Juan Ignacio Buffa.

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“La agenda de lo que falta es grande, pero tenemos un rumbo, vamos bien”

Juan Ignacio Buffa, subsecretario en el MGAP: "La autocomplacencia no es un buen consejero para quienes tenemos responsabilidades políticas, de gestión, de gobierno"
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26 de noviembre de 2022 a las 05:00

En media hora de conversación con Juan Ignacio Buffa, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) analizó para El Observador lo realizado a nivel ministerial en esta administración y señaló lo pendiente. A cada rato aludió al valor de no ponerle pausa a evolucionar en el acceso a los mercados, puso el foco en cada asunto afrontado e insistió en dejar en claro que la agenda de deberes es amplia y desafiante.

 

¿Qué balance hace, en el cierre de 2022, sobre la gestión del MGAP durante lo transcurrido de este período de gobierno?

El balance, sinceramente, creo que es muy positivo, por varios motivos. Lo que primero destaco es que se ha conformado un equipo de trabajo en el ministerio que da gusto y placer ser parte del mismo, es un honor personal también y ni que hablar que una responsabilidad tremenda, que nos desafía a todos permanentemente, día a día. Hay un equipo que trabaja como tal y eso nos tiene muy contentos y es gran parte de la explicación de todo lo que se ha ido haciendo. Segundo, a propósito de un balance que nos tiene muy satisfechos aunque nunca totalmente conformes, el sector agropecuario –que es el que nos ocupa– en estos tres años lejos de bajar el dinamismo, pese a todo lo que nos ha pasado como país, lo acrecentó para beneficio de todos los directamente e indirectamente vinculados, para beneficio en realidad de todos los uruguayos. Siento, sentimos en el equipo, que el ministerio hizo mucho, está haciendo mucho y tiene mucho más por hacer, siempre la agenda de lo que falta es mucho más grande, pero tenemos un rumbo, vamos bien. Este ministerio ha tratado siempre de estar cerca de los temas, resolviendo las coyunturas, pero siempre mirando que el ministerio debe ser un catalizador, abriendo mercados, generando bienes públicos que en definitiva son los que estructuran el agregado de valor del sector. Lo que nosotros hacemos en el MGAP  tiene como destino mejorar las condiciones de algo que está distribuido a lo largo y ancho del país, hablo de los productores, ellos son nuestro objetivo, tenemos que ayudarlos a que produzcan riqueza para el país y su gente, el productor genera trabajo y prosperidad y lo que necesita del MGAP son soluciones y en eso estamos cada día.

 

¿De qué modo resume lo que desde el comando del MGAP se ha priorizado?

Se han puesto en la agenda varios temas que son ineludibles para el desempeño del ministerio. El tema de los accesos a los mercados es un tema que lo hemos tratado de ordenar, en el sentido de que lo primero que tenemos que lograr es el acceso en clave sanitaria y eso implica un trabajo interno muy fuerte. En ese sentido hemos avanzado enormemente, por ejemplo contestando cuestionarios de los diferentes mercados. Más o menos, hemos hecho cada cinco días calendario una acción para mantener mercados, mejorarlos o acceder a nuevos mercados. En ese sentido, están las noticias de las cosas buenas que se logran y siempre digo que además las no noticias son cosas positivas, que todo siga bien lo que ya está andando bien, me refiero a auditorías que hay constantemente a la cadena de la carne, hay una cada 15 días calendario y la enorme mayoría exitosas. Sobre resultados, podemos mencionar algunas cosas a modo de ejemplos, porque por suerte son muchas. El ingreso reciente de la lengua de vacuno a Japón, como resultado de la última misión oficial en el exterior, la verdad es que contribuye enormemente, más allá de lo que se exporte. También están los casos de la firma del protocolo para exportar sorgo, la consolidación de un canal de exportación de colza hacia Europa abriendo mercados para la vedette de los cultivos de invierno, el acceso de carne de pollo a Macao y Egipto y podríamos seguir, la lista de cosas concretas, que han cristalizado, es extensa.

 

¿Y en la interna del país en qué se avanzó?

Hay varias herramientas, pero una que quiero destacar y marcarla como un instrumento de mucha importancia es la Comap (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones), porque potencia la inversión. Desde junio de 2020 a la fecha tenemos el pico de proyectos presentados vía Comap, más de 1.200 proyectos con US$ 600 millones de inversión promovida, solo en el sector agropecuario.

 

¿Percibe que se incrementó la inversión pese a dificultades que hubo por la pandemia y otras adversidades?

