Por Diego Cayota y Martín Tocar
En su casa y como maestro de ceremonia, dando la palabra y distribuyendo el micrófono para la participación de los presentes mientras que recorría la sala, el presidente Luis Lacalle Pou recibió a los legisladores de la coalición en la residencia presidencial de Suárez y Reyes para pedirles que defiendan la Ley de Urgente Consideración (LUC), planteó algunos lineamientos de la estrategia para la campaña del referéndum y anunció la creación de una mesa de coordinación entre legisladores y el Poder Ejecutivo para mejorar el trabajo parlamentario.
Parado detrás de una mesa en la que estaban sentados el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y la entonces vicepresidenta interina Graciela Bianchi, Lacalle tomó la palabra y pidió a los legisladores oficialistas que defiendan el buque insignia de su gobierno con “argumentos” y explicando los beneficios de los artículos que se buscan derogar, según comentaron a El Observador participantes de la reunión.
El presidente dijo, en una intervención que duró unos 15 minutos, que la LUC vino para hacer reformas en cuestiones en las que Uruguay tenía problemas o asuntos pendientes por resolver y agregó que los hechos, en temas como seguridad, demuestran que se trata de una norma positiva para la población. El encuentro entre el presidente y los legisladores se da casi un mes después de que el Frente Amplio, el PIT-CNT y otras organizaciones sociales presentaran casi 800 mil firmas ante la Corte Electoral para someter a referéndum 135 artículos de la LUC.
Evitar la grieta y el enfrentamiento entre uruguayos fue una de las líneas centrales del discurso para un partido que, según la visión del presidente, se juega en “las tribunas Olímpica y América”. Los que firmaron están “en la tribuna Ámsterdam” y los que defienden al gobierno “en la Colombes”, o viceversa, por lo que la campaña en defensa de la LUC, según transmitió Lacalle, debe enfocarse en los votantes de centro, que son la mayoría y que están lejos de la confrontación.
La intervención de Lacalle estuvo precedida por un breve informe de opinión pública realizado por el publicista y asesor presidencial, Roberto Lafluf, sobre las preocupaciones del electorado. Allí advirtió que la gente está cansada de la “polarización” y la “incertidumbre”, y que desde hace 15 meses que está con problemas e incertidumbre asociados a la pandemia. Es por eso que la campaña en defensa de la LUC, en la visión del presidente, debe “evitar” caer en el enfrentamiento “con dirigentes frenteamplistas” y enfocarse en “hablar y explicarle a la gente” los beneficios de la ley.
Lafluf también adelantó que existirá un espacio para coordinar acciones entre los cinco partidos oficialistas en el marco de la campaña del referéndum.
Para Lacalle, los defensores de la derogación van a buscar “encerrar” al gobierno, van a intentar meterlos “en la cueva” y el oficialismo “no lo puede permitir”. El mandatario también dijo que el Poder Ejecutivo deberá “seguir gobernando” pero agregó que si bien no puede participar de actos partidarios, porque se lo prohíbe la Constitución, sí va a aprovechar cada instancia que pueda para defender la normativa.
Una victoria del oficialismo en el referéndum, según su visión, significaría un “gran espaldarazo” para el gobierno, mientras que una derrota los obligaría a “remar” como tuvieron que hacer “en otras oportunidades”.
Todos los presentes consultados por El Observador destacaron la buena sintonía entre los socios de la coalición y valoraron tener una instancia directa con el presidente de la República.
La reunión de este viernes estuvo precedida por un encuentro entre los líderes de la coalición el jueves por la noche, según informó El País. En esa instancia el presidente les adelantó alguno de los planteos que haría horas más tarde ante los legisladores, según dijeron participantes de la reunión a El Observador.
Tras las palabras de Lacalle, representantes de los cinco partidos que integran el gobierno tomaron la palabra y los únicos matices surgieron al hablar del momento en el que deben empezar a hacer campaña para defender la LUC. Las distintas visiones, que incluso se dan dentro de los partidos, están entre aquellos que entienden que es necesario empezar ya a recorrer el país y defender la ley, como lo hizo el senador blanco Jorge Gandini en los últimos días, y los que creen que es necesario esperar hasta que se confirme la fecha para “no correr una maratón” y tener una campaña de 8 meses.
De todos modos, lo que señalan aquellos que defienden esta última posición no es evitar el tema en estos meses; en cambio, plantean simplemente no entrar desde ya en modo campaña.
La mesa de coordinación anunciada por el mandatario se reunirá una vez por mes y tendrá a los coordinadores de las bancadas parlamentarias y al secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, como miembros fijos. El objetivo, a raíz de las diferencias generadas en distintos proyectos de ley, es “armonizar” el trabajo parlamentario en acuerdo con el Poder Ejecutivo además de cumplir con un reclamo del Partido Colorado y Cabildo Abierto.
El presidente también se tomó un tiempo para defender la gestión del gobierno de la pandemia, recordó que cuando asumió el cargo la tasa de desempleo era de 10,5% y que el último dato a junio cerró en 9,4%.
Según dijo a los legisladores, eso no hubiera sido posible si el Poder Ejecutivo hubiera tomado medidas más estrictas de confinamiento como la cuarentena obligatoria.
El único momento en el que Lacalle recibió el aplauso de los presentes fue cuando anunció que le había solicitado a los presidentes de los entes que designaran a una persona para recibir los planteos de los legisladores con reclamos de la gente. Este era un pedido que varios diputados habían hecho en más de una oportunidad porque entendían que sus pedidos nunca eran tramitados. “Nosotros vamos con problemas y tenemos que conseguir soluciones”, ejemplificó uno de los diputados preocupados por este tema.
Este planteo también se dio en el marco en la falta de coordinación que existió más de una vez entre ministros o presidentes de entes en la visitas al interior del país de la que legisladores del oficialismo no se enteraban.
El mandatario tuvo una nueva instancia con todos los legisladores de la coalición a los que recibió con una picada de chorizos, quesos y carne pero sin postre, algo que algunos reclamaron en broma, y una de las diferencias del encuentro con los líderes de la noche anterior a los que agasajó con una cazuela de mondongos y una torta rogel.
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