La primera ministra italiana Giorgia Meloni llegó este domingo a Lampedusa, donde entre el lunes y el miércoles pasado se produjo, dentro del flujo usual de migración a la isla, la llegada de más de 8.500 personas a bordo de 199 embarcaciones. Una cifra extremadamente alta si se tiene en cuenta que los habitantes de la isla apenas llegan a los 6.400.
“El futuro de Europa se juega aquí”, dijo Meloni al llegar junto a la presidenta de la Unión Europea (UE) Úrsula von der Leyen. Los migrantes, mientras tanto, seguían llegando este domingo.
A Lampedusa arriban miles de migrantes cada verano para continuar su travesía hacia otros países europeos. Las características de la isla así lo permiten: si bien es italiana en el sentido político y administrativo, está ubicada en territorio africano, ya que el lecho marino que la separa de África no excede los 120 metros de profundidad. Se encuentra a 205 kilómetros de Sicilia y sólo a 113 de Túnez.
Desde comienzos de este siglo XXI, se convirtió el punto álgido del tránsito irregular de migrantes desde África, Asia y Medio Oriente hacia Europa. Debido a su cercanía con Libia, los traficantes ilegales de personas amasan fortunas lucrando con la desesperación de quienes buscan algo que los ayude a llegar en bote a lo que suponen una salvación. El centro temporal de recepción de migrantes en la isla fue construido originalmente con una capacidad máxima de 850 personas, aunque las plazas disponibles apenas alcanzan las 350 y casi siempre aloja cerca de 2000 personas, algo que ya en 2008, motivó las críticas por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Poco después, el 19 de febrero de 2009, un incendio que empezó durante un motín de refugiados destruyó gran parte de las ya precarias instalaciones. A partir de allí, miles de migrantes duermen a la intemperie bajo cubiertas de plástico a la espera de ser transferidos a centros de recepción en Italia continental.
“Es el futuro que Europa quiere darse a sí misma lo que está en juego aquí, porque el futuro de Europa depende de su capacidad de afrontar los grandes desafíos, como estos flujos migratorios sin control”, declaró Meloni.
Por su parte, la jefa de la UE señaló que es necesaria “una respuesta europea” a la migración irregular y pidió a los otros países del bloque que reciban a parte de los migrantes llegados a Italia. “La migración irregular es un desafío europeo que necesita una respuesta europea”, dijo.
(Con información de agencias)
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