La oposición mexicana llama a quemar libros de texto gratuitos por considerarlos “material del diablo”

A menos de una semana para el inicio del ciclo lectivo mexicano, marcado para el próximo 28 de agosto, padres de familia, maestros y algún que otro grupo de alumnos quemaron las cajas con el material enviado por la SEP a la Escuela Benito Juárez, ubicada en la localidad de San Antonio del Monte, donde estudian unos 700 escolares. El argumento para la insólita reacción fue igual de incomprensible: “Son material del diablo”, dijeron algunos participantes de la quema.

Si bien la SEP señaló que continuará con la transformación pedagógica que propone el gobierno, políticos derechistas y medios de comunicación de línea conservadora se sumaron a la protesta. “Queremos los libros anteriores, no porquerías, no basura”, dicen, afirmando que los LTG contienen “propaganda comunista y contenido sexual inapropiado para las infancias”.

El presidente López Obrador (AMLO) fue categórico ante la quema. “La ciudadanía tiene el derecho de manifestarse contra la política oficial, pero en esta oportunidad la razón no acompaña a los detractores de la iniciativa”, dijo en su habitual conferencia de prensa matutina. Y agregó: “Se manifiestan pensando que se adoctrina con los libros y se inyecta el virus del comunismo. Están totalmente desinformados y manipulados. Y no deberían prestarse a ser manipulados por los dirigentes, empresarios y gerentes del bloque conservador. Es mera politiquería”.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades federales y de educación tendientes a disipar todas las dudas que pueda haber sobre el nuevo material de texto del ciclo escolar 2023–2024, algunas entidades de Guanajuato y Aguascalientes se negaron a aceptar los libros de la SEP hasta quede claro su contenido.

Ante eso, AMLO dijo que se trataba de desinformación emitida ideológicamente por “organizaciones conservadoras, que reproducen prácticas retrógradas, clasistas y racistas”. E hizo foco contra el presidente del opositor Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza, que pidió explícitamente a la población destruir el material educativo.

El líder del PAN emitió una serie de videos en contra de los libros de texto, calificándolos de propaganda política a favor de AMLO. Pero el presidente mexicano respondió que allí donde el reclamo se presentó en forma de debate, se respetaron todas las posturas.

A tal efecto, señaló que en entidades como Chihuahua las autoridades regionales interpusieron recursos de amparo para impedir la entrega de los LTG elaborados por la SEP, mientras que el portal Expansión Política refirió que en la comunidad chiapaneca de San Antonio del Monte se realizó una consulta popular antes de proceder con la quema de los textos. “Allí –dijo AMLO–, respetaremos las decisiones y no se entregarán los libros a las escuelas. Vamos a un debate en e cual los padres de familia y los maestros participen”.

La SEP, sin embargo, a través de la titular del organismo Leticia Ramírez Amaya, dejó claro que las escuelas deben adoptar los nuevos programas de instrucción y los LTG, ya que los libros anteriores “no se apegan a la propuesta pedagógica de la transformación”.

Y comparó las prácticas de quema de libros con la realizada por las dictaduras de Hitler y Pinochet.

Los medios de comunicación opositores y los partidos derechistas salieron al cruce, al afirmar que la SEP pretende “ideologizar a menores en torno a temas como la sexodiversidad o el comunismo y sus figuras más destacadas”.