Agro > PIDIÓ AYUDA A LACALLE POU
Joven cabañera perdió US$ 20 mil y Grandes Campeonas del Prado por un ataque de perros
En 2022 María Jesús Viganó fue una de las cabañeras que durante el acto de cierre de la Expo Prado participó del desfile de los Grandes Campeones. Una oveja Suffolk de su cabaña, El Capricho, se llevó el mayor galardón de la raza. La joven de 27 años ya estaba preparando a ese ejemplar para volver a la pista este año, pero no podrá presentarla, porque en un ataque de perros a su majada, la oveja murió.
En 2022 “sabíamos que (la oveja) iba a hacer destrozos en la pista del Prado, y dicho y hecho, se llevó todas las cocardas. Estábamos con las mejores expectativas de un futuro impresionante por delante, y ahora está muerta”, lamentó a El Observador. “El dolor más grande es la pérdida de trabajo, son 30 años de meter lomo, pasión, esfuerzo y horas de dedicación”, añadió.
Carta al presidente
El recuerdo de aquel desfile está intacto para la cabañera de Treinta y Tres, quien recibió un reconocimiento de manos del presidente de la República, Luis Lacalle Pou.
Por eso, tras los ataques de perros de la pasada semana, en los que murieron ocho ovinos PI y MO –entre ellos la Gran Campeona PI y el Reservado Gran Campeón PI– y 14 quedaron heridos, María Jesús decidió escribir una carta en sus redes sociales, dirigida al mandatario.
"¿Muerto el perro, muerta la rabia? No creo, acá van más de 30 años de trabajo a la basura, volvemos a la foja cero. Sentimiento de rabia, angustia e impotencia me genera lo vivido (…) Esa oveja, señor presidente, siendo galardonada como la mejor hembra PI de la raza del país, la cual estaba preñada, y siendo preparada para volver a defender su premio, ¡está muerta! y a nosotros nos toca sufrir las bajas en silencio y empezar de cero nuevamente”, escribió la joven debajo de la foto del momento en el que el mandatario le entregó un reconocimiento de la Asociación Rural del Uruguay (ARU).
Batalla campal en el potrero
Los problemas en la cabaña comenzaron la noche del martes 11 de abril, contó la cabañera.
Un carnero pedigrí viejo tenía problemas de caderas y por eso lo habían acercado a la casa, para tenerlo controlado. En la mañana del miércoles, cuando María Jesús se levantó, notó que el animal estaba herido, tenía una mordida en la yugular. “Nosotros, muy ingenuos, dijimos ‘tiene que haber pasado algún bicho’, nunca nos imaginamos que fuera un perro”, recordó.
Al otro día, cuando los empleados que trabajan en el campo salieron a recorrer, “se encontraron con una batalla campal”. Dos perros grandes habían entrado al campo y habían matado a siete ovinos y lastimado a varios más.
Algunos de los ejemplares de la cabaña estaban preñados.
Pérdidas de US$ 20 mil
La majada, que era de 100 animales hasta entonces, quedó con pérdidas de US$ 20 mil, estimó la cabañera. Las pérdidas no fueron solamente económicas, resaltó, lo que duele, dijo, es la pérdida del trabajo y del esfuerzo de más de 30 años en la búsqueda de la mejor genética del país, en un trabajo que en la familia Viganó pasó de generación en generación.
El problema de ataque de perros a majadas, que afecta a muchos productores en el país, no escapa a Treinta y Tres. La cabaña de María Jesús está en la Colonia Dionisio Díaz, a 15 kms de la ciudad de Treinta y Tres, y si bien, “todo el tiempo estás correteando perros”, esta es la primera vez que la joven sufre un ataque de esta dimensión, contó. Según resaltó, muchas veces se ven personas abandonando perros a los costados de los caminos vecinales, lo que torna al problema aún mayor.
“Empezar a actuar ya”
“Lo que busco yo, como buscamos todos los productores ovinos, es que nazcan medidas. De alguna manera hay que empezar a actuar ya, porque esto no se soporta más, el stock ovino no lo soporta más, es chico y se sigue reduciendo cada vez más”, expresó la cabañera, quien aseguró que la denuncia ya está hecha en la comisaría de la zona.
