Desde 2015 la UTEC ha invertido $ 4.300.000 en equipamiento y máquinas en la Escuela de Lechería, para desarrollar un “tambo tecnológico educativo”.

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En Nueva Helvecia invirtieron US$ 660 mil para la formación de profesionales del tambo

En la Escuela de Lechería de Nueva Helvecia se inauguraron nuevas aulas y esa inversión se suma a un predio con un tambo con avances tecnológicos
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05 de diciembre de 2021 a las 04:30

Con una inversión de US$ 660.000 de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), se inauguró  un nuevo edificio en la Escuela de Lechería de Nueva Helvecia, en la que 120 alumnos se forman para trabajar en los tambos. El edificio cuenta con aula de informática, oficinas y sala de lactancia.

En la Escuela de Lechería, que data de 1930, CETP – UTU dicta el Bachillerato Agrario y la Tecnicatura en Industrias Lácteas, mientras que la UTEC dicta la tecnicatura en Manejo de Sistemas de Producción Lechera. En total, 120 alumnos conviven en modalidad de internado en el centro en el que estudian (100 son estudiantes de UTU y 20 de UTEC).

Nuevas aulas en la Escuela de Lechería.

Juan Ramos Rama, coordinador de la tecnicatura de la UTEC dijo: "Esta es una inauguración producto de un proceso de trabajo conjunto entre ambas instituciones y que es un aporte también para el desarrollo de la Escuela de Lechería”.

Juan Ramos Rama es el coordinador de la tecnicatura de la UTEC.

Prácticas remuneradas

La carrera de UTEC –que dura dos años– está orientada a formar profesionales con un alto nivel de especialización en el manejo operativo y productivo de los sistemas de producción lechera. Los alumnos se preparan para ser capaces de trabajar en "todas las patas de un tambo, que son muchas", comentó a El Observador Tomás Miraballes, alumno de segundo año de la tecnicatura. En dos años aprenden a gestionar el capital humano del mismo y poder hacer monitoreo de los predios, por ejemplo en el registro de animales o en el manejo de las pasturas.

Tomás Miraballes es alumno de segundo año de la carrera de la UTEC.

Se realiza en modalidad dual, los estudiantes alternan el trabajo en la escuela con prácticas remuneradas que realizan en predios de productores, donde también trabajan junto a grupos CREA.

El pago de las prácticas es algo que varios alumnos destacaron en una recorrida que El Observador realizó por las instalaciones de la escuela, en el marco de la inauguración de las aulas. “Está bueno porque es tener un sueldito temprano”, resaltó Miraballes.

Los alumnos aprenden a trabajar en el tambo, con las pasturas y los ganados.

Tambo tecnológico y educativo

Desde 2015 la UTEC ha invertido $ 4.300.000 en equipamiento y máquinas en la Escuela de Lechería, para desarrollar un “tambo tecnológico educativo”, según destacó Ramos Rama.

El tambo cuenta con 12 piezas, un comedero automático, maquinaria que permite llevar un registro de los animales y su producción, un software de gestión del rodeo y tecnología en manejo de efluentes.

En el tambo de la Escuela de Lechería se producen, en promedio, 21 litros de leche por vaca.

Los encargados de ordeñar son los alumnos de primer año de la tecnicatura, que comienzan sus tareas sobre la hora 5.30, cada mañana.

En promedio, por día se producen 1.600 litros de leche en ese tambo, cerca de 21 litros por animal, informaron los alumnos.

Nahuel Fernández, estudiante de segundo año, subrayó: “yo recomiendo mucho la carrera, porque tiene una muy buena base. Así no sepas nada, acá arrancas de cero y salís haciendo un montón de cosas”.

Nahuel Fernández, estudiante.

Además del ordeñe los alumnos se encargan del cuidado de los animales, trabajan en la sala de almacenamiento de leche y aprenden junto a un veterinario sobre el estado de los ganados. Entre otras cosas, además, aprenden a producir con la materia prima que obtienen en el tambo, por ejemplo, se les enseña a hacer queso y dulce de leche.

En la Escuela de Lechería se enseña a hacer productos lácteos.

La experiencia de una tambera

Beatriz Pons, productora lechera de Colonia Cosmopolita, recibió en su predio a una alumna de la tecnicatura y se prepara para recibir a una más en 2022. La tambera rescata que la experiencia fue muy positiva porque hubo mucho intercambio. Al final de cada práctica los alumnos deben redactar un informe con recomendaciones para mejorar algunos aspectos del tambo al que fueron y Pons contó que en el caso de su predio, la llegada de una alumna ayudó, por ejemplo, a mejorar el registro de los terneros.

"Nos parece muy importante que los jóvenes puedan estudiar y puedan tener un lugar donde hacer una práctica en el campo, siempre la gente formada facilita el desarrollo de los tambos", indicó.

Según contó, fue importante para ella que fuera una joven mujer a realizar la práctica en el predio, porque "los lugares de las mujeres en el tambo son más restringidos y les podemos dar una posibilidad como productores". En su tambo hay sistemas mixtos de trabajo, lo que reivindica la importancia y la necesidad del rol de la mujer en ese ámbito, concluyó.

En la Escuela de Lechería estudian 120 alumnos.

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