Interpelación Salto Grande: negociaciones hasta última hora en la coalición para pedir la renuncia de los ediles blancos

La afirmación la hacía entre correligionarios el diputado de la 404, Alfonso Lereté, en las horas previas a la interpelación a los ministros de Economía y Relaciones Exteriores por las denuncias de clientelismo en la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande.

Con la renuncia de Carlos Albisu a la presidencia de la delegación uruguaya en el organismo, cualquier escenario iba a ser de derrota para Aire Fresco. Sobre el cierre de esta edición, el sector del presidente Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado afrontaba una nueva batalla en lo parlamentario.

Las conversaciones en despachos y pasillos del Palacio Legislativo llevaban sobre las 22 horas del martes a un principio de acuerdo entre la bancada del Partido Colorado y el Partido Independiente —en su diputado Iván Posada— para firmar una declaración final que respaldara a los ministros Francisco Bustillo y Azucena Arbeleche pero que instara a los delegados a la "reconsideración" de las designaciones políticas, en referencia a los diez ediles de la 404 (Aire Fresco) contratados en la CTM.

El cabildante Martín Sodano atendía a esas negociaciones con un acuerdo respecto a ese último punto, pero con la demanda de llevarlo a otro nivel: que también den un paso al costado la delegación integrada por Martín Burutarán (404), Nicolás Irigoyen (Vamos Salto del colorado Germán Coutinho) y Daniel Arcieri (404). Al cierre de esta edición las negociaciones no estaban cerradas.

En las horas previas, el líder Guido Manini Ríos y otras voces de la bancada de Cabildo Abierto le pedían al salteño Rodrigo Albernaz —uno de los más aguerridos en este tema— que “bajara algunos cambios”. Albernaz, que aspira a ser intendente de Salto, había arremetido contra el secretario de Presidencia como el responsable de coordinar con Albisu las contrataciones a dirigentes de Aire Fresco, al tiempo que declaraba que si el gobierno no daba señales, pedirían la censura del canciller Bustillo como “responsable administrativo” de lo ocurrido. El senador Manini seguía de cerca sobre el cierre de la edición las negociaciones en Diputados.

Con el respaldo del Partido Colorado –tras una reunión en que participó el senador salteño Germán Coutinho-, el independiente Posada aún tenía por delante negociar con los blancos (en particular con los de la 404) una redacción en que accedieran a la renuncia de sus ediles.

Al mismo tiempo, en el plenario, despuntaba el debate parlamentario con acaloradas acusaciones entre Lereté y el Frente Amplio, luego de que el legislador blanco exclamara que “el MPP tiene la cola bien sucia” como para hablar de clientelismo.

Para esa hora la oposición ya había presentado una propuesta de declaración considerando como “absolutamente insuficientes” las respuestas de los ministros, arremetiendo contra “irregularidades” y un “claro clientelismo” en la CTM y pidiendo la renuncia de los delegados en la comisión binacional y del canciller Bustillo. A diferencia de lo que ocurrió en la última interpelación al Ministerio del Interior –cuando Cabildo y oposición dejaron sin respaldo parlamentario a la gestión de Luis Alberto Heber-, los liderados por Manini Ríos descartaban negociar con la izquierda, al tiempo que era la expresa voluntad del senador que la sangre no llegara al río, en plena luna de miel tras acordar en la Rendición de Cuentas los incrementos salariales de varios escalafones militares.

En una interpelación que se extendería hasta la madrugada, ninguno de los delegados en Salto Grande haría un mea culpa por el proceder que le costaría el cargo a Carlos Albisu, quien este miércoles aparecerá junto al presidente Luis Lacalle Pou en el evento internacional Termatalia en Salto. El actual presidente de la delegación, Martín Burutarán, aseguró que los cargos políticos responde a que se crearon nuevas posiciones “para hacer por primera vez en la historia de las delegaciones algo que es un reclamo de más de 40 años”: el derrame sobre la región.

La delegación uruguaya eludió el escándalo en torno a los ascensos de dirigentes afines –uno de ellos el del empresario Carlos Gelpi- e ingresos de militantes políticos bajo el pretexto de que por la ley de Datos Personales no expondrían sus casos. Los delegados estuvieron acompañados del exedil frenteamplista Gabriel Duarte, quien como actual asesor jurídico en la CTM señaló que los cambios en el estatuto –que entre otras cosas permitieron que las designaciones políticas puedan quedar a planta permanente- respondía a que “la estabilidad debe ser concebida como el derecho a un trabajo permanente”. Esa redacción negociada desde hace años con la parte argentina y acordada en esta administración implicaba, explicó Duarte, que “se tiene que tipificar la causa de alguna manera para que exista la extinción de la relación de empleo y tiene que ser acreditado en un sumario”.

Esas condiciones llevaron al canciller Bustillo a anunciar este martes –como adelantó El Observador- que había instruido a los uruguayos en la CTM a que las designaciones políticas pasaran a tener un contrato a término y que caducaran al finalizar el período. El ministro agregó en su pedido que se topearan los retiros incentivados –que por cinco años y por adelantado a la edad de retiro permiten cobrar un importante porcentaje del sueldo-, que los ingresos comenzaran a ser por concurso y que enviaría un proyecto de ley para que los presidentes de organismos binacionales tuvieran el mismo régimen que los titulares de entes autónomos y servicios descentralizados, con necesaria venia del Senado para el nombramiento y con imposibilidad de ejercer política partidaria.

El miembro interpelante Nicolás Viera (MPP) diría luego que “modificar esto es reconocer que hay irregularidades” y que efectivamente “entraron punteros políticos por la ventana”.

Casi sobre la medianoche, el nacionalista Álvaro Viviano (del wilsonista Por La Patria) deslizaba en sala que "la mejor forma de corregir la situación sería empezar por ir para atrás con los contratos", aunque como "hombre de partido" se atendría a las mayorías.

Al mismo tiempo, Lereté (404) se cruzaba en el ambulatorio con los delegados de la CTM, en plenas vueltas por la declaración final, y les soltaba al pasar: "Ustedes se salvan".