La compactación de suelos existe, pero solo debe ser tratada donde ocurre

La Asociación Uruguaya Pro Siembra Directa (Ausid) ha buscado sistematizar más el valor que implica la siembra directa, tratando que sea no solo tener una sembradora directa y tal vez un mosquito. "Es mucho más, se busca mirar todas las cosas en su conjunto, como las rotaciones y el largo de barbecho por ejemplo, que son conceptos conocidos pero que de pronto han quedado por el camino", destacó a El Observador Agropecuario el asesor de Ausid, Luciano Dabalá.

Este tema fue destacado en la XXI Jornada de Ausid, realizada el viernes 22 en el local Bequeló de la Asociación Rural de Soriano, próximo a la ciudad de Mercedes.

En dicha instancia, a través de una charla a cargo del docente e investigador Osvaldo Ernst, se brindaron a los productores los datos de un estudio realizado a través del Fondo de Promoción de Tecnología Agropecuaria (FPTA) del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), ejecutado en conjunto con la Facultad de Agronomía de la Udelar.

Se analizaron estudios que se hicieron en cinco predios distintos, durante tres años de gestión productiva, en todo lo referido a la descompactación subsuperficial del suelo a través del paraplow.

Se presentaron los datos de la finalización del proyecto, los que se consideran muy importantes. Si bien el subsolador se ha dejado un poco de lado, originalmente era muy subjetivo su aporte y hoy es bastante más objetivo sabiendo por qué se usa, lo que dura y en qué situación se puede llegar a usarlo, destacó Dabalá.

Durante la exposición de Ernst quedó claro y confirmado científicamente que pasar el paraplow simplemente por pasarlo no conduce a nada.

Cuando hay compactación es una medida correcta, pero los suelos de Uruguay son muy difíciles de homogeneizar, destacó por su parte el expresidente de Ausid, Gabriel Bidegain.

Se destacó que es fundamental investigar, probar y usar técnicas que determinen si existe realmente compactación y, en caso de existir, tomar medidas, sostuvo el productor.

Una de ellas es hacer las rotaciones que Ausid se cansa de sugerir a través del uso eficiente de la siembra directa, porque es la rotación lo que va a solucionar el problema de forma permanente.

El paraplow funciona perfecto, pero si no se toman las medidas del caso para el año siguiente el problema será el mismo.

En Ausid desde antes de este estudio FPTA se habían detectado algunos problemas, principalmente en chacras que venían con problemas de mucha agricultura y especialmente en los cultivos de invierno, explicó Dabalá.

Dijo que la problemática de la compactación realmente está, si bien no en la mayor parte de una chacra, sí en lugares puntuales.

Otra de las conclusiones de este proyecto es que se debería empezar a mapear los campos desde el punto de vista de la compactación y encarar acciones en esos lugares donde se considera que está realmente compactado. En otros lugares no existe respuesta a la pasada de un subsolador.

Con respecto a la charla sobre el impacto de la biotecnología en la producción agrícola, a cargo de la argentina Gabriela Levitus, la experta concluyó que en función de la cantidad de años que se está demorando en Uruguay en generar resultados se puede afirmar que las razones que impiden la aprobación de esos materiales son de orden político.

"Hay transgénicos que hace más de 16 meses que están esperando, en algunos casos la espera es de hasta más de 40 meses, lo cual es una barbaridad", opinó Bidegain.

La conferencia sobre biotecnología, a cargo de la argentina Gabriela Levitus, abordó aspectos de interés para el sector, sobre todo los problemas vinculados al uso de los fitosanitarios, destacó el presidente de Ausid, Raúl Martínez. Sobre el tema biotecnología, destacó el posicionamiento de Uruguay con respecto al resto del mundo y principalmente "con nuestros competidores directos, como Argentina, Brasil y Paraguay, (porque) cuando se libera un evento para poder sembrar se hace con todas las garantías", dijo por su parte el asesor Luciano Dabalá.

Un tema de gran interés analizado durante la XXI Jornada de Ausid fue el referido al papel de las coberturas en los sistemas agrícolas, destacó a El Observador Agropecuario el presidente de Ausid, Raúl Martínez.

Sobre este tema, se impartió una conferencia a cargo del ingeniero agrónomo Sandro Raspo (de Argentina), quién resaltó la forma de encarar este tema en su país, con especies que no son exactamente las que sirven acá, dijo el dirigente. Las coberturas que en Uruguay son tréboles persas y gramíneas, entre otros, además de no dejar los suelos al desnudo permiten impedir la presencia de las malezas en los campos.

Entre sus conclusiones Raspo manifestó que el manejo de las cobertura pasa a tener una misión en el manejo de los suelos muy importante y necesario.

En general los conceptos no son muy novedosos, porque "ya se sabía", pero "la confirmación de los hechos es lo que realmente nos pareció muy interesante", destacó el extitular de Ausid, Miguel Bidegain.

Añadió hay que hacer lo que recomienda Ausid, porque ahora lo confirman la investigación y las experiencias que se han logrado en ese sentido. Las coberturas hace mucho tiempo que el sistema de siembra directa las viene utilizando, incluso anteriormente a los planes de uso y manejo de suelos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), explicó a su vez el técnico asesor Luciano Dabalá.

Afirmó también que luego de la puesta en marcha de los referidos planes del MGAP se maximizó el empleo de las coberturas con el fin de tener los suelos cubiertos, pero que "ahora hemos visto que además de cubrir el suelo esto tiene varios efectos que son muy relevantes, como el control de las malezas que ejerce integrado con los herbicidas (...) deberíamos profesionalizarnos más en el uso de las coberturas y tomarlo como un cultivo más dentro de la rotación, por el manejo de malezas, diferentes tipos de raíces que pueden tener y los efectos distintos que se pueden lograr diferente a la compactación", reflexionó el profesional.