"Tengo que ganar esta batalla, con la que me enfrentaré cada día durante el resto de mi vida", declaró Gascoigne, actualmente hospitalizado en la Sporting Chance Clinic, institución creada por el que también fuera internacional inglés Tony Adams para ayudar a deportistas víctimas de adicciones.
"No puedo decir que nunca volveré a beber. Todo lo que puedo decir es que hoy no he bebido y que espero no beber mañana", añade el ex centrocampista de 41 años, que también confiesa su dependencia de la cocaína: "Quiero pensar que lo he superado y que nunca volveré a caer en ello".
"Caí en un abismo pero ahora el futuro me parece fabuloso", afirma Gascoigne, que en el último año ha sido internado tres veces en centros psiquiátricos.
Durante ese periodo, explica que vivió solo de hotel en hotel, siendo expulsado de uno tras otro. "Me compré una consola de videojuegos y así empezó mi siguiente adicción. Empecé a jugar 24 horas al día, siete días por semana. Jugaba y bebía. Eso era todo", cuenta.
"Un día llamé a mi padre y le dije: 'prepárate, nos vamos al Madison Square Garden a jugar al ajedrez con el presidente (George) Bush y el presidente (Bill) Clinton. Luego volví a llamarle para decirle que Bush estaba ocupado pero que Clinton me había contestado", cuenta.
"Luego me compré dos loros de peluche que hablan. Empecé a pensar que eran de verdad. Una vez, pedí tres pintas de cerveza, una para mí y dos para los loros", añade.
(AFP)