De lo que voy a decir, sin dudas todo el mérito es del Banco República, eso antes que nada, pero desde el ministerio hay un fluido intercambio con el banco, con su presidente Salvador Ferrer y todo el directorio, a la hora de ayudar a generar herramientas. El banco ha sido especialmente proactivo en este período, por ejemplo para atender la emergencia agropecuaria, pero no solo en eso. El BROU ha atendido al sector productivo, al sector agropecuario, hay ahora una serie de instrumentos muy ajustados a los ciclos de los sistemas productivos, por ejemplo los créditos para agua en la parcela en ganadería y lechería, a 10 años con dos años de amortización. Mirábamos a Nueva Zelanda con cierta envidia por los créditos para la compra de tierras y en ese sentido el BROU acaba de lanzar una línea en la que hay que aportar solo un 10% del capital y con un plazo de 30 años, algo pensado para los productores más pequeños, un instrumento que hay que difundirlo, el sector lo necesitaba para resolver el tema de la tenencia y ahora lo tiene. A propósito de herramientas financieras, en el sector lechero quiero destacarlo, se hizo mucho, se generaron modificaciones en el Fogale (Fondo de Garantía Lechero) y el Fondo Lechero por el cual en el último año aterrizaron en el sector US$ 7,1 millones, plata que era de los productores y por patologías de la ley se iban a terminar cobrando dentro de más de dos años. También el sostenimiento de beneficios tarifarios en muchos sectores merece ser destacado, por ejemplo en el costo de energía eléctrica para la lechería, para los regantes.

 

En lo interno del MGAP, ¿qué se ha podido realizar?

En ese sentido quiero destacar que estamos abocados a mejorar distintos procesos, nos embarcamos en una necesaria y profunda modernización, apostamos a la digitalización por ejemplo en el tema de las guías de propiedad y tránsito para el segundo semestre de 2023 va a estar aterrizando un plan piloto, el MGAP estaba absolutamente atrasado en términos digitales, es una realidad.

 

Un eje temático que se señala constantemente desde el sector productivo es el sanitario y otro el de la seguridad.

Y está bien que así sea. Voy a mencionar algunas cosas. En esta última rendición de cuentas, en el tema de la bichera, se estableció el instrumento jurídico para llevar adelante el tema y el financiamiento asociado. Eso es especialmente destacable. También la generación en esta administración del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) para avanzar en varios temas del bienestar animal y entre ellos el de la solución al problema de la superpoblación canina. Si bien corresponde al Ministerio del Interior, quiero destacar, por el impacto que tiene en el sector en el que estamos trabajando, los efectos muy positivos de la creación de la Dirección Nacional de Seguridad Rural (DNSR), generando mejores condiciones, la seguridad rural dejó de ser una seguridad de segunda y pasó a ser una seguridad de primer nivel. Gobernar es coordinar, uno de los roles principales para este ministerio es articular y eso hemos hecho.

 

De los deberes pendientes, ¿qué señalaría?

Sin dudas, el tema de la revisión de las campañas sanitarias, eso siempre lo tenemos arriba de la mesa. En el caso de la tuberculosis, llegamos a tener más de 8.000 animales en el campo positivos y hemos podido ir limpiando eso, y ahora con el cambio en la campaña, con la doble comparada, evitamos falsos positivos. En brucelosis estamos procesando cambios, estamos en plena gestión con el sector productivo, en las Conahsa (Comisión Nacional Honoraria de Salud Animal) hay un proceso de discusión para ajustar esa campaña. En el debe, insisto en este tema, sigo poniendo el seguir trabajando para mejorar en el acceso a los mercados, porque uno nunca puede estar conforme. Es más, en la medida en que uno como país tiene abierto un enorme número de mercados desde el punto de vista sanitario, como pasa para las carnes uruguayas, hay que avanzar en trabajar en la sofisticación de los accesos. Por ejemplo, hoy tenemos un tema con China, mercado al cual va el grueso de las exportaciones de carnes vacunas, pero hay algunos productos con habilitación pendiente, por ejemplo carne cabeza y quijada y mondongo. Para el ministerio es fundamental ser un activo en este proceso aperturista que tiene Uruguay, guiado por el presidente de la República, que ha marcado que hay que abrirse todo lo más posible al mundo y puso sobre la mesa en su momento el tema del Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, también con Turquía y más recientemente todo lo relacionado con la firma para el ingreso al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, algo especialmente relevante.

Juan Ignacio Buffa.

Sí hoy estuviese en otro rol, de productor o profesional por ejemplo, ¿qué mirada tendría del MGAP?

El primer crítico sería yo. Siempre hay cosas para hacer, la agenda de problemas es diaria, hay que resolverla y siempre hay margen de mejora. La autocomplacencia no es un buen consejero para quienes tenemos responsabilidades políticas, de gestión, de gobierno. Si estuviera del otro lado sería crítico, reconociendo las cosas que se hayan hecho, pero poniendo el foco en la agenda de cosas por hacer, que no son pocas.

 

En estos últimos días enfatizó sobre el progreso en la calidad del servicio de seguros.

