Jaime Roos en un carpincho, el colorado de Omar y la reina Natalia Oreiro: así es el mazo de cartas uruguayo
Un publicista se inspiró en las cartas españolas y las recreó con figuras uruguayas: Peñarol inteligencia, el colorado de Omar y el payaso Pildorita son algunas de ellas; te contamos cómo surgió esta idea
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29 de abril de 2022 a las 05:03
No se sabe cuándo empezamos a jugar a las cartas, ni de qué forma. La China del Siglo IX es la referencia literaria más antigua. En Persia (actual Irán) e India se jugaba con naipes, mucho antes que en Europa. En China las cartas empezaron a emplearse primero como instrumento de adivinación para convertirse después en un entretenimiento popular. Un naipe es una cartulina pequeña de forma rectangular que lleva impresos por una de sus caras una figura o un número determinado de objetos y por la otra, un dibujo uniforme; junto con otras, forma la baraja. Proviene del mandarín naibis, un juego entre cuatro personas en el que se usaban barajas. La Real Academia Española dice que viene del catalán naíp, y este quizá del árabe ma'íb, (censurable), tal vez porque el juego puede llegar a ser un vicio. “Durante los primeros años de los naipes, cuando el juego se popularizó, lo prohibieron en algunos países. La iglesia decía que quitaba tiempo para rezar”, explicó a El País de Madrid Jean-Pierre Garrigue, especialista en la historia de los naipes y autor de Las cartas de juego en Cataluña en los siglos XIV y XV.
Sotas, caballos y reyes: la historia detrás de las cartas españolas
El mazo de cartas más famoso de España fue creado por Fournier, la empresa fundada por Heraclio Fournier en 1870. Esas cartas son parecidas a las que jugamos hoy en día. “Ya entonces había una estructura de palos, con oros o espadas, y aparecían figuras como el caballo o el rey”, contó al medio español Edurne Martín, una de las responsables del museo Fournier de Naipes de Álava dedicado a los naipes. “Las cartas llegaron a los países mediterráneos, especialmente a Italia y a España, en torno al siglo XIV. Fue a través de comerciantes de la ruta de la seda”, agregó.
Museo Fournier de Naipes
Cartas Valencianas, edición de 1778.
Las cartas españolas se caracterizan por la riqueza de sus diseños de inspiración medieval y cuentan con pequeñas discontinuidades en los lados inferior y superior del rectángulo que las enmarca. ¿Qué significan estas marcas? Fueron creadas para que los jugadores puedan identificar el valor de la carta, sin necesidad de extenderlas sobre las manos y así evitar que los espíen. Los palos se corresponden con los estamentos que existían en la época: los comerciantes están representados con el oro, el clero son las copas, las espadas se corresponden con la nobleza y los siervos con los bastos. Con diseños de 40, 48, o 50 piezas, en función del juego el que se emplee, la baraja española es la única en el mundo que no cuenta con una figura femenina. Están los reyes, caballeros y las sotas. No hay reinas.
Mandy Barrios
Este es el típico mazo de cartas españolas con el que jugamos en Urugay
Pero la historia está cambiando. En Uruguay y Argentina siempre jugamos con cartas de este estilo: ¿por qué no habíamos creado nuestro propio mazo? Un experto en comunicación publicitaria se dio cuenta de que faltaba uno y se puso manos a la obra.
Cómo son las cartas del mazo uruguayo
Poppular
Estos son los personajes del mazo yoruga
¿Estás preparado para jugar una conga con el hombre araña uruguayo? ¿Quién no ha disfrutado alguna vez echado en el pasto jugando a las cartas?¿Hay algo más lindo que una partida truco después de almorzar con amigos?
Las cartas sirven para amenizar los encuentros y ayudan también a la tarea de socializar. Cuando recordamos momentos felices de la infancia vienen a nuestra memoria ratitos de juegos en familia. A pesar de que la tecnología ha avanzado, las cartas siguen gozando de buena salud y logran algo mágico: suprimir la tecnología por un rato y reunir a varias generaciones. Las cartas siguen en los cajones de las casas, durante décadas, y viajan en los bolsos de las vacaciones. ¿Cómo es posible que algo tan simple como un mazo de cartas perdure tantos años?