Pablo Silvera lanza Mota, su nuevo proyecto

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Hay más de lo que imaginás: Pablo Silvera, excantante de Once Tiros, lanza Mota, su nuevo proyecto

La banda sacará su corte de difusión a fines de febrero, su disco a mediados de marzo y se presentará por primera vez en los escenarios en un festival multitudinario a fines de abril
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03 de febrero de 2023 a las 12:31

No toca en vivo desde enero de 2020, tras el último concierto que dio con Once Tiros en La Paloma. Después llegó la pandemia y los espectáculos públicos se terminaron. En ese interín lanzó el último disco de la banda, Fango, que no llegaron a presentar frente al público. Cuando los conciertos comenzaron a volver, él y sus compañeros plantearon cómo seguir con la banda. No hubo acuerdo hacia adonde había que ir. Después de 20 años de camino, las diferencias fueron insalvables. El 15 de enero de 2022 anunciaron en su cuenta de Instagram la separación.  

Pero ahora, a más de un año de la separación de Once Tiros, una de las bandas pilares del boom del rock nacional de principios de los 2000, su cantante, Pablo Silvera, comienza un nuevo proyecto. Acompañado por el guitarrista Leonardo Coppola y el baterista Martín "Chino" Maristán; dos ex compañeros de Once Tiros; por Matías "Matto" Bello también en la guitarra y Martín Pérez en el bajo, lanza Mota, su nueva banda. 

Según sus palabras, Mota mantendrá la esencia de siempre y será "más de lo mismo" que mostraba en Once Tiros. "No hay ninguna intención de cambiar nada. De la única manera que lo puedo hacer es siendo así. Voy a ser el mismo petiso saltando de punta a punta porque esas cosas porque me atraviesan así", aseguró.

La presentación de Mota, que se encarga de aclarar varias veces de que será una banda y no un proyecto solista a pesar de que sea uno de sus apodos, será en un festival que se dará en abril, que prefiere no adelantar cuál será. Pero antes, a fines de febrero lanzarán el corte de difusión del álbum que contendrá diez canciones, todas de su autoría, y que verá la luz a mediados de marzo. "Todavía no sabemos si será homónimo y si tendrá un concepto", adelantó.

Sentado en La Otra Parrilla, restorán en el que fue mozo y encargado durante años, conversó con El Observador sobre la última etapa de Once Tiros, qué espera para Mota y a su vez reflexionó sobre el concepto del éxito. Este es un resumen de la entrevista.

¿Cómo se gestó este nuevo proyecto? ¿Lo tenías pensado apenas terminaron con Once Tiros?

Todo lo contrario. Antes de que Once Tiros se terminara estaba medio convencido de que era una etapa de mi vida que ya no iba a continuar. En el momento que tomamos la decisión como grupo de separarnos yo pensaba: "Ta, yo por ahora con la música no voy a hacer más nada". La decisión la tomamos un par de meses antes de comunicarla. Fue retomar toda la actividad después de la pandemia y darnos cuenta que cada uno tenía una visión diferente de como queríamos tomar el reinicio de la actividad. Y fue todo en buenos términos. No es que yo decidí terminar la banda. Y después este proyecto no lo inicié yo. El "Chino" y Coppola me dijeron: "Che, está bueno para seguir haciendo algo". Y en un momento con Matto, que tiene toda la experiencia para grabar en computadora, le mostré canciones que eran de la época de Once Tiros que no habían quedado en ningún disco. Me gustaban pero que me parecía que no funcionaban como para la banda. Se las mostré y quedaron grabadas en la computadora. Él las produjo un poquito, les dio un poquito de color. Ahí me fui dando cuenta de que me estaba entusiasmando con una situación que yo no veía venir.

"Me fui dando cuenta de que me estaba entusiasmando con una situación que yo no veía venir"

¿Ahí te diste cuenta de que nacía un nuevo proyecto?

De hecho cuando arrancamos íbamos a grabar dos o tres temas. Pero en un momento yo me fui envalentonando y entusiasmando. Con los Tiros yo ya me había cansado un poco de la dinámica diaria y también me había agobiado el ruido y la exposición. Pero no solo me pasó en este último tiempo. Me pasó en los comienzos de Once Tiros también, grabamos el primer disco (Parvadomus) y teníamos toda la atención. El Enano (Sebastían Teysera) y el Mandril (Nicolas Leutier) de La Vela Puerca nos quisieron producir de una el primer disco. Cuando uno para un poco ahí piensa, "¿che, esto es lo que quiero hacer?" La pandemia fue clave para bajar un poco y ver que quería. Entonces, después que nos separamos con Once Tiros, cuando Matto armó las pistas llamamos a Martín Pérez, bajista de Sucia Esquina y en los ensayos con toda la banda nos fuimos dando cuenta de que iba en serio, para por lo menos para hacer un EP de tres o cuatro temas. Empezamos en abril y a los pocos meses nos dimos cuenta de que iba para adelante.

