Inflación no cede, pero soportó aumento del dólar

Los datos difundidos el miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que los precios al consumo subieron 0,5% durante el último mes. Eso permitió mantener en 8,3% el registro de inflación interanual.

Este comportamiento de los precios se dio en un mes particular, en el cual los analistas temían un despegue inflacionario debido a la depreciación de la moneda uruguaya.

La fuerte suba del dólar llevó a que, medido en comparación con igual mes del año anterior, setiembre fuera el mes de mayor aumento interanual del tipo de cambio desde junio de 2016, con un aumento de 13,7% en el promedio mensual de operaciones.

Eso genera una importante presión sobre el costo de vida. Si se considera únicamente el componente de la canasta de consumo que se comercializa con el exterior –es decir, se importa o se exporta–, su ritmo de aumento en los 12 meses a setiembre fue de 7,8%, cuando el mes anterior subía a una tasa de 6,8%.

De esa manera, lo que se conoce como inflación transable –o inflación importada– le echó leña al costo de vida de los uruguayos.

Sin embargo, el alivio vino por el lado de los alimentos no elaborados, que mitigaron el efecto del dólar. En particular, la baja estuvo asociada al precio de los productos de huerta.

Según la medición del INE, legumbres y hortalizas bajaron 5,4% en comparación con agosto. En este rubro, destacaron la espinaca (-20%), la acelga (-11%) y los zapallitos (-37%). Las frutas en general también cedieron, pero en menor medida (-0,6%).

Si bien hay un efecto estacional, la baja fue más pronunciada que el año pasado y eso permitió que el componente más volátil de la canasta de consumo –lo que se conoce como inflación residual– pasó de subir a una tasa interanual de 14,6% en agosto, a una más moderada –aunque todavía alta– de 10,8% en el último mes.

De esta manera, alimentos y bebidas dejó de ser uno de los rubros que más suben de precio en la canasta de consumo de los uruguayos. El agosto, con un incremento interanual de 10,7%, era el segundo después de alcohol y tabaco –un rubro afectado por el fuerte incremento de la tributación que tiene año a año como parte de la política antitabaco del gobierno–.

En setiembre pasó a ser el quinto rubro de mayor suba (9,3%), luego de alcohol y tabaco (10,8%), recreación y cultura (10,2%), transporte (10,1%), y restaurantes y hoteles (9,4%).

Los rubros que menos tasa de aumento en los precios tuvieron en los últimos 12 meses relevados fueron vestimenta (3%), comunicaciones (6%) y vivienda (6,1%). En este último rubro, incidió el menor ritmo de aumento en el precio de los alquileres, debido fundamentalmente al menor poder adquisitivo de los hogares –por una baja en los niveles de ocupación y el crecimiento más lento de los salarios–.

Según explicaron en un comunicado los técnicos del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), los datos de inflación en setiembre –menores a lo esperado– podrían llevar a una “corrección a la baja en las proyecciones”, aunque los cambios serán “leves”.

La mediana de economistas que participaron a fines de agosto de la Encuesta de Expectativas Económicas de El Observador anticipaban una inflación de 8,4% para el cierre de este año y de 7,8% de cara a 2019.