Es verdad. El seguro es un instrumento que los productores conocen, que utilizan, el MGAP viene trabajando en el tema seguros desde hace mucho tiempo. El seguro es una herramienta fundamental para mitigar el riesgo empresarial, para transferir algo del riesgo. Acá estamos difundiendo tres aspectos. Está el tradicional seguro de la granja, gran parte del Fondo de Fomento de la Granja se destinan a subsidiar las primas de seguros de los productores para que si hay inclemencias climáticas el instrumento pueda resarcir esas pérdidas. Eso se utiliza bien y los subsidios del gobierno van del 30% al 70%. Están también los seguros agrícolas, hay un plan piloto con el objetivo de conseguir información y para eso estamos subsidiando a algunos productores, a través de aglutinadores, con US$ 10 por hectárea con seguro de rendimiento, con un tope de 300 hectáreas por productor y de US$ 500 mil por año, un instrumento que lo estamos aplicando con ese objetivo, con ese foco, conseguir información para desarrollar el seguro de rendimiento en la producción agrícola, eso fue acordado con todo el arco asegurador público y privado, con un fuerte liderazgo del sector productivo agrícola. Finalmente hay un instrumento nuevo, desarrollado conjuntamente con el Banco de Seguros del Estado (BSE), un seguro ovino, integral, anual, que asegura a la majada ante la ocurrencia de diferentes eventos, entre ellos el ataque de depredadores. Es un seguro en el que el MGAP tiene un fuerte estímulo de subsidio para productores con hasta 400 ovejas, es un instrumento disponible, se toma directamente en el BSE, es algo que estamos impulsando vinculado a la estrategia desarrollada por el INBA, que tiene su mirada de mediano y largo plazo asociada al control poblacional de perros a través de la identificación y castración, pero para resolver urgencias que sabemos se dan cuando hay ataques, situaciones que son críticas, tener este instrumento permite al menos no perder un capital que son fruto del esfuerzo de muchos años de parte de los productores.

 

Finalmente, ¿cómo espera que se porte el 2023, que está ya muy próximo?

Estamos atravesando por un contexto repleto de incertidumbres, entre otras cosas porque hay un conflicto bélico que afecta la dinámica de los precios y los negocios, hay mucha volatilidad y debido a eso cada actor mira con más detenimiento todo para tomar las decisiones. Estamos en un mundo donde está la tentación a cerrarse para en la interna de los países preservar ciertos equilibrios y en ese sentido Uruguay brega en todos los foros donde tiene voz que la respuesta a la realidad es la apertura. Tenemos un mundo con constantes desafíos ambientales, pero la producción de alimentos en ese sentido siempre es la solución, nunca un problema, pero tenemos que producir de una manera sostenible y demostrarlo para evitar barreras paraarancelarias vinculadas. Hay un mundo dominado por las incertidumbres, un mundo en el que a este país le toca aportar alimentos de calidad y dar todas las certezas posibles, y eso mismo es lo que hace este ministerio, construir soluciones para que los productores hagan lo que saben hacer, producir, para beneficio de todos.

 

La madre de la pérdida

“Este ministerio va a seguir trabajando para construir competitividad, eso nos motiva a diario y esa competitividad depende mucho del uso eficiente de los recursos. La madre de la pérdida de competitividad es cuando el Estado gasta más de lo que le ingresa y en ese sentido este ministerio ha sido especialmente cuidadoso en el manejo de los recursos que son de toda la sociedad. Así vamos a seguir, ese es un eje que lo vamos a mantener siempre”, resaltó Buffa.

 

Palanca de desarrollo no excluyente

Consultado sobre si se avanzó en que en ámbitos no rurales se comprenda el valor que tiene la producción agropecuaria, Buffa respondió: “Eso requiere un trabajo permanente y obviamente desde el Estado hacemos cosas, en el ministerio tenemos una Unidad de Conciencia Agropecuaria ayudando a que se haga más visible lo que hace el sector, lo que aporta, es una de nuestras grandes preocupaciones, de las principales”.

Ese trabajo, remarcó, “necesita ser compartido entre la ruralidad y el sector público, porque el sector agropecuario es una palanca de desarrollo del país no excluyente, porque cuando acá sucede algo en Rincón y Misiones eso repercute en Bella Unión, y si pasa algo en Vichadero enseguida pega en plaza Matriz”.

“Uruguay es un país profundamente integrado, lo que sucede en el sector agropecuario afecta enormemente a toda la sociedad, antes o después, el desarrollo del sector agropecuario es un vagón al que toda la ciudadanía está invitada, cuando se exporta un corte de carne, un queso, lana, lo que sea... atrás de eso hay mucho trabajo rural, pero también trabajo urbano vinculado, porque tenemos sofisticados diseños de negocios para exportar, servicios logísticos y financieros, de comunicación y marketing... lo que sucede en el agro es una invitación al desarrollo conjunto del Uruguay”, subrayó Buffa.

Juan Ignacio Buffa.

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