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Exportaciones forestales en un año tan bueno como 2018
Considerando cómo se han comportado los negocios de exportación en el cuatrimestre inicial de 2019, lo más probable es que este año las exportaciones uruguayas generadas por los operadores del sector forestal sean similares a las de 2018, cuando se alcanzó un récord, destacó a El Observador Carlos Faroppa, presidente de la Sociedad de Productores Forestales.
Para lograr otro crecimiento notorio, precisó, tendría que no surgir ningún contratiempo en los mercados y a la vez aumentar notoriamente el precio de alguno de los productos, como la celulosa, o los volúmenes exportados.
No obstante, las cifras que ya fueron alcanzadas en 2018 “son muy importantes” y ponen al sector bien arriba en la lista de sectores que generan la mayor cantidad de divisas por exportaciones.
En líneas generales, tanto en relación a los volúmenes de producción colocada como a los precios alcanzados, en 2019 continúa la tónica del año pasado.
En madera aserrada los precios no son tan buenos, manteniéndose la baja que se apreció durante 2018, no obstante es destacable que Uruguay siga exportando, que no haya dejado de exportar.
En rollizos de pino, este año comenzó con intermitencias, con inicios e interrupciones, aunque también en el marco de esa realidad los negocios no se han detenido, siendo sí más cuotificados.
En celulosa, la tónica es igual a la de 2018, con precios relativamente buenos, estimándose que los volúmenes de este año serán similares a los del año pasado.
En esa dinámica, China, como sucede en otros rubros de exportación, se ha transformado en el socio mayor para Uruguay, es el mercado más relevante en madera aserrada, madera rolliza de pino y celulosa, incidiendo los eventuales altibajos que puedan generarse en función de la economía de ese mercado, en función de decisiones de compra o de no hacerlas para regular los stocks y eso es lo que va a suceder, anunció, respecto a los rubros madera aserrada y madera rolliza de pino.
Otro factor a atender, señaló, corresponde a derivaciones que puedan surgir del relacionamiento comercial entre Estados Unidos y China, “lo que puede percibirse como un problema, pero también como una oportunidad”.
Indicó que en el mercado chino la producción uruguaya ya está impuesta, ya se conoce y se aprecia la calidad, no solo en relación al sector forestal, “en general para toda la producción nacional”.
Finalmente, comentó que “estamos con buena capacidad de utilización, no plena, de los aserraderos; la capacidad de exportación de madera rolliza anda bien; y la capacidad de chips podría incrementarse un poco”.
La solidez del sector
Carlos Faroppa señaló como “un buen ejemplo de la solidez del sector” la comercialización de campos forestados que eran propiedad de la Universidad de Harvard, en el marco del fondo de retiro de la universidad.
Según informó El Observador el 10 de abril, la firma Agroempresa Forestal emitió el fideicomiso financiero forestal Bosques del Uruguay 4. La operación recibió ofertas por US$ 479 millones, principalmente de inversores institucionales como República Afap, Unión Capital Afap y Afap Sura. BDU-4 prevé una inversión de US$ 330 millones a 20 años y supone la explotación de 60.094 hectáreas, de las cuales 14.820 están plantadas con pino y 22.842 están plantadas con eucaliptus. Los bosques se encuentran principalmente en Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo y Treinta y Tres.
“Esto que pasó fue algo muy interesante”, dijo Faroppa, porque se mantiene que en el sector está esa tónica de que las tierras se compran, se forestan y los fondos o dueños pueden salir si lo desean en la mitad del recorrido de la producción. Acá se compraron los activos, se forestaron, pero no esperaron el ciclo completo y pudieron salir y eso habla muy bien del Uruguay forestal”.
La cifra
