Algunos de los destacados del año
Nicolás Tabárez

Nicolás Tabárez

Periodista de cultura y espectáculos

Espectáculos y Cultura > RESUMEN 2022

Esto es lo mejor que nos dejó el 2022 en cine, música, series y libros: parte 1

Un repaso por las series, películas, libros, música y demás destacados culturales del año que termina
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17 de diciembre de 2022 a las 05:04

En un año caben infinidad de cosas. El 2022 tuvo guerra, escándalo, un mundial que copó las últimas semanas, descubrimientos, tragedias, revoluciones, una relativa vuelta a la normalidad –lo que sea que quiera decir eso– después de dos años pandémicos. Tuvo canciones, películas, series, libros, obras, podcasts. Tuvo de todo y es difícil resumirlo, pero este será un intento. Parcial y subjetivo, pero intento al fin.

Un vistazo a lo que la cultura de acá y de afuera tuvo para ofrecer a lo largo de los últimos doce meses y que quizás –porque con el paso del tiempo nunca se sabe como decantarán las cosas– recordaremos mañana cuando pensemos en el 2022.

En un año donde, por un lado, hubo un empuje para volver a lo presencial, para festejar la recuperación de los espacios, en fin, para salir de casa de nuevo. Y por otro, la reafirmación de que hay comportamientos que no volverán a lo que eran: no todas las reuniones tienen que ser cara a cara, no todas las películas se pueden ver en casa, no todos están cómodos en una multitud.

Un 2022 donde el streaming pareció perder pie después de dos años inflándose porque no había más remedio que entretenerse con lo que las plataformas sirvieran pero que después se acomodó, donde la televisión abierta siguió agarrándose de los big shows para retener a un público que ya no pasa tanto tiempo ante la pantalla como en 2020 y 2021, y con el regreso de Gran Hermano en su versión argentina como el gran fenómeno mediático del Río de la Plata, como si esto fuera 2002. Porque todo vuelve, ya lo sabemos.

Y como quedará patente en este repaso, hubo algunos regresos valiosos en 2022, como también despedidas y novedades. Porque en un año caben infinidad de cosas. Cabe Alfonso Tort dejando el cuerpo y actuándose la vida en El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar, entra el discurso de aceptación del premio Cervantes de Cristina Peri Rossi leído por Cecilia Roth, la vida caótica en una cocina de ficción, unos cuantos dragones, un par de multiversos, Saul Goodman y Kim Wexler fumándose un último pucho juntos, Damon Albarn tocando The tower of Montevideo en Montevideo, un cachetazo de Will Smith.

En un año caben infinidad de cosas. Y estas son algunas de las más destacadas.

Series

Mientras las plataformas de streaming se siguen sacando los ojos entre ellas, con nuevas competidoras cada vez más afianzadas y produciendo en todas partes del mundo (incluyendo la región, filmando también en Uruguay), la invasión de contenido oriental, entre el animé japonés, las ficciones surcoreanas y ahora también una avanzada india en casi todas las grandes plataformas, el 2022 fue también un año en el que se produjo un proceso de revisión de ciertos casos célebres protagonizados por mujeres para señalar las diferencias entre la perspectiva del presente y el trato que recibieron en su momento.

Una tendencia que ya había empezado a fines del año pasado con Spears vs. Spears y Framing Britney Spears, que analizaban la tutela legal a la que estaba atada la cantante pop y el duelo con su padre para liberarse de ella, reencuadrando a una figura que durante años había sido parodiada y objeto de burla por su salud mental.

Eso siguió este año, ya en clave de ficción, con series como Pam & Tommy (sobre la filtración del video íntimo de Pamela Anderson y Tommy Lee, planteando a la actriz y modelo canadiense como víctima) y la nueva temporada de American crime story, que trató el escándalo Bill Clinton – Mónica Lewinsky desde la perspectiva de la expasante de la Casa Blanca.

