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Lacalle Pou sacó de gira a su programa de gobierno y pidió que lo lean
“Son 211 páginas”. Luis Lacalle Pou repitió esas tres palabras durante toda la jornada de este miércoles en Soriano y lo viene haciendo desde que comenzó la segunda etapa de su gira por pueblos y ciudades del interior del país. A menos de dos meses del 30 de junio, el precandidato nacionalista se planteó como objetivo llevar el contenido de su programa de gobierno a varios rincones del país.
“Como estamos orgullosos, lo queremos mostrar en todos lados. Si lo leen todo mejor pero pueden ir a leer el capítulo que quieran”, les dijo a vecinos de Cañada Nieto (Soriano) parado sobre un muro en la plaza del pueblo.
El líder del sector Todos dividió su campaña para la interna en tres etapas. La primera, a la que le gusta llamar “de bajo perfil”, fue a principio de año y consistió en la visita de las 90 localidades más pequeñas del país. “Queríamos hacerlo bien tranquilo, tomarnos tiempo, por debajo del radar de la opinión pública”, explicó en uno de los actos de la gira por Soriano.
La segunda tuvo como punto de partida el acto de lanzamiento de campaña el 30 de marzo en el Parque Viera y el 8 de abril la presentación de su programa de gobierno en Kibón. A partir de esos dos actos, Lacalle Pou comenzó a recorrer nuevamente el interior y Montevideo, con su programa de gobierno en la mano. Tal como sucedió en su recorrida de este miércoles por localidades de Soriano, en cada pueblo o barrio, lo muestra y pide que lo lean.
Esa etapa de su campaña seguirá por al menos tres semanas más, con un énfasis mayor en Canelones y Montevideo, y dará pie a la última: la visita a las capitales del interior antes de que llegue la interna.
“Nadie nos obligó a presentar un programa de gobierno, quisimos tener un compromiso escrito. Lo que quiero es que lo impriman y que lo guarden”, dijo este miércoles en la mañana en Mercedes, durante el lanzamiento como precandidata a la intendencia de la dirigente nacionalista Sandra Rusch. Cada vez que mencionaba su programa, lo tomaba con las manos para reafirmar que su objetivo era que lo leyeran.
“A mi todavía no me convenciste”, le dijo horas más tarde en Cañada Nieto Melanie, una joven a la que una parálisis cerebral la dejó en silla de ruedas. “Espero convencer a Melanie y a todos. Yo no quiero un cheque en blanco, me parece una irresponsabilidad”, le respondió el precandidato a la joven y a los demás vecinos que lo escuchaban en el único acto de Soriano en el que optó por no usar micrófono.
Cañada Nieto fue precedido por Cardona, la ciudad en la que cinco años antes se paró frente a una columna e hizo la bandera. Varios vecinos se lo recordaron y pedían que volviera a hacerla. “Ahora miro con cariño la columna y nada más”, bromeó el precandidato antes de empezar su discurso en un club de la ciudad.
Junto a él estaban los senadores Javier García y Luis Alberto Heber, el intendente de Florida Carlos Enciso y el diputado Sebastian Da Silva, además de dirigentes locales. “Vamos en la segunda etapa de la gira y ya no solo sale el elenco político nacional y departamental con nosotros. Salimos con el programa de gobierno, con el que ando casi como si fuera una parte más de mi cuerpo”, insistió.
El precandidato definió al documento como “211 hojas de soluciones” “Acá hay un diagnóstico acabado de la realidad del país, hay medidas concretas y resultados concretos. Queremos que sepan por qué nos van a votar o por qué no”, sostuvo.
El tiempo que le dedicó en sus discursos al programa no le quitó minutos para criticar al presidente de la República, Tabaré Vázquez, al que ya calificó en más de una ocasión como un mandatario ausente y que en Soriano comparó con una película. “Es como aquella que se llama ¿Y dónde está el piloto?”, ironizó y agregó con tono más serio: “El presidente no está. Cinco años más del Frente Amplio no van a hacer los cambios que no hubo en estos 15 que van a terminar”.
Durante la recorrida por Soriano también apeló a la confianza. “Creo ser una persona confiable. Soy confiable yo y es confiable mi equipo”, dijo y pidió que, más allá de las vacaciones de julio y la Copa América que se robará la atención a partir de mediados de junio, el 30 de junio se deje un lugar para ir a votar.
Para eso, eligió terminar uno de sus discursos con una anécdota. El precandidato contó que hace unos días estaba en un asado con amigos y la discusión de quienes lo acompañan era a dónde irse de vacaciones en julio. El tema de conversación no le gustó mucho y los frenó en seco: “Escuché que se quieren ir de vacaciones. Miren que las vacaciones empiezan el 28 de junio y las elecciones son el 30. Yo hablo más de política con el que no me traiga la credencial sellada de que votó el 30”.
