Justicia condenó a un año de prisión al delincuente que entró a robar en la casa del fiscal de Corte

La pena de un año de cárcel para el delito de robo sin violencia fue dispuesta luego de un acuerdo entre el defensor del delincuente y el fiscal del caso, Gilberto Rodríguez. De esta manera, las partes resolvieron que en lugar de un juicio oral tuviera lugar un proceso abreviado, una herramienta del nuevo Código del Proceso Penal (CPP) que permite que el caso se resuelva en una única audiencia, tras la cual el imputado recibe una pena más benevolente a cambio de su confesión de los hechos.

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Desde que funciona el nuevo sistema penal, vigente desde noviembre de 2017, los fiscales han recurrido al abanico de acuerdos que permite la norma, cuando los delincuentes son llevados a la Justicia por cometer delitos menores.

Así, por poner dos ejemplos, en enero de este año la fiscal de Maldonado Ana Dean acordó con un hombre que había robado un auto la suspensión condicional de la pena, a cambio de que lavara el vehículo y de esa manera resarciera a su propietario, No obstante, la medida luego fue cambiada por otra de naturaleza similar. Y en marzo de 2019, dos menores que habían realizado por lo menos 10 hurtos en casas de Guichón (Paysandú) fueron condenados a arresto domiciliario nocturno durante 90 días.

En este caso la pena fue mayor, pero según el fiscal Rodríguez no tuvo ninguna relación con el hecho de que la víctima haya sido el fiscal de Corte, un hecho que tampoco influyó, de acuerdo a su explicación, en la rápida actuación de la policía, que detuvo al hombre pocos minutos después del robo, sobre las 7 de la mañana de este miércoles.

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El hombre entró a la casa del jerarca sin armas y se retiró con dos celulares, dos notebook, un televisor de 32 pulgadas y un monitor de computadora, justo cuando Díaz amanecía y bajaba desde la segunda planta.

No estaba armado ni empleó violencia, dijo Rodríguez, pero de todos modos el delincuente incurrió en una de las agravantes del hurto, que es haber realizado el delito dentro de "un edificio o en algún otro lugar destinado a habitación", como está definido en el Código Penal.

El fiscal podría haber acordado con el imputado una "pena mixta", compuesta por algunos meses de prisión y otros bajo el régimen de libertad vigilada, como se ha resuelto en muchos casos, si el imputado no fuera reincidiente, como lo indica la ley de las libertades vigiladas. Pero no era el caso, ya que el hombre tiene siete antecedentes penales  "todos por hurto y violación de domicilio" y cometidos en el último tiempo, explicó Rodríguez.

Consultado sobre si influyó en su criterio técnico el hecho de que la víctima fuera la máxima autoridad del organismo en el que trabaja, el fiscal negó esa posibilidad en forma rotunda.

"Uno entiende que la teoría conspirativa a veces son las reglas del juego, pero podría mostrarle la carpeta de muchos otros hechos que involucran a ciudadanos comunes, y que también se resolvieron rápidamente y con condena de prisión", afirmó.

En la misma línea, Rodríguez también entendió que la pena impuesta al ladrón no es tan alta, si se tiene en cuenta que por el delito de hurto especialmente agravado puede imponerse hasta ocho años de cárcel.