La Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de
Diputados comenzó este jueves el tratamiento del proyecto de Rendición de Cuentas del Poder Ejecutivo. El Frente Amplio analizó en la noche de este miércoles cómo redistribuir $350 millones pero todavía no encontró una solución. Unos $ 50 millones para salud mental se financian con plata ya asignada a
ASSE.
Por otra parte, la comisión bicameral del Frente Amplio que analiza cambios a la reforma de la
caja militar no llegó a un acuerdo y aplazó hasta el lunes que viene la discusión.
Entre los sectores del oficialismo siguen existiendo visiones encontradas en los tres puntos centrales del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo: el régimen de transición, los topes jubilatorios y la tasa de reemplazo.
Mientras que el proyecto original planteaba que la reforma no afectaría al personal con 20 o más años de servicio, el MPP planteó bajar la barrera a 10 años, lo que implicaría menos efectivos comprendidos por las modificaciones, retardando el impacto económico de la reforma.
El astorismo pretende que los retoques sean los mínimos posibles, mientras que sectores como el Ir o el PVP hacen fuerza para endurecer el proyecto.
Otra variable que está en consideración es la tasa de reemplazo, (la proporción del último sueldo nominal que se calcula para el haber jubilatorio). El proyecto del Ejecutivo la ubicaba en 90%, pero el Ir planteó reducirla a 85%. Este lunes, el MPP propuso establecer dos tasas diferenciadas: de 85% para los de mayor rango y de 95% para los de mayor rango. Sobre ese punto todavía no hay acuerdo.
En tercer lugar, está la discusión en torno a los topes jubilatorios, con una propuesta para rebajar el monto máximo de $ 101 mil a $ 85 mil.
Mientras que la primera variable –los años de servicio requeridos para quedar fuera de los cambios– afecta la entrada en vigencia de la reforma, tanto la segunda como la tercera impactan a largo plazo. Ese es un elemento que está presente en la puja entre los sectores, según informaron fuentes de la bancada.