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Las fachadas del barrio Palermo cobran vida con un proyecto de realidad aumentada
Un barrio, sus sonidos y el arte que interactúa y atraviesa todos sus sentidos son los elementos que dieron vida a Un silencio bárbaro, el primer cuento de experimentación multimedia de la nueva aplicación BooksOnWall –que ya está disponible para descargar en Android–.
Esta aplicación permite que el usuario viva sensorialmente un cuento que incluye muralismo, narrativa, realidad aumentada y música. A través de 17 murales que están dispuestos a lo largo de cinco manzanas del barrio Palermo, los espectadores –que deberán seguir un orden determinado– podrán escuchar Un silencio bárbaro mientras las pinturas van cobrando vida en forma de animaciones. Entonces, basta con pararse sobre la primera placa que da inicio a la historia para que el celular la escanee y la experiencia –absolutamente innovadora en Uruguay en materia de arte urbano y tecnología– comience. La placa con el primer mural detrás se ubica en la plaza Ramón Goméz, en Magallanes y Durazno.
La iniciativa partió de Fulvio Capurso, muralista, artista plástico y arquitecto italiano que desde hace siete años vive en Montevideo, justamente en el barrio Palermo. Junto a él trabajó todo un equipo multidisciplinario que involucró a una treintena de personas entre muralistas, escritores, músicos, técnicos y vecinos.
BooksOnWall incorpora arte urbano, tecnología y ciudad bajo un mismo techo. Las calles que ofician de escenario, los muros que funcionan como páginas de un libro y el barrio que da origen a la historia es lo que hace que este no sea “un cuento animado más”, según expresó Manuel Rivoir, gestor cultural encargado de la comunicación del proyecto.
“Como artista, Fulvio tiene la sensibilidad para decodificar la cotidianidad de lo que pasa en el barrio, y este barrio tiene la particularidad de tener mucha identidad cultural en cuanto a la música. Acá en cualquier momento del día suena un tambor”, manifestó Rivoir. Por eso, ritmos como el candombe, el jazz y el tango –que hacen a la identidad de Palermo– guían buena parte del recorrido.
El gestor contó que si bien la idea surgió de Fulviet (nombre artístico de Capurso), los vecinos –que lo ven trabajar desde 2016– se apropiaron enseguida de la historia. Varios de ellos participaron con su voz, algunos como músicos y otros, desde la compañía del mate y la charla con el artista mientras iba llenando de color las paredes de Palermo. Rivoir considera que ahora que Un silencio bárbaro ya se realizó, los principales guardianes de ese libro gigantesco dispuesto en las paredes son los mismos vecinos, –que cuidan que estos murales no sean vandalizados, por ejemplo–.
El hecho de que el italiano sea arquitecto tuvo mucho que ver en la interacción que buscó entre la pintura y el espacio físico para lograr una amalgama entre la arquitectura y el muralismo.
Niños al rescate del barrio
Para pasar página basta con dirigirse de un mural hacia el siguiente y en el trayecto –que puede implicar caminar una cuadra–, música de fondo invita a relajarse y continuar disfrutando del recorrido.
El cuento gira en torno a una banda de niños que intentan rescatar los sonidos de Palermo luego de que este lugar amaneciera repentinamente en absoluto silencio. A medida que la historia se desarrolla, estos personajes van rescatando sonidos de animales, silbidos y sobre todo, música –con los tambores y las trompetas de jazz como principales instrumentos–. La música fue creada especialmente para esta propuesta.
Rivoir explicó que se apostó a una animación sencilla con la realidad aumentada como un plus, pero que el foco real del trabajo se puso sobre los murales y la música "porque son el leitmotiv del cuento".
La narrativa –que fue creada por Sergio López Suárez y Javier Martínez, en conjunto con Fulviet– no precedió la pintada de murales sino que se creó sobre la marcha. Cuando varias pinturas ya estaban inmortalizadas sobre las paredes, los escritores tuvieron el desafío de dotar las imágenes de sentido y darle vida a los personajes dentro del contexto de la obra multimedia.
Junto con Fulviet, los artistas urbanos Pardos (Demo y Lolo), Maldito Bastardo, Hudhen, Jaime Molina y David De La Mano participaron en la creación de los murales. El equipo de BooksOnWall liderado por Capurso contó con casi 40 personas entre artistas, músicos, escritores, encargados de fotografía, desarrolladores web y de la app, encargados de los efectos 3D y sonidistas, entre otros.
Primer cuento
La plataforma supone el puntapié inicial para armar una biblioteca de cuentos a través del muralismo y la realidad aumentada. Rivoir explicó que si bien ahora Un silencio bárbaro es el único cuento volcado allí, la idea a futuro es que la aplicación se convierta en un soporte donde distintos colectivos de artistas en diversos rincones del mundo puedan generar contenidos a través de los murales, la narración, la música y la arquitectura.
Esto que nació en el corazón de uno de los barrios con más historia en Montevideo no tiene antecedentes similares en el resto del mundo, según investigó el gestor, especializado en arte urbano.
BooksOnWall recibió $ 200 mil del Fondo Concursable del Ministerio de Educación y Cultura, lo que posibilitó su inicio y cubrió cerca del 40% del costo total del proyecto, que según Rivoir fue “muy ambicioso”.
