Copa Libertadores > SE JUEGA EN LIMA

La final de la Copa Libertadores con el sello del fútbol y talento uruguayo

Giorgian de Arrascaeta y Nicolás De La Cruz son clave en Flamengo y River, que este sábado definen la Libertadores
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23 de noviembre de 2019 a las 05:01

Giorgian De Arrascaeta tiene 25 años, nació en Nuevo Berlín, Río Negro, y juega en Flamengo. Nicolás De la Cruz nació hace 22 años en Montevideo y lo hace en River argentino. Son el producto genuino de las divisiones juveniles del fútbol uruguayo: De Arrascaeta en Defensor Sporting y De La Cruz en Liverpool, pero este sábado a la hora 17 en el estadio Nacional de Lima se enfrentarán en la final de la Copa Libertadores 2019 defendiendo a sus clubes extranjeros.

Los dos son figuras de sus equipos. De Arrascaeta, con mayor recorrido, es uno de los tres jugadores más importantes del poderoso Flamengo. De La Cruz, más jovencito, empezó a ganarse este año la consideración del técnico Marcelo Gallardo en el millonario River Plate. 

Dos uruguayos en la cancha en busca de la gloria, como el año pasado lo hicieron Camilo Mayada en River (De La Cruz no jugó ninguna de las dos finales), Nahitan Nández y Lucas Olaza en Boca Juniors, y en 2015 se enfrentaron Carlos Sánchez (medio hermano de De La Cruz), Tabaré Viudez, Rodrigo Mora y Mayada en River, con Egidio Arévalo Ríos en Tigres de México, como últimos ejemplos de uruguayos frente a frente en la final del torneo  más prestigioso de América.

Talento celeste a favor de los de los clubes más importantes del continente.

El ídolo uruguayo

De Arrascaeta es ídolo de la hinchada del Fla, considerada la más numerosa de Brasil. En una encuesta que se hizo hace poco en un portal de deportes, se consultó qué jugadores de la actualidad serían titulares en el cuadro que ganó la Libertadores de 1981, que tenía como figuras a Mozer, Júnior, Zico... Los tres elegidos fueron el uruguayo, Gabigol y Bruno Henrique.

Gabriel es el goleador, Bruno Henrique es un delantero desequilibrante y De Arrascaeta el creador, líder con 10 asistencias en el torneo local.

Después de la victoria de Flamengo contra Gremio el domingo pasado, en la cuenta de Twitter el club rubronegro escribió: “Qué partido del uruguayo más amado del mundo. Desfilando su categoría característica, Arrascaeta jugó de más en Porto Alegre. Qué hombre!”. Todo escrito.

De Arrascaeta quedó afuera del partido de la selección contra Hungría el pasado 15 de noviembre a raíz de una lesión y dos días después ingresó como titular ante Gremio. Él pidió para jugar porque quería tener ritmo para el partido “más importante del año”, el de este sábado ante River.

El momento De La Cruz

En mayo de este año De La Cruz le marcó tres goles a Aldosivi por la Superliga argentina y fue su partido de quiebre. El diario Olé lo bautizó como “De La Cruyff” y el técnico Marcelo Gallardo lo felicitó.

“Me costó mucho pero el momento llegó”, admitió el uruguayo tras su triplete. “Una alegría inmensa, necesitaba un partido así con la gente, volver a juntarme con ellos, que siempre me brindaron cariño. No dejo de agradecerle a mis compañeros que me dan tranquilidad para trabajar día a día”, agregó.

El futbolista reconoció que tuvo dificultades para volver a su mejor nivel. “No voy a mentir, pero el momento llegó”, expresó. “Estoy muy preparado, siempre con la confianza y tranquilidad que me brindan mis compañeros para poder ayudarlos dentro del campo”.

Al mismo tiempo, Gallardo reiteró lo que dijo cuando era cuestionado por la presencia de De la Cruz en el equipo cuando no lo ameritaba. “A veces hay que esperar”, comentó.

El volante llegó desde Liverpool a mediados de 2017 pedido por Gallardo, después de romperla en la selección sub 20 de Uruguay. El club argentino pagó  US$ 3.000.000 por el 30% de la ficha.

Figuras claves

Los dos futbolistas uruguayos son importantes en sus equipos. De Arrascaeta es la manija del mediocampo y el principal socio en la generación de fútbol para la dupla mortal que tiene arriba Flamengo, con Gabriel Jesús y Bruno Henrique. De La Cruz también es el nexo con los delanteros, aunque suele jugar más sobre una banda. Es rápido, encarador y difícil de detener en el uno contra uno, aunque para este partido, por una decisión táctica, podría ir al banco.

