El pasado jueves 6 de abril la escuela Nº 11 de Mercedes debió terminar el turno de la tarde de forma abrupta. Tras la agresión de un alumno de nueve años, una maestra terminó internada con varios hematomas y una crisis nerviosa.
La maestra intentaba separar al niño de una pelea con otro compañero, pero recibió puntapiés en el piso, una "patada importante en el vientre" y tenía marcas de mordeduras, según declaró una de sus compañeras e integrante de la Asociación de Maestros de Soriano, Ana Paula Sánchez a Telenoche. Toda la clase estaba mirando.
En una carta que fue difundida en Facebook por la psicóloga Natalia Trenchi, la maestra contó que se trataba de un niño "de alma rota", que pedía a gritos ayuda, y al que intentó darle una mano, integrarlo al grupo. Sin embargo, ese día, "algo pasó", relató la maestra en la carta.
"Decidió que yo merecía golpes, merecía sentir dolor. Mis nervios o por el motivo que sentí angustia, no fue su puño, patada o mordida que me dio... sino que los demás 22 niños que son mi responsabilidad, vivieran tal hecho de violencia", contó.
Luego del ataque, la maestra entró en una crisis nerviosa y debió ser internada en un sanatorio local. Según las declaraciones de su compañera Sánchez, la familia de la maestra estaba dispuesta a realizar una denuncia, "para dejar sentado lo que sucede en la escuela".
En otras oportunidades donde hubo agresiones a maestros, la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) definió la realización de paros de 24 horas. En este caso, sin embargo, la maestra aseguró que "la culpa no es de nadie", y que parar no soluciona ni sus problemas ni los del niño.
"Los maestros necesitamos apoyo, pero más que nadie él y su familia. La vida no nos prepara para superar ciertas cosas... Se necesita un compromiso de la sociedad y autoridades para cambiar, para estar, para sostener a una persona en estado de vulnerabilidad. Un paro docente no me saca la angustia, no le dará paz al niño", afirmó.
Lo que pasó, dijo en la carta, debe valer para ayudar a otros niños que también pasan por situaciones emocionales inestables.
Consultada por El Observador, la secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) y dirigente de Ademu Soriano, Elbia Pereira, dijo que la federación nunca considera realizar paros cuando en la agresión está involucrado un niños, y que la oportunidad en que se tomó esa medida de protesta fue por hechos de violencia que fueron reiterados, y por parte de adultos.
"Como federación nunca le hacemos un paro a un niño", dijo Pereira, que reconoció que este tipo de situaciones, con niños con desbordes emocionales son comunes. La responsabilidad, en esos casos, afirmó la dirigente sindical, no es de los niños, que no tienen herramientas para resolver el problema, sino de las instituciones.
En ese sentido, los maestros definieron convocar a una reunión luego de Semana Santa con autoridades del Ministerio de Salud Pública, Inspección de Escuelas, y Policía Comunitaria para "dar garantías de derechos a los niños que llegan con 'una mochila importante' y que deberían atenderse".
La idea es poder hacer un diagnóstico y seguimiento y dar contención a esos niños, explicó.
Por otra parte, se realizará una intervención en la escuela por parte de un equipo de Escuelas disfrutables, para actuar con los niños que presenciaron el hecho y con las familias.
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