El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, evitó retractarse públicamente de las declaraciones que molestaron al Sindicato de Anestésicos Quirúrgicos (SAQ) y por las cuales el colectivo había solicitado que las autoridades realizaran un pedido de disculpas.
“Nuestra principal preocupación es resolver los atrasos que generó el paro entre los usuarios”, respondió el jerarca en rueda de prensa cuando se le consultó si se arrepentía de sus dichos que, junto a las declaraciones que también hizo el subsecretario de Salud, Jorge Quian, habían ofendido a los integrantes del SAQ.
“Los aspectos de intercambio entre las partes se trataran en un ámbito de negociación”, aseguró Basso este miércoles y dio por contestada la pregunta.
Representantes de los ministerios de Salud Pública, de Economía y Finanzas, y de Trabajo y Seguridad Social junto con el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y las mutualistas se reunieron este miércoles al mediodía a discutir si se le otorgaba o no el permiso al SAQ de constituir un subgrupo dentro del sector de la salud, reclamo que los anestésicos solicitaron y por el cual realizaron el paro de 72 horas.
El sindicato en cuestión no fue invitado a la reunión, razón por la cual, aseguran sus integrantes, no pudieron exponer sus argumentos en la discusión. "Decidieron de forma negativa la creación del subgrupo", informó a El Observador Daniel Montano, dirigente del SAQ. Aunque este jueves se retomarán los servicios, los especialistas médicos se reunirán en asamblea para definir de manera colectiva qué medidas planean implementar tras el rechazo a su reclamo sindical.
Tanto Basso como Quian manifestaron en diferentes medios de comunicación que el motor que impulsa los paros del SAQ no es el de la representatividad gremial, como asegura el colectivo, sino la ambición por el dinero. “Estamos convencidos que todo esto es por plata y no por otra causa”, declaró este lunes Quian en el programa Desayunos Informales. Asimismo, en diálogo con El Observador, el subsecretario aseguró es “vergonzoso” que el SAQ opere con normalidad en los seguros privados de salud pero suspenda la asistencia en hospitales públicos y mutualistas.
“Es una inmoralidad mayúscula que digan que nuestro motor es económico. Ningún médico deja de ejercer en función de la plata. Jamás. Es una falta a la ética profesional. Es un insulto gratuito que nos ofende profundamente a todos”, respondió a El Observador este martes el dirigente del SAQ Daniel Montano. Ese mismo día colectivo difundió un comunicado donde exigen a las autoridades se retracten de los “insultos” que habían manifestado públicamente.
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