En el 2022 también hubo lugar para distintos finales de ciclo y despedidas que se han ganado un espacio en el panteón de la era moderna de las series, como Atlanta, The walking dead u Ozark. Allá arriba del todo está el cierre de Better call Saul, que nació como la hermana menor de Breaking bad y que con el paso de las temporadas fue despegándose hasta superarla en unos cuantos rubros visuales y narrativos. Llegó a un final que tuvo la sutileza de una brasa que consume un cigarro y la potencia del anuncio publicitario más kitsch del propio Saul Goodman, y cerró de forma hermosa el universo compartido con Breaking bad, en una conclusión trabajada con inteligencia y calidad.

También hubo algunas vueltas que se contaron entre lo más destacado del año que se deshoja, como la tercera entrega de Barry, la comedia que ya no es tan comedia pero sigue siendo igual de incómoda, cautivante y comandada por brillantes actuaciones para contar la doble vida de un sicario devenido en actor que está entre los proyectos más interesantes de la pantalla actual.

Volvió Game of Thrones, aunque con otra identidad: el universo de Poniente volvió a desplegar sus alas con La casa del dragón, no solo reeditando el fenómeno de la serie madre sino también entreteniendo de punta a punta con su balance justo entre culebrón y fantasía, ganando la pulseada contra Los anillos de poder, la serie de El señor de los anillos que más allá de su superior despliegue visual padeció algunos problemas de ritmo y narrativa.

House of the Dragon fue el gran fenómeno a nivel de series

Y hubo, además, algunos estrenos que ilusionan de cara a los próximos años. Con el sello de calidad de Michael Mann debutó Tokyo vice, un policial filoso, elegante y magnético ambientado en el mundo del crimen organizado japonés, mientras que en el mundo franquiciero, Star Wars se despachó con Andor, una serie de espionaje madura, con una narración aceitada y sobria, llena de intriga, con la dosis justa de acción y bastante oscuridad, lejos de las narrativas más arquetípicas y manidas de la saga galáctica, con un Diego Luna que carga con soltura la historia al frente.

Pero la mejor serie del año tiene que ser El oso. Frenética y agresiva, como el ritmo de trabajo del mundo gastronómico, el relato de las idas, vueltas y más vueltas del equipo del restaurante The original beef of Chicagoland, con su dinámica de familia disfuncional, con el peso de los fantasmas de su protagonista, el chef Carmy Berzatto, y una galería de personajes sencillamente maravillosa, un penúltimo episodio que es una obra maestra, un final emotivo y una banda sonora que es el condimento ideal para una serie capaz de dar hambre, hacer llorar y reír, todo en un margen de pocos minutos.

House of the Dragon fue el gran fenómeno a nivel de series

Libros

“Desde mi vida he intentado como doña Quijota 'desfazer' entuertos y luchar por la libertad y la justicia, aunque no de manera panfletaria o realista, sino alegórica e imaginativa”, dijo Cristina Peri Rossi al recibir el Cervantes que le fue concedido a fines de 2021, un reconocimiento que terminó de consolidar a su figura como la de una esencial de la literatura uruguaya moderna, y concluyó un proceso de rescate y reedición de su obra que todavía sigue y que es de lo más valioso que se ha producido en los últimos tiempos.

También tiene un valor de rescate y canonización la siempre eficaz colección Discos, de la editorial Estuario, que disecciona álbumes históricos de la música uruguaya, y que a lo largo de este año tuvo una nueva tanda de volúmenes tan diversos como destacados.

En 2022 hubo lugar también para el valiente debut de Ciro Benjamín, Fragmentado; para el mágico texto de Cristian Alarcón El tercer paraíso; para descubrir una cara nueva de una figura consagrada como Quentin Tarantino –que se estrenó como novelista con una gran versión alternativa de su Érase una vez en Hollywood que es placer de portada a contratapa–, y para viajar a la mente de John Cage con la edición de Escribir en el agua, una biografía contada a través de cartas enviadas a lo largo de su vida.

Cine

El calendario cinematográfico suele empezar cada año con la llegada a las salas locales de las candidatas o presuntas candidatas a los premios Oscar, una selección que incluye filmes que dejan a uno rascándose la cabeza, como la eventual ganadora Coda, y varias joyas que aguantan en la memoria el resto del año y se quedan alojadas ahí para siempre.