Única final

Por primera vez en los 60 años de historia de la Copa Libertadores la disputa por el título se dirimirá en un partido único.

Santiago de Chile había sido elegida por la Conmebol en agosto de 2018 para albergar el juego, pero la inusitada crisis social que desde hace cuatro semanas tiene en jaque al gobierno del presidente Sebastián Piñera obligó a la matriz del fútbol sudamericano a un cambio urgente de sede.

Lima, con su estadio Monumental, propiedad del club Universitario de Deportes (80.000 espectadores), apareció como salvavidas a 18 días de la final y hubo humo blanco en la Conmebol, un espaldarazo de la entidad a la nueva dirigencia del fútbol peruano.

La capital inca había sido despojada en mayo de la final única, por primera vez en la historia, de la Copa Sudamericana 2019, en momentos en que la Federación peruana se debatía en una crisis económica por malos manejos administrativos tras el Mundial Rusia 2018.

En las anteriores ediciones del máximo torneo de clubes de la Conmebol la definición por el título se jugaba a dos partidos y en caso de empate se realizaba un tercero en sede neutral. Posteriormente llegaron las prórrogas de 30 minutos y la definición por penales.

¿Qué dicen en Brasil y en Argentina?

La gran apuesta
Thiago Lima, periodista de Globoesporte

Flamengo vuelve a jugar una final de Copa Libertadores después de 38 años. Su primera y única final fue en 1981, cuando ganó ante Cobreloa, de Chile, con un equipo liderado por Zico y visto cómo la más grande de la historia del club hasta hoy. 
Por tener muchos hinchas que nacieron después de eso, la Copa es el gran sueño de parte de la hinchada rubronegra. Mucho más importante por ejemplo que el Campeonato Brasileño. 
También con esta idea, la junta directiva del club hizo fichajes de jugadores de jerarquía al comienzo de año y del entrendor portugués Jorge Jesús a mediados de 2019.
El uruguayo Giorgian De Arrascaeta es el fichaje más grande de la historia del club y también del fútbol brasileño. Fue la gran apuesta del presidente Rodolfo Landim en los primeros seis meses del año, pero no empezó bien. 
Con el técnico Abel Braga quedó muchas veces en los suplentes y con poco tiempo para jugar cuando ingresaba. 
Pero, desde la llegada de Jorge Jesús en junio, es otro jugador. Su suerte dentro del equipo cambió profundamente. Quedó muy rápido entre los 11 ideales del portugués y tiene gran jerarquía en el equipo. Hasta ahora hizo 15 goles y brindó 14 asistencias en 45 partidos con la camiseta rubronegra. 
Está entre las tres figuras más destacadas de Flamengo en la actualidad, junto con Bruno Henrique y Gabigol.

La cereza del postre
Martín Macchiavello, periodista del diario Olé

Lo tenía visto el Muñeco. Suerte que no lo haya ojeado después de tanto seguimiento profundo por los pastos de Belvedere… Si el ADN de su hermanastro Carlos Sánchez se replicaba en su cuerpito, nada podía fallar. Por eso Gallardo, a mediados del 2017, le insistió a la dirigencia para ponerle a Liverpool US$ 4 millones por el 30% del pase de Nico de la Cruz. ¿Mucho? ¿Poco? Los 22 palos euros de la cláusula de rescisión matan interrogantes. Aunque no todo fue fácil. Apareció para reemplazar a Driussi (vendido al Zenit ruso) pero acabó jugando de Gonzalo Martínez post Bernabéu (con todo lo que ello implica en el Mundo River). Cuando sus piernas volaron más rápido que sus pájaros y el Pity recayó en la MLS, los planetas del ex mini vicepresidente del club Cohami montevideano, se acomodaron. Y no sólo por sus goles, como el de tiro libre al Inter en Porto Alegre o el decisivo en Asunción a Cerro Porteño, horas después de ser particularmente detenido: en esta Libertadores, el hijo de Nelly, dueño de más de un par de pulmones, ya recibió 36 foules (como ningún atacante) y robó 29 pelotas (como ningún mortal en la Copa)… De la Cruz sacó provecho del 4-1-3-2 tradicional de Gallardo, jugando por izquierda –picante- detrás de Borré y Suárez. Sin embargo, como el DT no come vidrio, a lo mejor gracias a Gabigol, Bruno Henrique y compañía flamenguista, el ex entrenador de Nacional incluya al chileno Díaz, sorprenda con cinco en el fondo (5-3-2 o 3-5-2, a gusto del consumidor futbolero, como en la final 2018 en la Bombonera), y Nico resulte cereza del postre en el segundo tiempo. Estar tiene que estar: en las cuatro Libertadores del Millo, siempre hubo un uruguayo en el plantel. Mirá si se la va a perder…

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