¿Por qué ponerle Mota, un apodo tuyo, a un proyecto que es una banda y no es tu lanzamiento como solista?

Yo tengo varios álter ego. Y Mota es uno y quizás es el menos conocido pero es el que más me gusta. Y no quería caer en la de "Mota y los..." porque de una hablé con los chiquilines para que quedara claro que esto era una banda. Que no se piensen de que nos va a ir bárbaro porque Pablo, el de Once Tiros, ahora va a salir solista y eso va a ser un éxito. No. El éxito es que nosotros sintamos que tenemos una banda y que estemos contentos con lo que estamos haciendo. Yo no me pongo en ese lugar pero a veces es inevitable que te tengan como cierto respeto al ser el frontman y que me dieran la última palabra. Y yo les dije: "Yo no lo sé hacer solo". Nunca lo hice solo en mi vida. Nunca salí a tocar en un proyecto yo solo con la guitarra. Soy un bicho de banda. Me gusta el colectivo, apoyarme en los demás. Y el nombre Mota se dio así porque los chiquilines también decidieron llamarlo de ese modo. Igual le buscamos la vuelta y tiramos 50 nombres, pero es la ley del primero. Todo volvía a Mota. Si genera un poco de confusión como que soy solista, bueno, se irá acomodando. Además es como medio inevitable. Pero por eso era importante no quedar como, por ejemplo, Ciro y Los Persas. Además no todo el mundo sabe que me dicen Mota (risas).

¿Con este nueva banda, sentís esa energía grupal como cuando grababan los primeros discos de Once Tiros?

Si, sobre todo a nivel humano. Es como volver a armar piecitas. Soy muy adicto a aprender, a escuchar a la gente. Me gusta rodearme de gente que está salada en lo que hace. Me explican cosas de Spotify y me enloquece ese mundo nerd. Pero la base de este proyecto desde el comienzo fue: "todo esto lo tenemos que disfrutar porque quizás sea el único éxito que tengamos". Medio Maestro Tabarez. Capaz que lo único que vamos a tener para disfrutar es esto. Después no sabemos que va a pasar, ni lo podemos esperar tampoco. Yo no sé que va a pasar. Está lleno de bandas que se separan y uno va para acá y otro para allá y no pasa naranja. Toda esa carga que tenías o toda esa gente que llevabas... después la gente lo puede ver de otra manera o sentirla diferente. 

¿Sentís una presión de repetir el éxito de Once Tiros?

No. De hecho lo de comenzar en un festival surgió porque la gente que está en la organización sabía que estábamos en la vuelta. Además yo soy bicho de festival. Me gusta la energía que se genera más allá de presentar el disco. Porque disfruto de que el público ya conozca las canciones y como viene la mano. Y de hecho hay gente que me pregunta de que viene el disco. Y yo les contesto: "Es igual", pero porque no sé hacer otra cosa. Nunca me lo plantee. No es que quise hacer un disco de tango o de reggae. Es casi lo mismo que hacía con Once Tiros pero con un sonido diferente por las personas que lo componen. Las canciones nacen igual, las cosas que digo son las mismas y además tiene mi voz, es medio inevitable. Y además vuelvo a repetir la idea del éxito. Para mi el éxito parte en que vos estés contento con lo que estás haciendo y cómo estás laburando, no en la repercusión que tengas. Bienvenido que nos vaya bien, bienvenido que la gente nos acompañe. Pero si eventualmente eso no sucede, lo que sucede es lo que estamos haciendo. Y eso es una realidad. Y de eso tenemos el control. Después de lo otro no tenemos el control. A medida de que se vayan planteando desafíos veremos cómo se van dando las cosas y qué necesitamos.

Mota, tal como se lo conoce en el ambiente de la música, será el nombre de la banda

No cantás en vivo hace más de tres años. ¿Te imaginaste la vuelta al escenario ya?

