La "dama" del cardenal: una historia de espionaje y cientos de miles de euros en el Vaticano

Forzado a dimitir el pasado 24 de setiembre, al verse salpicado por un escándalo inmobiliario, lo que implicaba también la renuncia a los derechos vinculados al cardenalato, aparece ahora relacionado con una mujer a la que habría entregado más de medio millón de euros de los fondos reservados de la Secretaría de Estado.

La prensa italiana reveló que Becciu retiró esa cantidad de dinero entre 2011 y 2018 cuando era sustituto de la Secretaría de Estado para entregárselos a Cecilia Marogna, —de Cagliari, capital de la isla de Cerdeña— , de 39 años, titular de una sociedad con sede fiscal en Eslovenia y experta en seguridad y relaciones internacionales, de acuerdo a los diarios Domani y el Corriere de la Sera.

Marogna ha sido identificada por medios italianos como la "dama del cardenal", por los servicios de inteligencia para los que fue contratada, que deberían conducir a la liberación de sacerdotes secuestrados en diversas partes del mundo. La prensa, sin embargo, apunta que "la experta" habría renovado su guardarropa y adquirido zapatos, carteras y otras prendas de lujo con los fondos destinados a misiones humanitarias en África y Asia.

Entrevistada en Domani (Mañana) por su subdirector Emiliano Fittipaldi, que fue periodista de investigación del L´Espresso, Marogna admitió que había creado una "red de relaciones diplomáticas para la Santa Sede". Pero restó importancia a la suma de dinero percibida porque para liberar rehenes en África y Asia "se necesita mucho más".

Marogna asumió que recibió el dinero de Becciu "porque soy experta en geopolítica y diplomacia paralela. Creo soluciones"

 "Con ese dinero hice el trabajo que me pidieron: entablar relaciones y contactos en países difíciles. Hice informes y análisis y fui justamente pagada. No soy una estafadora", afirmó.

Marogna dijo que disponía de una carta del cardenal para operar en nombre del Vaticano. Y cuando le preguntaron por las compras que habría realizado expresó: "¿Bolsos y artículos de lujo? Las sumas que recibí también incluían mis honorarios. No soy misionero, no trabajo gratis". 

La historia de intrigas en el seno del Vaticano no se detiene en este episodio. Y Becciu sigue en el foco.

En Australia, al otro lado del mundo, el diario Financial Review publicó una información en la que el abogado del cardenal australiano George Pell anunció la intención de abrir una investigación internacional por pagos de hasta 700 mil euros que Becciu, nuevamente, habría transferido a cuentas bancarias vinculadas a personas que acusaron a Pell de haber cometido abusos sexuales.

Pell, quien fue ministro de Economía del Vaticano, llegó el miércoles pasado a Roma tras ser absuelto en abril de delitos de pederastia.

La liberación del purpurado, de 79 años, quien fue apartado del cargo en el Vaticano por las acusaciones y pasó 13 meses en una cárcel de su país, coincidió con el nuevo escándalo por irregularidades en las finanzas del Vaticano que le costaron el cargo a Becciu.

Becciu ha defendido su inocencia luego de la decisión papal de apartarlo del gobierno del Vaticano, a pesar de que pesan otras acusaciones contra él, como haber destinado en varias ocasiones cientos de miles de euros del episcopado italiano y de la Santa Sede a una cooperativa en Cerdeña gestionada por su hermano, que se ocupa de la integración social bajo los auspicios de una diócesis.