Cuando transcurría el primer tiempo
del partido entre Peñarol y Libertad por la cuarta fecha del grupo 6 de la Copa Libertadores, en el Campeón del Siglo, un hincha aurinegro encendió una bengala en la tribuna Cataldi y el juez Anderson Daronco paró el partido.
Ese hincha, amparado por el comportamiento pasivo de muchos otros parciales que naturalizaron el hecho, expuso a
Peñarol a una multa económica, algo que el club puede lamentar cuando los recursos económicos que se generarán en esta Copa son claves para que la institución logre sanearse tras un 2017 signado por deudas salariales, jugadores que no concentraron y una multa importante de parte de la Comisión Disciplinaria de la
Conmebol por los incidentes contra Palmeiras.
En el Código Disciplinario de la Conmebol, en el artículo 13, establece lo siguiente: "Las sanciones disciplinarias previstas en los Artículos 18 y 20 del presente Reglamento podrán imponerse a las Asociaciones Miembro y a los clubes en supuestos de comportamientos incorrectos o inapropiados de sus aficionados entre los que se señalan:
a) La invasión o tentativa de invasión del terreno de juego.
b) El lanzamiento de objetos.
c) Encender bengalas, fuegos artificiales o cualquier otro objeto
pirotécnico".
El literal c del artículo 18 establece que la "multa económica" nunca será inferior a US$ 100 ni superior a los US$ 400 mil.
En la presente Copa, Sanrtiago Wanderers fue multado con US$ 8.000 por el encendido de bengala en el estadio y por lanzar pirotecnia al momento de salida de su equipo en partido contra Melgar.
Además, la hinchada de Peñarol le reclamó a los dirigentes con una improvisada bandera que bajen el precio de las entradas: "Peñarol es pueblo" se pudo leer en una bandera desplegada ante Libertad.
El mal comportamiento con las bengalas es reiterado en la hinchada de Peñarol ya que en 2014 el club debió abonar US$ 60 mil por bengalas encedidas entre 2013 y 2014.