Eso me da un poco de chucho (risas). Porque no sé como va a reaccionar mi cuerpo, ni las mariposas que voy a sentir. O si me puedo ir de mambo en la emoción. Pero siento que soy parte de un grupo y no siento la presión de que todo radique en mi. Lo que si me está pasando hace un tiempo y; que también fue muy lindo motor como para decidir esto, fue cuando empecé a ir a ver shows. Una parte de mi decía: "Ey, ese es tu territorio". Había una parte que quería renegar de eso pero después empezó a aparecer de vuelta la partecita mía de "¿che, no era eso lo que te gustaba? Yo sé que te enojaste y estabas con la nube arriba, pero ahora que estás más tranquilo, ¿no estarías ahí de vuelta en el escenario?" y eso me empezó a pasar.

Además es bastante habitual que en los recitales de rock se vean personas con remeras de Once Tiros.¿Qué te sucedía en esos momentos?

Eso ni que hablar. El cariño...ahí fue darme cuenta de "che, dejaste una huellita". Capaz que siempre lo sabía y en la vorágine o en el mecanismo de no creérmela era tratar siempre de separarme de eso. Para no decir, "mirá, está lleno de gente con mis remeras". En mi forma de ser muchas veces se genera como mecanismo esa cosa que tenemos los uruguayos de la falsa humildad. Que sí nos va bien es, bueno, porque habrá sido casualidad. Entonces también fue un laburo amigarse con eso y ser consciente de que laburamos, de que hicimos un montón de cosas durante estos 20 años. Hay gente que viene y te agradece, hay gente que su vida cambió, como me pasó a mi que yo era un guacho que escuchaba Machito Ponce y un día apareció Iron Maiden y mi vida cambió radicalmente. 

Once Tiros tenía una fuerte presencia en vivo, mucho más que en los discos de estudio. ¿Es la misma esencia que se trasladará a Mota?

Absolutamente. No hay ninguna intención de cambiar nada. De la única manera que lo puedo hacer es siendo así. Como lo hago en la tele o en la radio. Soy yo en diferentes escenarios, pero soy yo. No tengo otras cuestiones. No necesito. Todo lo que vaya a haber nuevo y diferente van a ser cosas que plantee la banda. Puede haber visuales, puede haber una puesta en escena diferente, pero después yo voy a ser el mismo petiso saltando de punta a punta porque esas cosas me atraviesan así. Yo voy a ver una banda y estoy en el público y hago los mismos pasitos que si estuviera en el escenario. Me toman el pelo pero es real.

¿Sentís que ese festival va a ser una forma de darte cuenta para hasta dónde puede llegar la banda?

No se si solo por el festival. También por el feedback de las redes, de los comentarios que tengas. Pero también me he dado cuenta de que hay gente que en redes explota y cuando va a hacer algo no va nadie. Por ejemplo, un escritor tiene 25 mil seguidores en Instagram y cuando va a presentar un libro van dos personas. Como que son mundos diferentes. Pero es probable de que en el festival veamos lo que sucede. Y también va a depender de si sacamos un merchandising y si la gente puede acceder y lo ve. Yo creo que lo está bueno de los festivales es que te da una estructura y una contención que al ser una banda nueva te podes mostrar y que te vea gente que ni sabe que sacaste la banda. Pero lo que necesitamos es disfrutar y estar bien. Si después vamos a boliches y nos escuchan 200 personas pero esas 200 están disfrutando ya está. No es solo por cantidad. Nos pasaba de ir a lugares de 2.000 personas pero los que agitaban eran 100. Lo que si, si no estamos fuertes como grupo y contentos con lo que hacemos, ahí sí. Te mata.

"Voy a tocar temas míos, que son de Once Tiros, pero que sé que son míos"

¿Vas a renegar de las canciones de Once Tiros o las vas a tocar cuando te presentes en vivo?

¿Cómo le voy a negar a la gente las canciones que son hasta parte de un cancionero? Por ejemplo, Maldición y Nos Dijimos Todo. Son dos canciones que ni quería que estuvieran en los discos, me parecían espantosas para tocarlas en vivo pero la gente las abrazó y terminaron siendo temas alucinantes. Viendo la cantidad de gente que hay en la vuelta y que quiere armar una banda, ¿Cómo voy a renegar de eso? Ni en pedo. Son canciones que quiero muchísimo y que abrazo. Que son mías. Lo que no voy a tocar son las canciones que salieron en un ensayo y que fueron armándose en el colectivo con Once Tiros. Pero las que yo compuse, me guardé, toqué y que sé que son todas mías, seguro. Voy a tocar temas míos, que son de Once Tiros, pero que sé que son míos. 

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