Este año esa categoría tuvo el genial noir de Guillermo del Toro, El callejón de las almas perdidas; al entrañable romance juvenil de Licorice Pizza, y a esa obra maestra, esa condensación de todo lo que el cine debería ser que fue Drive my car.

Drive my car, una de las películas del año

Después el 2022 siguió adelante, y englobó desde una magistral nueva interpretación de Batman, más detectivesca y empapada de cine negro, hasta la consagración de nuevas voces como la de Jordan Peele que refrescó el terror y la ciencia ficción con ¡Nop!, pasando por el poder de Argentina, 1985, capaz de encantar desde el más cinéfilo hasta al que fue solo por Darín.

El año tuvo a Netflix desembarcando en Uruguay con Togo, la primera película producida por la gran ene roja en estas tierras. El resultado no estará en la lista de lo mejor del año, pero su existencia abre una ventana interesante para la producción audiovisual local, que habrá que ver si se abre del todo en los próximos años o se convierte en una cuestión pasajera.

En su amplitud, el año dejó también documentales memorables: Flee, que apeló a la animación para contar una historia vital conmovedora, dolorosa y hermosa; la celebración a David Bowie que fue la alucinante y alucinógena Moonage Daydream, la entrada al universo de Nick Cave llamada This much I know to be true, y la mejor historia de amor del año: Fire of love.

El fantástico delirio de Todo en todas partes al mismo tiempo pujó para que “multiverso” sea una de las palabras del año y llenó de frescura e inventiva su paso por las salas, en un año que cierra con la removedora Aftersun, un gran ejercicio cinematográfico que junta la languidez y el encanto que solo pueden tener los veranos de la infancia.

¿Y por casa? Después que la pandemia llevara a un cuello de botella de estrenos que inundó los cines de películas uruguayas, la canilla volvió a regularse pero no se cortó el flujo. Con la gran El empleado y el patrón, y la bella Bosco como puntas de lanza, el cine nacional tuvo también un doblete de Aldo Garay, una de las verdaderas voces autorales del séptimo arte criollo, que se despachó con una separación de pocos meses con El filmador y Guitarra blanca. Otro documental, Delia, fue uno de los grandes descubrimientos del año, al igual que la interesante 9, una película que se propuso mostrar la presión y el padecimiento que enfrentan al estar todo el tiempo bajo los focos los futbolistas profesionales, y que aunque no termina de caer de pie, cuenta con distintos elementos que la separan del habitualmente bonachón cine uruguayo.

Música

El 2022 fue un año en el que se renovó el placer de compartir tiempo y espacio terrenal con el señor Jorge Drexler, que con su Tinta y Tiempo se mandó uno de los discos del año, que arrasó en los Grammy Latinos y que tuvo en su presentación oficial en Montevideo uno de los espectáculos más potentes del calendario. En ese show el encargado de abrir la noche fue Facundo Balta, un artista que ya desde hace un par de años se viene perfilando como el futuro de la música uruguaya, algo que ya corroboró en este año, con un disco como Cuando me mires.

https://www.elobservador.com.uy/nota/una-cosa-que-me-repito-mucho-es-menos-mal-que-el-exito-me-paso-de-grande--202282213180

Después de dos años tibios, los shows internacionales volvieron con todo. Montevideo recibió a Guns n’ Roses, a Joan Manuel Serrat (por última vez, tras el anuncio de su retiro), a Gorillaz y a Nathy Peluso, a Tini, Lali, Bizarrap y Nicki Nicole, a Fito Páez para celebrar los 30 años de su El amor después del amor, al derroche de rock de Jack White complementado por el oscuro encanto de Cat Power, y bastante más.

Harry Styles dominó el pop con su Harry’s house (y demostró que como actor es un gran cantante), Rosalía remixó todo para terminar creando algo tan fusionado que es nuevo –y maravilloso– metiendo Motomami en el diccionario.

Mientras tanto, en Montevideo, Franny Glass dejó de existir y su responsable, Gonzalo Deniz, sacó un disco de transición que está entre los destacados locales del año, al igual que el La forma del viento de La Teja Pride o Los nuevos recuerdos vendrán de La foca

Nota: esta es la primera entrega de un resumen anual que cada periodista de Luces / Tendencias propondrá de cara a fin de año

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