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La despenalización del aborto pasó al Senado argentino, donde se espera un nuevo debate complicado
Fueron 129 los diputados a favor, 125 los que votaron en contra y uno de ellos se abstuvo, según el recuento del presidente de la Cámara, Emilio Monzó.
La discusión en el Senado también se perfila complicada y deslindada de las afiliaciones políticas de los parlamentarios. Tal como sucedió en Diputados, este tema atraviesa la interna de todos los partidos políticos y genera dos grupos -a favor y en contra- que recogen una adhesión similar en número.
Según el diario argentino Clarín, la reglamentación establece un plazo de una semana antes de que el proyecto de ley entre en discusión en la Cámara Alta. Si ésta decidiera un "tratamiento exprés", podría discutirlo dentro de un lapso de ocho días. Pero, eso no es lo que ocurrirá según el matutino argentino.
Se espera que el estado parlamentario del proyecto dure varios meses, e incluso se habla de que podría llegar a tomarse una resolución definitiva recién en setiembre.
El Senado -que está integrado por 72 senadores- puede rechazar el proyecto, aprobarlo tal como está redactado o realizar las modificaciones que entienda pertinentes. En el primer caso, el tema no podría volver a ser tratado en el Parlamento hasta el próximo ejercicio.
Pero si la cámara alta aprueba el proyecto, este se convertiría en ley. El Poder Ejecutivo, al reglamentarla, tiene la potestad de vetar lo que el Congreso haya aprobado. Sin embargo, el presidente argentino Mauricio Macri dijo en reiteradas ocasiones que respetaría la voluntad de los legisladores. En un acto en la provincia norteña de Corrientes, Macri destacó "el trabajo de estos meses en la Cámara de Diputados y todos los argentinos" que "han dado un debate histórico propio de la democracia".
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Si el Senado evalúa el proyecto y decide someterlo a modificaciones, debería volver a la Cámara de Diputados, para una nueva discusión. Los diputados pueden votar por la aprobación del proyecto con las modificaciones o, de lo contrario y con mayoría especial, pedir que se mantenga tal como estaba.
La discusión en cámara baja duró casi 24 horas, en las que los indecisos jugaron un rol clave, inclinando finalmente la balanza hacia el "sí".
"Las 24 horas sin dormir y paradas no fueron un impedimento sino un momento de encuentro, de sororidad (hermandad entre mujeres) y de empuje para que esta ley en la calle se haga escuchar y los diputados y diputadas escucharon, por suerte, nuestras voces", señaló a Efe Gabriela Bombart, una de las manifestantes que pasó toda la noche en la calle.
Bombart espera que sus voces sigan siendo escuchadas por los legisladores, algo que también desea Victoria Tesoriero, integrante de la Campaña, quien ve necesario "presionar mucho" para tratar de convencer a una cámara "más difícil".
Salga adelante la ley o no, el movimiento feminista local ya logró "una renovación generacional en la lucha por los derechos de las mujeres", apuntó Tesoriero.
El primer triunfo del aborto legal en el país del papa Francisco
El del miércoles y jueves fue la primera victoria parlamentaria del aborto en Argentina, donde el catolicismo es culto mayoritario y en medio de un fuerte despliegue de la Iglesia Católica en contra del proyecto de ley.
"Es un momento histórico para Argentina, que se explica de la creciente masificación del movimiento de mujeres", sostuvo la socióloga Sol Prieto, al aseverar que el voto de este jueves "da fuerza" y "esperanza".
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"Es un revés para la iglesia. El aborto se despenalizó en Irlanda, y ahora es el turno de Argentina. No me extrañaría que la iglesia se centre más en temas de reducción de la pobreza y menos en temas que tienen que ver con la moral. Con (el papa) Francisco, la iglesia da un viraje", añadió.
Semana 14
El proyecto de ley permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación bajo la sola voluntad de la mujer que tendrá derecho a acceder a la práctica en forma gratuita en un plazo máximo de cinco días.
Luego de ese lapso, el aborto podrá practicarse en casos de violación bajo declaración jurada ante personal médico. También cuando esté en riesgo la salud de la mujer o si se diagnostica la inviabilidad de vida extrauterina.
El proyecto establece que todo hospital o centro asistencial público o privado está obligado a proveer la práctica, aunque permite la objeción de conciencia a los médicos.
En América Latina, el aborto sin restricciones es legal en Uruguay, Cuba y Ciudad de México. En casi todos los demás países solo puede practicarse en caso de riesgo de vida para la mujer, cuando hay inviabilidad del feto o si el embarazo es producto de una violación. En El Salvador, Honduras y Nicaragua está prohibido por completo.
