Argentina venció a Francia (80-66) en las semifinales del Mundial de básquetbol, este viernes en Pekín, con una actuación espectacular de su capitán de 39 años Luis Scola, autor de 28 puntos, y jugará por el título el domingo contra España, que se impuso a Australia (95-88).
Invicta en China 2019, incluyendo una rotunda victoria en cuartos ante Serbia, gran favorita al título junto a Estados Unidos, Argentina se asegura la plata, que ya logró en Indianápolis-2002, preludio del histórico oro en los Juegos de Atenas 2004. Queda a un paso de igualar su título mundial en 1950, cuando se impuso como anfitrión en la edición inaugural del torneo.
El equipo argentino, dirigido con maestría por Facundo Campazzo, rompió el partido en el tercer cuarto, llevando el juego a un nivel inalcanzable para Francia, que ya había ido a remolque en la primera mitad.
Tras tocar el cielo al derrotar a Estados Unidos en cuartos, el equipo europeo tuvo una durísima vuelta a la realidad. Evan Fournier, su mejor argumento ofensivo, tuvo un mal día, metiendo solo uno de sus seis intentos de triple para un total de 16 puntos.
Nando Di Colo, el otro exterior estrella de los franceses, se quedó en 11, mientras que el base de los New York Knicks Frank Ntilikina sumó 16.
En la pintura Rudy Gobert, el arma definitiva contra el 'NBA Team', perdió la batalla frente a Scola, que impuso su veteranía y lectura del juego. El superviviente de la 'Generación Dorada', la que conquistó el título olímpico hace 15 años, aportó 28 puntos, por solo 3 del center estrella de los Utah Jazz.
Cuando Francia quemaba sus últimos cartuchos por intentar alcanzar al equipo sudamericano, apareció de nuevo Scola con dos triples definitivos en la recta final del partido.
Al capitán se sumaron Campazzo, que aportó 12 puntos, Gabriel Deck con 13, o Luca Vildoza, 10, saliendo del banquillo.
En un partido agónico, España se impuso a Australia tras dos prórrogas (95-88), este viernes en Pekín, y jugará la final del Mundial de Básquetbol China-2019, el domingo.
Salvo en el arranque, Australia fue por delante durante prácticamente todo el choque, pero España ajustó su defensa en la recta final y se aprovechó del despertar ofensivo de Marc Gasol (33 puntos, 29 en la segunda parte) para llevarse el duelo. Jugará por su segundo título mundial tras el logrado en Japón-2006.
"¡Recién llegado a China y el partido que me toca!", escribió en Twitter durante el duelo la leyenda del básquet argentino Manu Ginobili.
Invicta en China 2019, tras una segunda fase en la que derrotó a Serbia, gran favorita junto a Estados Unidos, e Italia, y un cuarto de final relativamente asequible ante Polonia, España vivió una tarde agónica en Pekín, sobreviviendo a su escaso acierto en la primera parte para finalmente ofrecer una lección de experiencia, coraje y sangre fría.
Siempre a remolque, a España la sostuvo su defensa, impidiendo que la diferencia australiana se disparara. Así llegó al cuarto decisivo solo cuatro puntos por debajo (55-51).
Ya por entonces Marc Gasol había encontrado el aro. ¡Y de qué forma! Tras una primera parte en la que no consiguió canastas y únicamente anotó cuatro tiros libres, se disparó en la segunda mitad, cuajando uno de sus mejores partidos en su larga trayectoria con España, que empezó precisamente en aquel glorioso 2006.
Tampoco le falló la mano al pequeño de los Gasol en los instantes decisivos. A falta de 8 segundos anotó dos tiros libres que ponían a España un punto por delante (71-70).
Patty Mills, la estrella australiana, que se fue a los 34 puntos, tuvo a continuación dos libres para ganar. Pero falló uno y llegó la primera prórroga, después de que Ricky Rubio rozara la gesta con un triple desde el centro del campo que estuvo a punto de entrar.
El base volvió a mostrar sus galones en este torneo y aportó 19 puntos, 12 asistencias y 7 rebotes. También estuvo entonado Sergi Llull, que se fue a los 17, con un excepcional trabajo en defensa, como Rudy Fernández y Víctor Claver.
En las prórrogas España jugó con fluidez y estuvo más fresca que Australia. Otra vez Mills y Gasol se citaron en la línea de los libres para definir la semifinal. Ninguno falló y el partido se volvió a extender cinco minutos.
Entonces España mostró más hambre y mejor condición física ante una Australia fundida, que finalmente bajó los brazos.
AFP
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