La Fiscalía condenó este viernes a tres personas por la realización de una fiesta clandestina de más de 400 personas en Maldonado el 10 de octubre. A los organizadores - que son dos - se les imputó la autoría del delito de desacato agravado y se dispuso seis meses de prisión bajo el régimen de libertad a prueba, que en los hechos implica que deben fijar domicilio, estar sujetos a la Oficina de Supervisión de Libertad Asistida (OSLA) del Ministerio del Interior y la presentación a la autoridad policial de su domicilio una vez por semana. A la propietaria del terreno, en tanto, se la condenó por el delito de desacato agravado en calidad de cómplice a tres meses de prisión y deberá cumplir con las mismas obligaciones que los autores.
La Justicia hizo lugar, a través de un proceso judicial abreviado, al pedido que había formulado la fiscal titular de 1º turno de San Carlos, Mariela Núñez, días después que la fiesta fuera realizada en la chacra Las Cañas. Si bien Núñez había declarado a El Observador que era necesario que la formalización ocurriera lo más rápido posible para "darle un mensaje a la sociedad de que estamos en pandemia y la gente tiene que entender que no es una bobada esto", la audiencia - que inicialmente estaba pautada para el viernes 16 - se postergó hasta este viernes porque la jueza estaba enferma.
La fiscal aclaró en ese entonces que se pediría la formalización de "al menos tres personas", porque la investigación sigue, ya que "cuando llegó la policía mucha gente huyó", por lo que se está investigando "quién más puede estar dentro de los responsables de organizar una fiesta en plena pandemia". "La mayoría eran invitados, pero había muchos que estaban dentro de la organización", sostuvo.
El director de Higiene de la Intendencia de Maldonado, Jorge Píriz, dijo a FM Gente el lunes siguiente a la fiesta que las autoridades municipales constataron que era “una fiesta de amigos" cuando llegaron al lugar mientras todavía se realizaba el evento. "Estaba muy bien organizada, con disc-jockey y equipos de alto costo, con barra de venta de bebidas. Y se mueven por las redes. Fue en una chacra que está habilitada como un ‘club house’".
Fuentes del Ministerio del Interior informaron a El Observador que la policía se encuentra "en alerta" y "haciendo todo lo que se puede" ante la posibilidad de que se sigan realizando las fiestas y que, entre otras cosas, se está "investigando las redes" para detectar nuevas convocatorias, ya que es a través de internet como se organizan la mayoría de estos eventos.
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