y el Partido Liberal obtuvo 14 asientos de los 81 en juego. Bolsonaro contará con ocho senadores más de los que tenía.

El general retirado Antonio Hamilton Mourão, actual vicepresidente, estará en el Senado al igual que la ex ministra de la Familia Damares Alves, una evangelista enemiga de las minorías sexuales y de fuerte sesgo tradicionalista. También estará la ex ministra de Agricultura Tereza Cristina da Costa, ligada al complejo agrícola. En el Senado se sentará Sérgio Moro, peleado con Bolsonaro pero archienemigo de Lula, a quien condenó pese a que luego la Corte Suprema pudo verificar el tráfico de influencias entre distintos fiscales y el ex juez Moro. 

Otra figura central de la Operación Lava Jato fue el fiscal Deltan Dallagnol, quien ganó su banca como diputado por el estado de Paraná, y logró más votos que la también electa Gleisi Hoffmann, figura central del Partido de los Trabajadores.

En las elecciones para gobernador, en los 27 estados, tres quedaron en manos del lulismo en tanto que 11 estarán en manos del bolsonarismo y otras formaciones de derecha. Otros 13 van a ballotage el 30 de octubre. Entre ellos, San Pablo, el motor económico del país. Allí hizo una gran elección el ex ministro de Minas y Energía de Bolsonaro, Tarcísio de Freitas quien superó a Fernando Haddad, quien fuera candidato a presidente en 2018 contra Bolsonaro y hombre de confianza de Lula.

En Río de Janeiro, el bolsonarista Claudio Castro ganó en primera vuelta y no irá a ballotage. En Mina Gerais, el segundo estado más poblado, volvió a imponerse Romeu Zema, un conservador que tomó distancia de Bolsonaro pero no tiene empatía con Lula.

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